El Plan Patriota “2” y la invasión paramilitar a Venezuela

Si queremos entender el trasfondo de la invasión paramilitar a Venezuela de la semana pasada no debemos olvidar que el Presidente Alvaro Uribe Vélez fue el único presidente suramericano que apoyó incondicionalmente a Bush en su invasión a Irak. Es decir, sus dos lógicas, la de Bush y la de Uribe, empalman, se hermanan, coinciden en la estrategia de INVADIR cuando de intereses político-económicos – fundamentalmente petroleros – se trata. Pero también sus tácticas coinciden en ser taimadas. ¿Quién pensó que la invasión a Venezuela que veníamos denunciando iba a tener una apariencia explícita, con un ejército regular? Jamás hablamos de que el ejército colombiano invadiría a Venezuela. Siempre hablamos de invasión paramilitar, de invasión encubierta, porque eso le permitiría al duo Bush-Uribe, de ser descubiertos “con las manos en la masa”, exclamar “yo no fui” y lavarse las manos pretextando inocencia, igual que como viene sucediendo con las torturas a los prisioneros irakíes.



Hablábamos de una invasión paramilitar con “soldados-campesinos” y así sucedió. Menos mal que los servicios de inteligencia venezolanos, ya advertidos, tomaron las medidas acertadas para develar el plan criminal.



¿Qué Alvaro Uribe desconocía el asunto? ¡Mamola!, como dijo alguna vez Jorge Eliécer Gaitán refiriéndose a la supuesta ignorancia del ex presidente Alfonso López Pumarejo sobre el tráfico de influencias de que era protagonista su hijo, Alfonso López Michelsen, al que por esa razón llamaron “el hijo del Ejecutivo”. Uribe sí sabía de la invasión paramilitar a Venezuela, pues esta hace parte de la segunda etapa del llamado Plan Patriota, faceta bélica antiguerrillera que hace parte integral del Plan Colombia.




La primera fase de este mal llamado Plan Patriota se centró sobre Bogotá y Cundinamarca, además del collar paramilitar conformado por Colanta, para aislar a la guerrilla de las grandes ciudades (Bogotá, Cali, Medellín). La segunda fase pretendía golpear a Venezuela para establecer un régimen que coadyuvara en las hostilidades contra la guerrilla en la zona selvática del suroriente colombiano que colinda con Venezuela[1].



Venezuela es un punto geoestratégico clave en el intento de cercar a la guerrilla colombiana en la región suroriental de Colombia. Porque no es lo mismo la presencia en Venezuela de un gobierno popular y de izquierda, como el del Presidente Chávez, que por ello mismo se mantendrá neutral en el conflicto colombiano, a un gobierno “escuálido” que, de una u otra manera, apelaría a algún artificio a través de la OEA para conformar un ejército binacional en contra de la guerrilla colombiana.



El Plan Patriota “2” se les aguó. Habrá que seguir rastreando información para ver cuál va a ser, después del proceso de verificación de firmas a final de mes, el nuevo ardid para desestabilizar el gobierno bolivariano en la búsqueda de instaurar en Venezuela un régimen oligárquico, que sirva los intereses imperialistas. La responsabilidad del ejército venezolano es enorme y hay que cuidar tanto la vida del General Baduel como la del Presidente Chávez. No olvidemos que la oligarquía colombiana es experta, como pocos, en asesinar a aquellas personalidades que la incomodan. A Chávez y a Baduel hay que pedirles, más que nunca, que se cuiden, son dos pilares fundamentales para el proceso bolivariano y, por ende, para el futuro revolucionario latinoamericano.



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[1] Ver mi carta al General Baduel del 26 de abril pasado



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Por Gloria Gaitán - Bogotá, mayo 10 de 2004/Boletin Trasfondo


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