No es cuestión de cerrar un icono del consumismo, el problema es sacarnos el consumismo de adentro.
Durante décadas hemos sido sometidos desde nuestra más tierna edad al consumismo puro, el cual es la esencia y vida del capitalismo.
Sin ir muy lejos, veamos estos días, lejos de celebrar con la familia el nacimiento de nuestro señor Jesús, lejos de honrar con cánticos y amor esa especial fecha ¿Qué ha pasado?.
Nos han metido en el coco al gordo San Nicolás, una cierta fabula Europea, con nieve y todo.
Y quien no se ha tomado en su tierna infancia una fotito con cualquiera de los miles de Santas que pululan por nuestra ciudad.
Y cuantos no compra su pino natural por un ojo de la cara o compra uno de buen y duradero plástico y lo llenan de bolitas y machanguitos, dejando el pesebre cada día mas apartado y lejos.
Y el recogimiento sano en familia se ha convertido en una competencia de quien toma más quien como más hayacas y quien parrandea hasta más tarde.
Por favor, el Sambil es un icono de nuestra vida o mejor dicho de esa vida que el capitalismo mediático nos ha querido mantener.
Y es que todo se basa en los cuatro reales adicionales que uno recibe en este mes del año y a los cuales todos quieren echarle la mano, cambiarlos por lo que sea.
Tenemos todos que tomar conciencia que por el camino del capitalismo somos simples esclavos trabajando para que unos pocos vivan mejor que reyes.
Por que mientras Uds, este el 31 de Diciembre celebrando con una tragito y sus uvitas, pensando en las cuentas de Enero, uno pocos estarán cómodamente en el exterior pensando como sacarle los realitos en carnavales…..