A 100 días de haber iniciado la gestión al frente del Rectorado de la Universidad Iberoamericana del Deporte, tanto yo como el equipo que me acompaña, podemos sentirnos más que optimistas y complacidos por los logros tangibles alcanzados durante este periodo, dado que el reto asumido en la conducción de esta Universidad no es tarea fácil, pues lo hemos asumido a partir de la ruptura con los vicios que han pretendido inocularse en todas sus estructuras.
Nuestra institución educativa surge al calor del cambio de paradigmas: pretendemos transitar de una educación decadente, que la revolución pretende enterrar por estar al servicio de los intereses más nefastos, contrarios al bien nacional, a lo que representa el internacionalismo bolivariano, materializado en iniciativas como el ALBA.
Esta universidad materializa la más genuina expresión de solidaridad con los pueblos del mundo, así como el baluarte ideal de una educación incluyente que reclama la formación de hombres y mujeres para la patria latinoamericana, comprometidos con la causa del socialismo, único sistema político que nos garantiza la equidad y justicia social.
Durante este período, se han creado nuevas bases orientadas hacia la modernización institucional, comenzado por un proceso de revisión administrativa, que nos permita ajustarnos al nuevo modelo de gestión transparente, guiada por la ética y praxis revolucionaria. En tal sentido, las reivindicaciones en materia laboral han sido concebidas como una prioridad dentro de nuestro plan de trabajo, entendiendo que los compromisos que durante años fueron desatendidos, constituían una necesidad impostergable.
La revisión, la rectificación y el reimpulso de manera permanente son nuestro norte y devenir en el ejercicio de nuestras funciones, en cohesión con las directrices emanadas desde el Ejecutivo Nacional a través del Ministerio del Poder Popular para el Deporte y el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, ambos plenamente involucrados con el accionar de esta institución, cuyos esfuerzos están dirigidos finalmente a la consolidación del Proyecto Simón Bolívar, liderado por nuestro Comandante-Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
En síntesis, nuestras principales metas para los meses venideros se centran en dos objetivos principales:
1 - Alcanzar la estabilidad laboral de los obreros, empleados y personal docente de la Universidad Iberoamericana del Deporte, la cual es una meta de suma importancia que solamente se puede alcanzar con un equipo comprometido y dispuesto a sacrificarse por el proceso de cambio que en la actualidad vive nuestro país y muchos países latinoamericanos.
2 – Culminar las obras civiles en la sede académica: biblioteca, comedor y tintorería, necesarias para mejorar la calidad de vida de nuestros estudiantes.
Lograr estos objetivos constituye la primera parte de muchas otras iniciativas que deben llevarse a cabo para lograr egresar a profesionales educados bajo un nuevo paradigma, donde el compromiso con la sociedad es la directriz de su accionar. De lograr estos objetivos nos sentiremos satisfechos y así podremos decir: ¡Misión cumplida!
(*) Dr.
Rector de la Universidad Iberoamericana del Deporte