En la primera
misiva, apreciado Comandante, le informé que eran muchas las cosas
que quería decirle con el máximo respeto que se merece usted, así
como el cargo que ocupa. Hice mención en esa oportunidad a la corrupción
que medra en su entorno y trata de engañarlo, en esta oportunidad me
voy a referir a su excelente programa ALO PRESIDENTE.
Indudablemente
que el programa del día domingo 02-03-08 pasará con honor a la historia,
pues usted – de nuevo – dejó bien claro su papel de estadista y
líder mundial. Fueron muy acertados todos sus análisis sobre Colombia,
el Imperialismo e Israel. Qué buena explicación sobre el conflicto
colombiano, la crisis con Ecuador y el papel del Imperialismo Yanki.
Asimismo, la solidaridad con nuestro hermano país del Ecuador y todo
el apoyo (moral, político y militar) ante la agresión del lacayo Uribe
y sus tropas fascistas. En verdad camarada que me sentí muy reconfortado
por su posición, no esperaba menos, estoy a su disposición Comandante
en Jefe para lo que usted ordene, cuente con otro soldado más de la
patria en estos momentos difíciles que vive la región.
Por otra parte,
nadie duda de la importancia de un programa como el suyo, por lo educativo,
lo pedagógico y las líneas que traza al pueblo y a todos los revolucionarios,
así como la información permanente de las obras y logros de la revolución,
que lamentablemente la política comunicacional del Estado no ha sabido
explotar. Sin lugar a dudas, no existe en el mundo un programa como
este, con tan alto rating en sus 5 a 6 horas de duración promedio,
a pesar que la oposición ha tratado de ridiculizarlo con programas
tan chabacanos como “Aló Ciudadano” y “Aló Venezuela”, bien
alejados de la realidad y conducidos por apátridas mercenarios.
Ahora bien
Comandante, hay algunas cuestiones que me preocupan de su Aló Presidente,
en cuanto a lo que ha sido su evolución y la dinámica que usted
le imprime. Vamos a ver si me puedo explicar. Comenzaré por indicar
mi rechazo a toda la parafernalia que se monta antes del programa, es
decir, la preparación del sitio donde se va a desarrollar. Los gobernadores,
alcaldes, ministros, presidentes de institutos y fundaciones (INAPIMI,
MINEP, INCE CIARA, SUNACOOP, entre otros) empiezan por mover cielo y
tierra para impresionarlo: Limpieza de calles, siembras de plantas,
arreglo de huecos, alumbrado. Contactan a los concejos comunales y le
ofrecen villas y castillos para que no los denuncien por incompetentes,
asimismo a las cooperativas a las que nunca se les “ha parado”,
se les ofrecen créditos, maquinarias, tierras, asesoramiento, etcétera.
Con toda esta
preparación de “Por donde pasa la Reina”, más el adormecimiento
de las masas con promesas huecas, el bozal de arepa a los funcionarios
claves que puedan tener algún remordimiento de conciencia, el establecimiento
de anillos de “seguridad” que lo que pretenden es impedir que el
pueblo hable cara a cara con su líder. Con todo esto ya hecho, es que
definitivamente se monta toda una cortina de humo para ocultar la desidia
y el abandono. En muchos casos, las obras que se van a inaugurar están
inconclusas y usted, el Presidente ni lo sabe, le mienten viéndolo
directo a la cara, sin bajar los ojos, con total desvergüenza.
Dentro de este
orden de ideas, observamos que estos “gerentes revolucionarios”
incompetentes tratan de recabar información que deberían manejar desde
el principio con encuestas, informes, etc., para estar preparados por
si acaso al Presidente se le ocurre preguntar algo sobre la comunidad.
Tratan de montar un cerco para que usted no se entere de los problemas
de la colectividad y no les reclame su incompetencia, poniendo en evidencia
que no cuentan con su apoyo en sus fechorías.
De esta manera
se ensambla el show. Primero, todos uniformados (es decir, ataviados
rojo rojito); segundo, se montan cercas para que el pueblo no se acerque
al Presidente; tercero, se le da el derecho de palabra al entorno de
confianza, no está permitida la disidencia o decirle al Presidente
que lo están engañando. Si eso ocurre, se corre el riesgo de represalias
silentes por parte de los “gerentes revolucionarios”; cuarto, las
llamadas telefónicas ya están preparadas (en mi caso, desde que comenzó
Aló Presidente, he tratado de llamar y nunca me he podido comunicar)
y aún así son controladas averiguando el tema que van a tratar y eligiendo
las que pasan y las que no; quinto, para asistir a un ALÓ PRESIDENTE
en los asientos cercanos a su persona, se tiene que estar conectado
con los anillos. Son puestos reservados a “invitados especiales”
o gente muy ligada al alcalde o gobernador. Esto se hace con la intención
de que cada vez que se mencione a esa autoridad, se aprecie el “respaldo”
que ese funcionario tiene por parte del pueblo, es decir, aplausos y
vitoreo.
Debe señalarse
también que muchos funcionarios del alto gobierno van obligados a su
programa, “ellos opinan que ese es el castigo que tienen que pagar,
es decir sentados entre 5 y 8 horas “oyendo cuentos de infancia, historias
de juventud”, cualquier comentario del ciudadano Presidente”. Algunos
de ellos están preparados para un regaño público a nivel nacional,
por su incompetencia e ineptitud. Pero eso no importa, ese es el “sacrificio
que ellos hacen por el proceso”.
Como final
a esta carta pública de un revolucionario que cree en Usted y en el
proceso, me permito – si consiente el atrevimiento – a ofrecer un
consejo sincero y de corazón: Prepárese en cada contacto con el pueblo
a escuchar cosas que no le van a ser fáciles de aceptar, pero que debe
atender e investigar. El pueblo es sabio y no se equivoca en estos casos.
Comprendo que por su condición de hombre (somos tercos), llanero (hijos
de tierra abierta de carácter libre), militar (que se es hasta la muerte)
y leo (que de que vuelan vuelan y esas cosas aciertan a veces), resulta
difícil y duro escuchar críticas y opiniones que contradicen lo que
pensamos o decimos, pero somos humanos, aún en el mejor de los casos
de que nos guíe el amor por la patria y nuestro pueblo, podemos cegarnos
en nuestro afecto por nuestros compañeros y no querer ver las fallas
que – como humanos – ellos también tienen.
Con afecto
y respeto revolucionario,
Dr. Pedro García Avendaño
Prof. Asociado UCV
¡TODO EL
PODER PARA EL PUEBLO!
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE…. ¡VENCEREMOS!