Todos los días nos empapamos con la vida llena de contradicciones en esta Revolución.
Hoy celebramos el Día Internacional de la Mujer para conmemorar, reivindicar, reconocer, rescatar etc.….para la memoria colectiva nombres, ejemplo, sucesos, hechos, momentos, personajes, valores, principios protagonizados por mujeres desde un imaginario sobre el pasado confuso, crisol de petróleo, agricultura, comercios y contrabandos de pueblos originarios caribeños, amazónicos, andinos, europeos hambrientos, africanos, asiáticos, árabes….
¿Desde cuando se celebran los Días Internacionales? ¿Quienes decidieron las fechas? ¿Porque queremos unificar todavía el pensamiento conmemorativo? Es una trampa-moda de Naciones Unidas, que ha parcelizado la vida con su calendario internacional que justifica proyectos, gastos, su promoción durante todo el año. Se han categorizado los sectores, las fiestas y ahora como logro celebramos un Día de la madre, del Padre, un Día del Niño, un Día del Anciano, un Día de la familia, pero no un Día del Hombre. Porque hay y ha habido buenos hombres, muy buenos padres, excelentes hermanos, maravillosos compañeros, esposos, abuelos. Y digo buenos y maravillosos desde el punto de vista de una o varias mujeres que lo manifiestan.
Todavía caemos en la trampa de las celebraciones como manifestación cultural unificada basada en la celebración de nombres elegidos con criterios diversos: heroínas, mártires, victimas, genias, intelectuales, atletas, etc…hacemos memoria “¿quienes han sido dignas de mencionar?”, nos preguntamos, y nos vamos para la historia de Estados Unidos, y ellos allá harán su inventario, y notros aquí uno que sobre su historia escogeremos. Pensamos en México y escogemos desde las revoluciones, desde las luchas obreras, desde las luchas campesinas, desde las luchas laborales urbanas, el sufragio, la alta política, la política, la violencia, la guerra, la literatura, la poesía, la religión, la educación etc.…
Me pregunto si el Día de la Mujer, de la Madre, de la Virgen tal o cual, y de toda aquella sea desde la matronimia católica, o de Naciones Unidas nos representa realmente. Esta revolución ha respetado culturalmente sobre todo para días feriados todas las fechas de la Iglesia Católica, desconozco como muchos y muchas las fiestas de otras religiones, que no son feriadas oficialmente, aquellas religiones de goajiras, kariñas, pemonas, jibis etc.…, africanas, musulmanas, judías, etc.… no tienen días feriados . Es una contradicción si hablamos de multiculturalidad.
Las mujeres (niñas, adolescentes) tuvimos que trabajar aun mas desde el siglo XIX, en el siglo XX, para que el capitalismo pudiera satisfacer la devoradora maquina de “horas hombre” que no fueron suficientes y sumaron las horas mujer, para la producción de armamento, de telas, en fin para las fabricas. Y el hacer, la labor se consolido para todos y todas en la explotación infinita de la familia al servicio de los que tenían lo que ellos no. Las mujeres ya habíamos trabajado mucho desde el matriarcado, el patriarcado, el machismo, el feminismo, la casa, el hogar arreglando y ocupando el lugar , los campos siempre desde que la agricultura como hecho cultural se instala en la historia humana, las calles (vendiendo el cuerpo, mercancías, servicios) cuando las ciudades se reúnen en ellas.
Nuestra inteligencia para lo practico, lo cotidiano, para la sobrevivencia, para el placer, para el diseño, la reflexión, siempre ha estado sin valor de cambio, ahora lo tiene y no es un logro satisfactorio
Y pienso en mi madre y su relación radical con la vida, en mis tías y su insistencia en organizar la vida cotidiana desde la eficiencia y el arte de la impecabilidad, en su afán de marcar distancia de la pobreza,- tanto que ahora pretenden ignorarla-, en mi hermana que tuvo su hija al fin y que ha luchado siempre por un confuso lugar de justicia familiar, en mi hija que cada dia se levanta para apartar de su entorno el machismo burocrático y académico de sus posibilidades personales de trabajo. Pienso en las mujeres que he querido como amigas y a las que he dejado de apreciar como personas porque me han herido, porque ha traicionado acuerdos, en aquellas que han sido objeto de mis celos y mis lágrimas. Todas ellas con un hombre cerca, compartido, al lado para amarlo, para contradecirlo, para justificarlo, protegerlo, para sojuzgarse a el, para ejercer el arte de la manipulación como recursos ancestral de defensa social y familiar ante el abuso y la invisibilidad y que al fin y al cabo nos daña a todos y todas por igual causando dolor.
Hagamos un alto revolucionario. Mirémonos a los ojos y decidamos un día como hoy, que vamos a conmemorar o celebrar. Opino que lo heroico es lo cotidiano en tanto que es la sobrevivencia en cualquier lugar del mundo que estemos desde el momento mismo que nacemos. Opino que la mujer es luchadora en si misma, es una celebración la vida, al igual que el hombre.
Y pienso, que hay nombres y vidas de mujeres y adolescentes y niñas que no conocemos y que no son nombrables solamente desde lo mártir, lo victimario, lo fatídico, sino desde la felicidad, Porque esta revolución esta llena de propósitos felices, y el inventario de la felicidad hay que comenzar a hacerlo un día como hoy, 8 de marzo. Exaltemos nuestra felicidad ante lo siniestro, lo oscuro, lo reaccionario, el amor de la mujer en medio de las mas atroces circunstancias, la felicidad y el amor que trasciende . Por eso hoy he nombrado apegos y desapegos y no personas con nombres propios.
caquetia@gmail.com
Profesora UBV
RAPAL/VE, Movimientos Sociales