Columnácida

LOS CUARENTA APOYANDO A ALI BABÁ

Estuve en San Cristóbal el sábado pasado, cuando convocaron a una concentración en apoyo a Manuel Rosales. Me sentí realmente reconfortado con mi pueblo, porque estos bichos, a pesar de llevar al “dream team” de la oposición (Aguaje, Raronsky, el abuelo Monster, y otros ratones que hacen carrera para ratas), no lograron llenar ni dos (2) cuadras de lo que yo llamo la “Zona Rosa” de Barrio Obrero. Fue tan pequeña la cosa que la bautizaron el encuentro de Alí Babá y los cuarenta ladrones...Con el agravante de  que Alí Babá, Jefe de los ladrones de siete suelas, no asistió. ¿Dónde estás? pajarito...        Nota P.S.: “Noooo. Yo no estoy huyendo de la justicia” –aseguró Manuel Rosales al llegar al aeropuerto de Panamá- “yo formo parte de la fuga de celebros que desde Venezuela se viene produciendo”...

EL PSUV TACHIRA

Debe ser reestructurado, exige Iris Varela. Y sí, deberían aplicarle las tres R, sobre todo las dos primeras R a su “Buró (in)Político”. Y echar a los que no dejan que el partido levante cabeza en el Táchira. Del trauma dejado por el desgobierno de Blanco La Cruz, pasarán más de mil años, muchos más, para reponernos. Gracias a su logro máximo, como fue el de crear el Estado más escuálido de Venezuela, deberían inhabilitarlo política y administrativamente de por vida. Y deberían tenerse mayores cuidados con un Estado a través del cual se nos puede “descoser” nuestra revolución, ya que el Imperio “le puso el ojo” y sus tentáculos económicos, para montar desde él, todo un tinglado contra-revolucionario. La guerra que -como todos sabemos- en gran parte es mediática, se acentuó en el Táchira. El desgobierno anterior lo que dejó en materia de medios, fue una cadena de alrededor de 50 emisoras evangélicas y una televisora evangélica, que no están con el proceso revolucionario. Y la pequeña red de emisoras revolucionarias fue abandonada a su peor suerte, mientras la administración Blanco le pichaba pautas mil millonarias a circuitos de emisoras privadas, que se solazaron y se fortalecieron combatiendo al experimento revolucionario, y ahora andan en góndola porque les llegó un gobierno a la medida. No sabemos si con los recortes, al sacar la cuenta (como dice la cuña) reciban más dinero del actual gobierno (de Pérez Vivas), que el que recibieron del capitán bolivarero y cristiano, Ronald Blanco.

PRECISIÓN EN CUANTO AL MENTADO CARACAZO

Recuerdo que el 27 de febrero de 1989 en horas de la tarde, llegué a Maiquetía. Se estaban produciendo las protestas y los saqueos. No bajaban taxis ni camioneticas al aeropuerto. Fui entonces a pie hasta el terminal internacional, donde me conseguí con un  autobusete de Viasa, que esperaba por una tripulación para llevarla a Caracas. Afortunadamente venían en un vuelo del exterior, trabajadores de Viasa a  quienes conocía y me dieron el aventón hasta la sede de la línea aérea en Caracas. Subimos por la autopista, ya caída la noche. Barricadas y cauchos incendiados nos conseguimos, y frente a uno de los barrios que bajan hacia esa carretera se echaban plomo, pobladores del barrio y guardias nacionales. Al pasar por la “Francisco Fajardo”, a la altura de San Agustín, todavía corrían apresurados algunos compatriotas llevando el fruto de lo saqueado. Esa noche y las posteriores, porque decretaron un toque de queda que prohibía salir después de las seis de la tarde, dormí casa de una amiga en la zona de El Marqués. Desde tempranas horas de la tarde pude escuchar los motores de los aviones y avionetas de muchos poderosos (para la época) partiendo desde La Carlota. Se volaron casi todas las aeronaves de la burguesía de aquel entonces y sus componentes salieron del país. Más tarde, en horas de la noche y al amanecer del día 28, llegaron aviones militares Hércules 130, llenos de soldados que trajeron desde diversos puntos del país. Y a partir de aquel día, del 28 y no del 27 como suele decirse, es que comenzó la matazón planificada de pueblo. Recuerdo como si lo estuviese viendo, cómo los camiones del ejército aparecían por las calles de Caracas y desde ellos disparaban al aire para amedrentar, y luego se introducían en los barrios pobres de la ciudad a masacrar a nuestro pueblo pobre. Como durante esos días, ocurrió en los barrios de Campo Rico y San Miguelito, aledaños a El Marqués, y entre la California Norte y Petare. Pero también en Catia, el 23 de Enero y otras zonas aguerridas de Caracas.

¿CUAL PRECIO DE LA GASOLINA ?

El detonante de aquella rebelión popular, lo constituyó el alza de los pasajes interurbanos entre Guatire-Guarenas y Caracas, que pretendieron justificar con el alza del precio de la gasolina. Que como todos sabemos es la más barata del mundo. Pero la verdad es que esa fue la gota que rebasó la copa de aquel momento, ya que cuando culmina el nefasto gobierno de Lusinchi y comienza la segunda traición de Pérez, la realidad socio-económica se expresaba en una situación de marginación en la que se encontraba el 80 % de la población venezolana, en la que la pobreza crítica era de casi la mitad de ese porcentaje.

PUEBLO QUE OLVIDA, REPITE SUS ERRORES

Por aquellos tiempos unas cuatro mil familias (el 0,1 % de la población apenas) vivían en la opulencia. Unas quince mil familias (aprox. el 0,3 %) viven con relativa holgura. La llamada clase-media venezolana se había reducido al 13,6 %. La clase obrera estaba conformada por unos siete millones de paisanos (37,6 %) y cerca de ocho millones (el 40,34 %) son marginados de casi todos los beneficios que ofrecía aquel país avasallado por el Fondo Monetario Internacional. Este cuadro demencial configuraba una realidad altamente explosiva debido a los abismos, desigualdades e inequidades entre unos y otros venezolanos. La banca mandaba y “todos trabajábamos para la banca”. Para aquellos momentos,  
el 5% del empresariado concentraba el 70% de la producción. Y ya la pobreza, que crecería después hasta el 82 %, ya alcanzaba al 50 % de la población. Con el agravante de que la mal-llamada “clase” política se apoderaba por la vía de apropiaciones indebidas y de la corrupción generalizada, de casi todo el presupuesto nacional. Y no contenta con esos montos incalculables, endeudaba externamente al país, para continuar saqueándolo. 

DESEMPLEO E INFLACIÓN QUE JUGABAN GARROTE

Con este cuadro de creciente acumulación de riquezas por parte de unos pocos, un altísimo índice de desempleo y las liberaciones de precios de todos los productos de consumo, se exacerbó el conflicto social que estallaría por cualquier causa y con cualquier excusa. Ah! Pero nos quedó el trauma de la gasolina, al cual se le teme todavía. A pesar de los anuncios esporádicos de que se va a aumentar su precio, a pesar de que todos en nuestro país sabemos que estos precios son ridículos y están por debajo del costo de producción, a pesar de que la mayoría contundente del transporte público masivo no utiliza gasolina sino gasoil... ni este gobierno revolucionario se ha atrevido a aumentar este precio. Y seguimos subsidiando primordialmente a los más adinerados, quienes son los que más la despilfarran.

SE HA PERDIDO OTRA OPORTUNIDAD

Con la excusa de la crisis mundial  -y sin ella-  yo pensé (porque ya es tiempo) que subirían al menos la de 95 octanos. Y que la llevarían por encima de su costo de producción para que por lo menos compensara la pérdida de producir tanto la de 95 como la de 91 como el gasoil. Y lo otro es algo que vengo denunciando desde hace varias ediciones y que tiene que ver con la conversión de los vehículos automotores para que se muevan con gas, que es todavía más barato que la gasolina. Este programa no solamente tiene un atraso de más de año y medio, sino que ya suena como raro imaginar qué es lo que están protegiendo como negocio chimbo, de tantos de los que se cuecen en nuestro país. Porque ¿quien puede decirme por qué razón no se incluyó al Estado Táchira, el que más gasolina “consume” de todos los del país, en el plan de “gasificación de vehículos ? Se han incluido 12 estados, y dentro de ellos no está el Táchira. ¿A quienes estamos protegiendo, en contra de los intereses del país ? Porque por allá los pobladores hablan muy mal de unas “autoridades” vestidas de verde, que dizque están llamadas a defender los intereses de la patria, y los delatan como los grandes beneficiarios de la extracción de gasolina hacia Colombia, que es lo que “hace” que un Estado como Táchira, aparezca consumiendo 120 millones mensuales de gasolina...!!! Pero lo peor no es eso. Nooo! Lo peor es que del otro lado de la raya limítrofe, se encuentran grupos paramilitares que también visten de verde y que han hecho del negocio de la gasolina, llevada a Colombia de contrabando, como su más exitoso negocio. Y precisamente esos sujetos han sido señalados como la principal amenaza que tiene nuestro país hoy en día, con sus manifestaciones de muerte en uno y otro lado de la frontera compartida.

UNA REDUCCIÓN DRÁSTICA Y UNA GANANCIA SUBITA

Una medida contundente para contrarrestar la crisis que -como todavía decimos- no nos ha “tocado”, sería comenzar a “gasificar” vehículos precisamente en el Estado del país que más “consume” gasolina. Y vender esa gasolina que hoy enriquece a unos cuantos corruptos venezolanos y a otros cuantos paramilitares colombianos, a precio internacional en otros mercados. ¿Es que no hay nadie que le pueda decir eso al Presidente? O es que les van a dejar -hasta lo último que se pueda- este negocio corrupto y corruptor a los que lo manejan hoy...(?). Yo tengo entendido que el Plan de Gas para Vehículos Automotores comprende la gratuidad de la conversión de los motores y hasta el suministro gratuito del mismo gas natural para que funcionen los motores. Ese Plan podría hacerse extensivo hasta los colombianos, como un programa oficial revolucionario, mediante el cual le ofrezcamos a nuestros hermanos, el gas a precios irrisorios y hasta les demos facilidades para convertir sus vehículos. Ah! Pero parece que hablamos mucho de combatir la corrupción, pero poco hacemos en ese campo... desgraciadamente.

EL PETRÓLEO ENTRISTECE A ALGUNOS 

Los precios continúan en aumento, y parecen ir a situarse entre 50 y 60 dólares para este año. Recuerdo que en dos oportunidades anteriores, a través de esta columna, expresé enfáticamente que no estaba de acuerdo con estimar en 60 dólares el precio del barril petrolero venezolano para calcular el presupuesto ordinario del 2009. Es más, pregunté que si era que no querían dejarle ingresos excedentarios al Presidente para financiar las buenas cosas que se le ocurren o le sugieren sus buenos asesores...Hoy, el tiempo me dio la razón. Lo otro que predije fue el índice de inflación al cierre del 2008, del cual afirmé que superaría el 30 %... y así fue... Con los datos manejados hasta ahora, predigo que la inflación no va a ser tan alta como en el 2008, porque ya se está notando la influencia de las emocionalidades que son las que hacen de la Economía una de las ciencias más inexactas que existen en el mundo. La gente se está “guardando”. Y se viene guardando desde diciembre pasado, cuando comenzamos a hablar abiertamente de la crisis mundial. Eso produce las reducciones en los índices de inflación, y la merma en los precios del petróleo marcan la reducción del Producto Interno Bruto (PIB), del cual ya están diciendo que no vamos a pasar de un crecimiento de 2 %. Yo creo que vamos a sobrepasar al menos en dos puntos ese indicador, gracias a las medidas protectivas tomadas por el gobierno nacional, a los nuevos negocios que está emprendiendo el Presidente en la actual gira, al manejo del control de cambio como se viene haciendo, y al crecimiento de la producción y la productividad en rubros en los cuales habíamos perdido terreno o no habíamos probado nunca. 

OJALA NUNCA IMPORTEMOS ESTO 

La podredumbre moral que ronda al ejército colombiano es de tal magnitud, que los asesinatos a mansalva, denunciados y puestos al descubierto, realizados solamente para inflar las cifras de la “guerra antiterrorista” y conseguir no solamente premios, recompensas y condecoraciones, sino incluso el visto bueno y las gratificaciones económicas del Imperio, ha impulsado procesos judiciales que han traído la renuncia del Comandante en Jefe del Ejército, general Mario Montoya (aunque lo compensan con una embajada), y la destitución de 27 miembros de las Fuerzas Armadas de ese país, entre ellos tres generales (más). A esto se suman las mentiras de los partes de guerra, según cuyos resultados, si fuesen verdaderos, la guerrilla no existiría, por la cantidad de bajas reportadas a la prensa nacional e internacional. En los últimos 6 años -según esos pinochos- se han producido 114 mil muertos en enfrentamientos entre guerrilleros y paramilitares. 

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Manuel Rugeles A.


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