RUBÉN BLADES
La escogencia del término pitiyanqui cuando nos referimos a la oligarquía y a los apátridas no es simple capricho, es que tales caricaturas de venezolanos tienen que ser necesariamente pitiyanquis (imitadores de la forma de vida, ideales y tácticas de los yanquis, sin posibilidad real de ser aceptados como iguales por sus amos) porque solo así logran unir fuerzas para intentar sabotear el proceso profundo de transformación que estamos viviendo.
Los jugadores de la selección venezolana que participan en el segundo Clásico Mundial de Béisbol han sido victima de ataques y guerra psicológica por parte de algunos “venezolanos” que viven en los Estados Unidos. Ha sido increíble la forma como estos apátridas reaccionaron (pitas, silbas, abucheos y todo tipo de festejos contra nuestras beisbolistas) en especial contra Magglio Ordóñez por la posición que este mantuvo recientemente a favor del “SI”, y el apoyo a la política deportiva que impulsa el presidente Chávez. La gran mayoría de estos jugadores están conscientes del gran esfuerzo que ha prestado el Gobierno Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para el Deporte para la conformación de este equipo.
El odio de esos “compatriotas” llego al extremo de apoyar a los equipos rivales de Holanda y Estados Unidos, deleitándose con las jugadas y las carreras anotadas de los contrarios y festejando cada out o ponche de los compatriotas. Nuestras estrellas deportivas que nos representan dignamente en el II Clásico Mundial de Béisbol han sido víctimas de una campaña malsana y siniestra por parte de estos venezolanos sin bandera y unos medios de desinformación que los tienen enloquecidos. Esta oposición es terca y bruta; nunca aprende, todo se le devuelve en su contra, es mezquina y vende patria que juega a la descalificación y derrota de nuestros beisbolistas, para con ello atacar y hundir al presidente Chávez y su política deportiva de reconstruir, potenciar y dignificar esta actividad física tan importante para nosotros. Ya al pueblo no se le engaña tan fácilmente y menos a sus deportistas.
El compromiso del Gobierno Bolivariano con el deporte venezolano que se demostró también en este Clásico Mundial de Béisbol, quien garantizó la mayor comodidad para los jugadores, de manera que pudieran representar de la mejor forma posible al país. Así lo señaló Carlos Guillén, bateador designado de la Vinotinto de Béisbol, quien también indicó que es primera vez que reciben tanto apoyo, además de contar con el patrocinio del despacho del Deporte. Jugadores como Magglio Ordóñez, Carlos Guillén y Francisco Rodríguez y muchos más, quienes han manifestado su agradecimiento al presidente de la República, Hugo Chávez, por las políticas deportivas implementadas, en las que lo primordial es el apoyo al atleta.
El comandante señaló ayer en su programa Aló, presidente lo siguiente “… a mí me da mucho dolor, cada uno tiene derecho a pensar acerca de la política, la cultura, el arte, pero esto da pena ajena, yo le hago un llamado a los venezolanos que residen en Miami a que no se dejen envenenar”, manifestó el Presidente…”. A estos apátridas, que representan otros intereses, le expresamos que con optimismo vemos el futuro de nuestro deporte, que sus traiciones, mentiras y engaños no perturbaran el ánimo de nuestros jugadores y la felicidad de nuestra construcción deportiva socialista. Nuestro máximo líder señaló “…aquí estamos los patriotas contra los apátridas, viva Venezuela, viva Magglio, quien es un venezolano integral y humilde, viva la selección venezolana que está dando la cara por el país…” Suscribimos totalmente la expresión de patria que nos da Hubert Jerez Mariño, quien señala que:
“… la patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue en ella asiento a ninguna virtud.” “Quiera el cielo que sean pocos los que continúen vueltos de espaldas a la patria.”
“La patria
necesita sacrificios. Es ara y no pedestal.” “¡No se miente cuando
se lleva a la patria en el corazón!” “La patria tiene hoy una gran
necesidad, y es desertor el que no acuda hoy mismo a ella.” “Debiera
tener un astro nuevo cuando cae en la patria un hombre que la defiende.”
“Para la patria nos levantamos. Es un crimen levantarse sobre ella.”
“La patria no es comodín que se abre y se cierra a nuestra voluntad.”
“¿Qué derecho tiene a la seguridad de la patria quien no tiene patria?”
“El hombre, fuera de su patria, es como un árbol en la mar.”
“No nos resignamos a vivir sin patria.” “Cuando sin patria
se vive, ni luz del sol se recibe.” “La patria no es el juguete
de unos cuantos tercos, sino cosa divina.” “Prefiero ser yo extranjero
en otras patrias, a serlo en la mía.” “En cuanto huele a triunfo,
caen del cielo los patriotas.”“¿Se bebe agua, y se tiene que pagar
por ella, y se quiere libertad y no se quiere pagar por ella?”
En ese sentido,
el béisbol nos enseña una gran lección, ya que de ese carácter inmutable
de sus reglas nace la alternancia entre ganadores y perdedores, y al
ser contendientes sólo uno de los bandos puede vencer, pero jugando
limpio, respetando las reglas y a los árbitros del partido: El fanático
tiene la seguridad de que, contrariamente a lo que pueda suceder en
otros ámbitos de la sociedad, ni el vencedor ni el vencido pueden modificar
repentinamente esas normas, pues ellas están por encima de los equipos
adversarios. Tanto en el deporte como en la política el juego limpio
siempre debe prevalecer por encima de las diferencias, es por esto que
la tolerancia, el respeto y el mandato de la ley deben mantenerse para
lograr la convivencia ciudadana y las reglas que la hacen posible, solo
así tendremos la patria bonita para todos.
*Profesor UCV Sociólogo- Antropólogo. Doctor en Ciencias Sociales.
Representante del CNU ante el directorio del IND