Por vez primera vi a una oposición desmoralizada, me refiero a los marchistas, del pasado sábado. Los tantos que pude observar llevaban por allí sus banderas enrolladas, su pávido silencio, una visible desorientación, regados por aquí y por allá, buscando el camino o el calor de la fuerza grupal; tal vez lo encontraron o se alejaron cada vez más. Había una gran diferencia entre la alegría y fuerza de las imágenes masivas que mostraba Globovisión, a las que filmaba los camarógrafos del Canal 8. Sin duda alguna que si lo que transmitía aquel canal hubiese sido posible que la oposición tuviese la tremenda valentía de llegar hasta el centro de la ciudad.
Pero las cosas no fueron así; por un lado había una enorme concentración del pueblo, al que llamaremos chavista, en el Mega Mercado, unos cientos en la Plaza Caracas y otros por allí a la expectativa de cualquier exceso para repeler a los provocadores de oficio. La tarde fue otra porque si realmente aquellos contrarrevolucionarios hubiese por lo menos caldeado el ambiente en el centro, sí se hubiesen dirigido al CNE, porque el camino estaba libre. Hasta yo mismo veía con cierta desconfianza la ausencia de bolivarianos en el sector; la mayoría muy confiada y sin temor decidió irse al mercado.
Estuve a eso de l:00 pm en la Plaza Caracas, y podía asegurar que una marcha opositora de 400.000 personas barrería el lugar; nadie podría haberla detenido, y rememorando esos días aciagos de golpe y secuestro del presidente, creo que con ese mismo espíritu que movió a la oposición engañada fuese sido posible volver a repetir la hazaña, con más razón cuando sabían que si no tomaban la cercanía al CNE ya para el lunes desaparecerían.
Algunos fueron también los factores que no lograron realizar los sueños de mayoría ilusoria dde una fracasada marcha, veamos; un día festivo que la gente no quiso sacrificar, porque cambiar dulces y flores por piedras y palos. Era mejor pasar un día con la amada o el amado que estar babeando tanto odio en un día tan romántico. Otro factor fue las estrategias proteccionista del Estado quien no se dejará volver a tomar por sorpresa porque la oposición sabe quien manda ahora; un Chávez que no le temblará el pulso para hacer cumplir la ley y la revolución porque bien sabe que en manos contrarias no estará más nunca para contarlo.
La gran ausencia del liderazgo opositor influyó en la obra teatral, ya que solo se hace sentir en los medios partidistas que anuncia sacrificios personales pero que no cumplen, sea por temor a ver la realidad de la minoría que se le revienta en el rostro o que es mejor no ser carne de cañón de ese sicariato oculto y bien pagado que ha asesinado a 80 campesinos y que ellos conocen muy bien. Arrugaron, podría ser la palabra clave, aunque es bien cierto que el oficialismo les picó la delantera gracias a sus abanderados diputados :Iris Valera, Juan Barreto y Tascón que se hacen estelares con denuncias graves con pruebas en mano; como aquella de Piñita y su tráfico de armas.
Y es que tienen que convencerse que están pillados, hagan lo que hagan están filtrados, si el mismo camarógrafo que los firmó lo embarró, de quien se podrá confiar después.
Esas actitudes desleales son las que los van a terminar por reventar y que para hacerse subir en las encuestas, como aquellas pasajeras de Patricia Poleo que solo duraron hasta que mostró su caradurismo en la interpelación del Congreso, se irán delatándose unos a otros; de seguro que comenzarán a pasar información a los cuerpos de inteligencia como arma segura de estropearle las aspiraciones a cualquiera de ellos con el fin de limpiar terreno y llegar al poder, así sean recger las migajas que el chavismo les va a dejar en próximas contiendas.
Felicitaciones al Presidente que sin el uso de la represión dio a la oposición junto al soberano una derrota contundente, pero no se deje engañar los adecos no descansarán por sacarle del poder; no entienden que sacarlo a usted es sacarse a ellos; no de la historia sino de esta vida.