La historia,
organización y evolución del deporte moderno en Venezuela tiene una
marcada influencia de los países Europeos (cuna de la revolución industrial
y del movimiento olímpico) y de los Estados Unidos, al igual que en
el resto del continente americano. Dentro de esta realidad es necesario
señalar que en los países ubicados al sur del continente asimilaron
y desarrollaron ciertos deportes como el fútbol y el baloncesto, (en
el caso del fútbol se hizo dominante en Argentina, Brasil, Uruguay,
Chile y Paraguay) en cambio aquellos países situados en el norte y
el Caribe (de influencia española y posteriormente norteamericana,
como Cuba, Puerto Rico República Dominicana, Nicaragua, Panamá y Venezuela)
se inclinaron por el béisbol. De esta manera, se fueron desplazando
en una gran parte los juegos autóctonos y tradicionales y se instaura
todo un proceso de transculturización o nueva forma de dominación
con el deporte moderno, todo ello dependiendo de las influencias culturales
que se dieron con la intervención de las migraciones extranjeras a
nuestros países. Estos deportes fueron llevados por todo el mundo,
ayer por los conquistadores y colonizadores, luego por los viajeros,
comerciantes y, posteriormente, con el desarrollo de la tecnología,
por los medios de comunicación de masas.
No es casual
la influencia norteamericana sobre los países en los que se desarrolló
el béisbol por encima del fútbol. El deporte del gran diamante es
de origen norteamericano y se ha unido de manera muy profunda con su
sentido de identidad, hasta el grado de que el himno de los Estados
Unidos de América en un inicio era canto de apertura de juegos de béisbol.
El desarrollo de intereses económicos-mercantiles durante los siglos
XIX y XX en Centroamérica, el Caribe y Venezuela condujo a inversionistas
y trabajadores especializados a desplazarse a nuestros países y con
ellos viajó todo su bagaje social, sus actividades recreativas y su
identidad. Al practicar béisbol y formar equipos locales, las personas
repetían sus patrones culturales y satisfacían sus necesidades de
esparcimiento y entretenimiento guiados por lo que les era conocido.
Para Venezuela se trataba de la influencia de empresas norteamericanas,
en especial las petroleras, que al ser popularizadas entre los trabajadores
locales dio inicio a una nueva época del deporte Venezolano.
El béisbol
es el deporte que más se ha arraigado en nuestra población (el
deporte número uno del país), y nos ha dado muchas satisfacciones
en las décadas del 40, 50 y 60, (Siglo XX) con medallas en eventos
de tipo panamericano y mundial. Asimismo en los últimos 10 años se
ha incrementado el número de peloteros en el llamado mejor béisbol
del mundo: Las Grandes Ligas (quienes han sembrado escuelas de talentos
en el país), enviando a la liga profesional estadounidense jugadores
de todas las posiciones, no solo para las del cuadro, sino también
lanzadores, receptores y jardineros.
Por su parte,
el fútbol, aunque cuenta casi con el mismo tiempo que el béisbol de
siembra en la patria, es un deporte de conjunto que, a diferencia del
béisbol, se juega con los pies y no con las manos, lo que introduce
un factor suplementario de azar y un alto nivel técnico de los jugadores,
que se complementa con una extraordinaria habilidad para servirse del
cuerpo (cintura-caderas) y de las piernas. En el fútbol también se
suscitan sentimientos apasionados de identificación individual y colectiva,
pero su balance histórico en cuanto a los triunfos cosechados en la
arena internacional es poco. Es a partir de esta primera década del
siglo XXI que comienza la expedición de nuestros mejores jugadores
por el mundo. Esa tradición negativa en los resultados en conjunto
con el poco apoyo de los entes públicos y privados, así como la poca
promoción de la que disfrutaba en los medios de comunicación, pueden
identificarse como los principales elementos que, a mi manera de ver,
han afectado su consolidación y mayor expansión entre los aficionados.
Cabe destacar
que, hasta hace pocos años, si bien el fútbol gozaba de algún apoyo,
éste resulta muy inferior al del béisbol, ya que este último contaba
con las trasnacionales de mayor peso del mundo en un mercado energético
creciente, mientras que el Deporte Rey, recibía su apoyo específicamente
de familias particulares de raíces europeas y centros educativos privados
en su mayoría religiosos. De esta manera, la ascendencia italiana,
española y portuguesa pesaba en mucho para verse dentro del mundo del
fútbol venezolano, siendo este elemento particularmente importante
en la región central del país. Por otro lado, el favoritismo y apoyo
del cual goza esta disciplina en los estados andinos, puede justificarse
en parte por la proximidad geográfica con la hermana república de
Colombia, donde este deporte tiene gran arraigo y por la cantidad de
colombianos que han emigrado a esta región desde hace varias generaciones.
Paradójicamente,
no ha sucedido lo mismo en la zona sur del país, a pesar de su proximidad
geográfica con Brasil, esto puede deberse a una serie de factores,
tales como la baja densidad poblacional, el hecho de que las poblaciones
emigrantes dedicadas a las actividades de minería son sumamente irregulares
en cuanto a sus asentamientos, las actividades económicas de la región
pueden brindar grandes ingresos por extracción de minerales preciosos,
pero el costo de la vida en la misma zona geográfica es sumamente elevado
por lo que el común de las personas disponen de menos tiempo para el
esparcimiento y entretenimiento al necesitar ocupar más tiempo para
el logro de su subsistencia, una variable adicional puede ser la barrera
idiomática, pero en zonas de frontera tal limitante se ve minimizada
por el contacto constante y las actividades comerciales.
Ambos deportes
tienen cualidades intrínsecas que lo hacen tan atractivos para su público,
como son: niveles requeridos de habilidad e inteligencia, el perfeccionamiento
de destrezas de percepción, análisis y respuestas rápidas a estímulos
externos, los cuales varían continuamente, de acuerdo a las circunstancias
del juego, Asimismo se van a identificar porque la ejecución durante
el juego va a estar sujeta a toma de decisiones en situaciones complejas
para prevenir o ejecutar jugadas tácticas efectivas del oponente o
contra el oponente. Todos se conjugan para el alto rendimiento, necesitando
de una serie de modales y gestos como son la diferenciación en cuanto
a vestimenta entre las disciplinas y de los emblemas de clubes, lo que
genera todo un mercado de colores, logotipos y de símbolos que pasa
de generación a generación, al perpetuarse la afiliación al equipo.
Para algunos estudiosos del tema, probablemente no exista en nuestra
sociedad una actividad generadora de más símbolos y signos que el
deporte.
Tanto el fútbol
como el béisbol se han convertido en un instrumento privilegiado de
numerosos aspectos de la sociedad venezolana, representado un formidable
vector de integración social y democracia. Desde este punto de vista,
ambos deportes se han convertido en escuelas de democracia, igualitarismo,
y tolerancia, pues mientras observamos el desarrollo del juego y a nuestros
deportistas, sabemos que las reglas que los rigen son universales, que
todos deben respetarlas, que son claras y precisas y que un árbitro
esta allí para aplicarlas incluso en medio de la mayor barahúnda,
confusión, desorden o alboroto y todos deben respetarlas.
Un punto importante
de reflexión es que la capacidad del trabajo en equipo supeditándose
a las reglas es lo que marca el advenimiento de la adultez de un pueblo,
en el cual se acepta que la ley está más allá de sus querencias y
deseos de particulares .Por eso, el fanático tiene la seguridad de
que, contrariamente a lo que sucede o pueda suceder en otros ámbitos
de la sociedad, ni el vencedor ni el vencido pueden modificar repentinamente
esas reglas, pues ellas están por encima de las pulsaciones de los
equipos adversarios. Estas actividades físicas nos enseñan que de
este carácter inmutable de las reglas nace la alternancia entre ganadores
y perdedores, puesto que al ser contendientes sólo uno de los bandos
puede prevalecer, pero respetando al otro y sabiendo que en el futuro
el perdedor puede remontarse en victoria si trabaja para beneficio y
disfrute de todos, apegándose a las reglas.
Ya para finalizar estas reflexiones queremos hacer mención a unas palabras del rector de la dignidad Dr. Jesús María Bianco “… el deporte que queremos para nuestro país, es aquel que se encauce hacia un destino mejor, con una atención preferencial y que forme ciudadanos sanos y útiles a la patria…”
Dr.
Rector de la Universidad Iberoamericana del Deporte