Se abre una brecha para volver a retomar el camino, que se nos había olvidado, está para la izquierda

La discusión comienza a salir del lodo paranoico del “magnicidio” (I)

Lo mejor del impacto de las declaraciones descritas en las conclusiones del encuentro de los intelectuales de izquierda, son dos cosas, por un lado, eso que ellos denominaron “híperliderazgo”, como que no tiene mucho de mentira, porque afirmando, en palabras del mismo Vladimir Acosta, que “el presidente Chávez es el alma, la vida y el líder del proceso político por el que estamos atravesando”, la cuestión de fondo se traduce en quien o quienes más hacen propuestas y discuten con relación a las formas en cómo se está desarrollando y hacia dónde se está orientando el proyecto político iniciado en 1999. Es que pareciera que a Chávez le da escozor colocarse en la misma posición que el colectivo, habla de los intelectuales y de su “pedestal ilustrado”, cuestión que comparto por demás, pero no se da cuenta del “obelisco” en el que se encuentra parado y desde el que se dirige al pueblo Venezolano. “Obelisco” que se ha construido él, con ayuda de sus burócratas aduladores, del pueblo, de la clase burguesa con la que pacta y con el resto de la sociedad, que no se atrevió durante mucho tiempo sino a “leer entre línea” sus discursos, revisar las patéticamente denominadas “líneas de Chávez” y a cuidar a la esfinge, de un posible magnicidio que secaba el debate y que encontraba enemigos en todos lados, pero que no ha permitido ver las sanguijuelas que tiene pegadas en su piel. Pero, ¡son útiles por que hacen el trabajo sucio! Claro hacen bien su trabajo, ensucian lo que tocan.

Problemas o contradicciones por las que atraviesa la propuesta que se encamina hacia la construcción del socialismo, no son discutidas, nos hacemos los de la vista gorda, aplaudimos y a veces lamentablemente adulamos, sin ni siquiera saber de donde provienen. Sin ánimos de ser “escuálido” o “hípercontrarrevolucionario”, no vemos que delante de nuestras narices están operando prácticas políticas que no tienen absolutamente nada de liberadoras. Por ejemplo, entre los principios de la propaganda NAZI elaborados por Goebbels, encontramos que en el tercer elemento se desarrolla la idea del principio de la transposición, que consta en “cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con ataque. Si no puedes negar malas noticias, inventa otras que distraigan”. Práctica hegemónica, y asesina de toda idea que se considere enemiga. Claro, a más de uno se le bajarán los calzones y se pondrá los lentes y me acusará de “híperloqueledélagana”, porque para acusar y señalar, sí está presta la defensa, ¿pero vernos las costuras? La compatibilidad con experiencias atroces de la historia nos indica que para donde vamos no es el llegadero.

Que no mueran los movimientos sociales, que son la verdadera vida de toda revolución, bajo la égida dominante del PSUV, o que estos se vean arropados por los cargos burocráticos que ofrece la institucionalidad del Estado, que mantiene viva la lógica clientelista ADECA, que absorbe, desmoviliza y desintegra; observar que el discurso y la práctica oficial, lo único que ha hecho durante los últimos 48 meses, cuando menos, ha sido fomentar la consolidación del sistema capitalista, nace la necesidad de reorientar la política estatal hacia una verdadera economía social, que transforme realmente las relaciones de producción existentes en el país; planificar estrategias que se encaminen a esclarecer ideológicamente el camino a seguir, manteniendo el espíritu crítico; además de cuestionar el accionar de los medios de comunicación; fueron grosso modo las propuestas concluidas en el evento de los denominados intelectuales. Que cabe destacar, no son híperextraterrestres, ni híperburgueses, mucho menos híperantichavistas, son un sector que propone cuestiones que pretenden abrir la brecha hacia el socialismo.

Son simplemente un sector de la sociedad que abrió una verdadera híperdiscusión, que se encontraba adormecida, aletargada y además con aires de complicidad. Señores, es una discusión que elevó un colectivo, no un señor. Señores el reimpulso esperado lo propició un colectivo, que cunde de su euforia a otras organizaciones. Damas, vuelve la luz a nuestra construcción masiva de la vía al socialismo. Damas, caballeros, jóvenes e intermedios, intelectuales todos, de la mafia “híperchavista” nos deslastramos ahora y retomamos la discusión de fondo que no totaliza las conclusiones a las que llegaron en el CIM, o este proyecto político, que no es del todo irreversible, sigue el curso de la derecha.

No me da la gana de aceptar ya la verborrea acusadora y paranoica del contrarrevolucionario. Hay oxígeno, respira y cuestiona. Comienza la labor que algunos tenían adormecida.

Carlos_rivas_45@hotmail.com



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Carlos Rivas


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