Ya se sabe, apenas lograron recuperar algunos cotos, pero se creen procónsules con la potestad de decidir quien vive y quien no, quien es ciudadano y quien lumpem. Estilo público y notorio: ojos saltones, cuello prensado, vacuidad craneoencefálica, podredumbre moral a flor de piel, levísimo underwear democrático (para pasarse por el forro las instituciones) y encima de todo eso, tétrico gabán color negro fascismo. Ahora cargan un sombrero de legitimidad, cedido mucho antes que por la voluntad popular, por la retorcida mano de la justicia, embarrada de buenas intenciones hace poco más de un lustro. ¡Cómo necesitamos nuevos Danilos!
He aquí a estos remedos de sátrapas imperiales, que vienen a decirles a un Presidente y a un Pueblo, que deben someterse a la ley divina de su muy perra gana y que vayan sabiendo que el agua y el aceite no se mezclan. Obviamente, el agua clara y fresca de la revolución jamás podrá mezclarse con el óleo piche del fascismo, por mucho que siempre hayan comensales impúdicos, que quieran aderezar su parrilla ideológica con tal menjurje. Los neo adecos están agazapados, acusando el duro revés de ver convertidas sus petulancias político electorales en lo que les vaticinó el Líder Comandante a principios de año: Cascarones vacíos. Pero lejos de asimilar lección, se conjuran con el fascismo como bálsamo para sus quemadas revolucionarias.
La victoria de Pirro es cuento ante la de estos inútiles lamezuelas pitiyankees, pero entienden que pueden enviar a sus legiones de matarifes a devastar los territorios populares, cual capitanes de flota de antiguas talasocracias. Apenas puede aullar la jauría por el cobro de tan famélicas presas, pero pretenden mostrar los dientes y orinar en los árboles de rededor para marcar una reducida zona, fuera de sus cubiles.
Ejemplos dignos de lección para el proceso político del país, que ante tan ínfimas ganancias, estos elegidos por el voto popular sean incapaces de medir sus posibilidades y se hayan lanzado contra el Pueblo, creyéndolo sumiso y aguantador de vainas. Tal vez vestigios de viejas mañas cuarto republicanas. Que no osen continuar con sus ínfulas de mantuanos, agavillados en cabildos para defecar edictos y proclamas en contra de supuestos colonizados, a nombre de potencias y majestades extranjeras que nos ven como un estorbo. Que sea abreboca a lo que se exponen, la respuesta inmediata de las comunidades revolucionarias de los Teques a las huestes motorizadas de Capriles Ratapelunski.
El Fascismo asume que llegó la hora de afilar las garras como gobiernito, pero las doñanas mediáticas pretenden mostrarnos a refinados motolitos haciéndose la manicura. Presentan en pantalla a estos patricios de vodevil, con discursos hipócritas sobre equilibrio, mancomunidad y disposición a trabajar para el Pueblo, pero no enseñan ni por error, las amenazas, los desmanes y los asedios que a solo cuatro días de haber sido elegidos, perpetran en su contra. Los medios, cual madre alcahueta de una prole viciosa, silencian sus fechorías y muestran al país y al mundo que sus querubines son peritas democráticas en dulce. Seguramente por eso se aprestan a inventar cargos como un “canciller de alcaldía”, para ir a quejarse del régimen ante los parlamentos y organizaciones de la derecha internacional.
Esas no son frivolidades, son estrategias para fabricarse una imagen de blancas palomas siendo hienas irredentas, para conspirar bajo una apariencia institucional y son los medios comunitarios los llamados a develar junto al Pueblo, sus verdaderas intenciones.
¡Arriba, camaradas, que una vez más la lucha es comunitaria y en esas trincheras somos invencibles!