La gloriosa Revolución de Octubre y sus principales protagonistas, el Partido Bolchevique y los obreros rusos jamás pensaron que 90 años después de su gesta heroica esta se convertiría en una verdadera morisqueta socio-política producto del regreso de las clases derrotadas en 1917, quienes agazapados y disfrazados fueron minando las bases ideológicas de la revolución rusa e impidiendo la confrontación ideológica necesaria en estos casos para corregir desviaciones, el Camarada Mao Tse Tung testigo cercano de lo sucedido en Rusia impulsó como una medida preventiva la propuesta de Revolución Cultural con los Guardias Rojos dirigiendo ese proceso de revisión y corrección, con la única finalidad de detectar conductas no proletarias y buscar el remedio para contrarrestarlas, aún así, la burguesía agazapada en el PCCH a la muerte del Gran Timonel recuperó el poder y convirtió a China en un Gigante modelo de la explotación del hombre por el hombre y de la destrucción del medio ambiente, todo con la vana promesa de convertirse en potencia como si el alcance del grado de potencia significa felicidad para el pueblo chino y poder para los trabajadores. La degeneración del proceso soviético en esta etapa capitalista a producido una especie de empresarios Frankestein, de Mounstros que amasan fortuna producto de la explotación de los trabajadores, producto de la corrupción del estado y de los privados uno de estos empresarios es, el Magnate Román Abranovitch quien acaba de comprar en la Riviera Francesa una casa que perteneció en el siglo XIX al Rey Leopoldo de Bélgica por la suma de 500 millones de dólares, a esta extravagancia vulgar del capitalismo deshumanizado se le suman la adquisición por 80 millones de dólares del castillo que perteneció al Conde Drácula en Rumania (El Príncipe Vlad), mas la construcción en una rica zona residencial londinense de una quinta por la suma 300 millones de dólares, es propietario del club de fútbol inglés Chelsea, dueño del Corinthians brasileño, dueño del CSK de Moscú, poseedor de una flote de yates, dos submarinos y un avión Boeing 767 que es equivalente a un edificio de 15 pisos volando y tragando combustible, cómo este hombre puede ser producto de la Revolución Rusa, donde lo educaron, que ejemplos siguió, cómo pudo pasar desapercibido durante los años del proceso revolucionario, no solo el, toda su familia, la riqueza de Abranovitch, proviene de la mezcla de la política con las oportunidades en épocas de Yelsin cuando ya en su fase declarada de capitalismo, el gobierno ruso liquidó todas las empresas del estado, surgieron estos empresarios que entre coimas y negociados y a la sombra del poder construyeron fortunas, fortunas amparadas en la explotación y el sacrificio de millones de trabajadores rusos, eso nos puede suceder fácilmente a nosotros con la revolución bolivariana sino se discute y profundiza la lucha ideológica, Carlos Lanz dice y tiene razón la revolución será cultural o se repondrá la IV República, debemos estar alertas, con los funcionarios con conductas y culturas capitalistas que están a la espera del mejor momento para aprovecharse de los cargos y traicionar el bello ideal bolivariano de socialismo del siglo XXI. Hemos tenido muchos ejemplos, el caso del General que dirigía el Central Azucarero en Sabaneta de Barinas, el caso del General que contrabandeaba gasolina, en Falcón hay un diputado que de la nada pasó a ser hacendado, todos esos síntomas debemos combatirlos, al mejor estilo de la Negra Antonia, candelita que se prenda, candelita que se apaga, la corrupción, la delincuencia y la falta de modelaje pueden echar por la borda este bello sueño de país.
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