Como buen apoyador independiente de Chávez, y de la revolución que avanza en Venezuela (a riesgo de mi vida –pues aquí matan, y por centenas, es a los de Chávez; y hasta ahora casi todos impunemente-; por pura pasión personal -pues no busco ni necesito bienes materiales; al contrario, arriesgo mi estabilidad bien ganada-); y como buen lector de Aporrea, quiero opinar sobre la lluvia de artículos en relación al llamado de José Vicente Rangel, al diálogo, uno de las principales atributos del humano, que al fallar da paso a la guerra, pero con las muertes y destrucción, rápidamente reaparece en mesas de negociación, en cómodos hoteles de otros países; y a veces en bufetes de abogados y tribunales.
Algunos artículos han sido duros, y creo que producto de lectura a la ligera; pues son claras las condiciones de JVR: (aporrea, 22-09 en “Noticias”, y el 23-09 en “opinión”):
“…sin pactos infames ni acuerdos elaborados en la trastienda”.
Y las ratifica, al preguntar sobre ese diálogo:
“…¿Es posible lograrlo sin que ello signifique declinar principios, renunciar a proyectos, echar para atrás los cambios revolucionarios…?”
“Lo considero posible, y hay que intentarlo sin complejos”.
Veo a José Vicente cantando claro, como siempre lo ha hecho en su larguísima lucha revolucionaria, y para nada llama a rendirse o echar para atrás nuestra revolución.
Pero igual que José Vicente, llaman al diálogo muchos otros revolucionarios (claro, que tampoco son perfectos…), y para no extenderme sólo nombro a tres:
Carlos Escarrá, presidente de Política Exterior de la Asamblea Nacional, acaba de decir:
“hay que bajar las tensiones y estimular el diálogo, pues la sociedad venezolana requiere entendimiento entre Gobierno y oposición “sobre la base de elementos francos y sinceros”.
Alí Rodríguez Araque, ministro del Poder Popular para Economía y Finanzas,
afirmó hace unos días:
“a la par del plan socialista estatal, el sector privado de la economía juega un papel fundamental, pues el modelo económico criollo se encuentra en un proceso de transición que involucra a ambos actores para la construcción de una economía justa”. “…sin lugar a dudas, es necesaria la incorporación de la economía privada en el desarrollo del aparato productivo del país”.
Igual el presidente Chávez vive llamando al diálogo, y incluso lo ha practicado con Gustavo Cisneros, Azpúrua Sosa (método Chaaz…), etc.
Entonces no me parecen tan justos los ataques a José Vicente, que de paso no necesita defensa, y debe obligatoriamente aclarar el tema.
Mientras quiero señalar que su advertencia
“…la otra alternativa es seguir tensando la cuerda y asumir como destino matarnos, tarde o temprano, los unos a los otros.
la comparto plenamente…¡ pues la he comprobado viajando por todo el país, en diálogos con mi familia, amigos y desconocidos, en quienes sin duda he visto grave enfermedad de mal de rabia antichavista, alimentada a diario y libremente por medios opositores que sí saben “dialogar”…pero infernalmente…con sus engañados, y para los cuales sugiero al presidente Chávez crear con urgencia la misión siquiátrica “Anti mal de rabia”, además de neutralizar a tales medios de guerra civil, a tiempo, antes de que logren el éxito que tuvieron en Ruanda, en los años noventa, con un millón de muertos (Hutus y tutsis; aquí sería antichavistas y chavistas)!
(Por cierto, permítaseme un paréntesis en relación a este genocidio de Ruanda: por casualidad, hoy 27 de febrero, felizmente, el Tribunal Penal Internacional condenó a 25 años de prisión por crímenes comprobados al cura católico Emmanuel Rukundo; en 2008 condenó a cadena perpetua a otro cura católico, Athanase Seromba, quedando dos curas más en juicio; y como antes fueron condenados por instigadores dos periodistas a cadena perpetua, otro a 35 años, y otro a 12, esta noticia es bueno hacérsela llegar claramente al matacuras, a Miguel Ángel Rodríguez y demás periodistas disociadores sicóticos, así como a los curas que aquí atizan el odio promoviendo guerra civil…¡para que sepan que aunque triunfarán en su criminal campaña…no escaparían de la justicia terrenal, aunque esto lamentablemente no resucitaría a ninguna de las víctimas!)
Continúo : Alerto que conozco a muchos “revolucionarios”, triunfalistas, que sólo hablan entre sí (entre chavistas…), y pelean e insultan a quien crean que no lo es, en vez de buscar apoyo al proceso dialogando con inteligencia y respeto (algunos hacen vida en un espacio muy reducido, a veces solamente una plaza, y por tanto desconocen la situación nacional).
Resalto también que tienen razón quienes dicen que “no se ganaría nada al dialogar con ciertos líderes delincuentes, que tienen un puñal escondido contra la patria”; pero si descontamos esas dos o tres decenas de “líderes” (unos 20, 30, no sé)…¡ aún nos quedan cinco millones y pico que hoy votaron contra Chávez, y entre ellos abunda el engañado, el confundido, el decepcionado,
-incluso gente muy humilde y pobre- a quienes nosotros no hemos sido capaces de convencer o mantener; teniendo toda la validez y urgencia el diálogo que sugiere José Vicente.
Por mi parte creo que el apoyo a Chávez, en base a su gigantesca obra ya hecha (o en pleno crecimiento) debería estar en el 90%, como ocurre en Cuba con Fidel Castro, y en condiciones mil veces más difíciles. Aquí no se ha logrado aún, más que todo por errores de información, propagandísticos (eslóganes, etc.), que hay que superar con urgencia, aparte del saboteo de los “revolucionarios” que pierden la “honestidad”, la perfección y la “pureza” al ser acariciados por el aire acondicionado de la oficina o del lujoso carro nuevo y los guardaespaldas.
Y para despedirme digo que también conozco revolucionarios muy “valientes” al escribir, o al hablar en los sitios chavistas…, pero que no defienden a Chávez en otra parte, y no se atrevieron a colocar en los vidrios de sus carros el eslogan creado y exhibido por mí en el mío: “¡ Por paro terrorista…ahora soy chavista !”, durante los peligrosos días que sufrimos el paro petrolero. Por cierto, sugiero que esta forma de publicidad en carros, tan efectiva y de gran alcance, sea promovida más, incluso siguiendo el ejemplo de los escualos, que sin ningún miedo la pasean contra Chávez de día y de noche.
Venceremos por completo si en verdad “vamos con todo, incluyendo el diálogo inteligente”, pues la guerra sigue siendo de votos…y aunque volvimos a derrotar al imperio por un porcentaje 55-45, aún estamos lejos de “Tener a Dios agarrado por la Chiva”, y el monstruo del norte no duerme. Tranquilidad en la guerra de votos tendríamos solo si lográramos la justa ventaja de 90-10…; y ahí sí deberíamos estar preparados para afrontar otro tipo de guerra…
El autor es un poeta y polifacético de Maracay
gilversoviviente@gmail.com