He leído recientemente, en los medios impresos, comentarios adversos a la próxima reforma de la LOT: “Que ahuyentará las inversiones”, “terrorismo laboral, incitará el odio entre los venezolanos”, entre otras noticias y opiniones. Lo anterior es lógico que suceda. Los medios de comunicación, radiales, impresos, televisivos, cibernéticos, dependen de la publicidad que les cancela la empresa privada; y esta viola constantemente la ley.
Por tal motivo, toda iniciativa que implique la mejora del trabajador, todo esfuerzo por mejorar las condiciones laborales, toda propuesta que implique una distribución justa de la plusvalía en beneficio de las fuerzas vivas de la producción: será atacada. De allí la alianza perfecta entre los sectores empresariales y los medios de comunicación privados. No podemos ignorar que en el sector público podemos encontrar “servidores” que ocupan cargos de dirección y que tratan a los empleados y obreros de una manera abusiva que ignora, en muchas ocasiones, la dignidad de esas personas.
Existe temor en algunos trabajadores que la actual discusión por la reforma de la LOT, se enfríe, se engavete o se postergue más de lo debido. De hecho, al leer los comentarios de los diputados que integran la comisión que propone dicha reforma, es difícil encontrar referencias escritas, de los aportes que están realizando los trabajadores del sector privado a los contenidos que se están discutiendo. La información está limitada a los aportes de organizaciones sindicales del sector públicos, algunos aportes que realizan la Federación Bolivariana de Trabajadores, colectivos laborales que hacen vida en el sector público y, como es de esperar, los comentarios negativos que provienen de FEDECAMARAS, de la CTV, entre otras organizaciones que adversan al gobierno nacional.
Existe un número considerable de trabajadores que no estamos afiliados a ningún sindicato y, lo que es peor, que no cuentan con el asesoramiento para la conformación de tales organizaciones. Es evidente la ausencia de conocimientos relacionados a los derechos que gozan los empleados y obreros. Esto por la cultura de dominación, dependencia y represión a los que han sido sometidos los trabajadores. La siguientes frases sirven de elementos persuasivos y de resignación a la posibilidad de conseguir mejoras a través de las luchas: “Si no trabajo, no como”, “La necesidad tiene cara de perro”, “Pa’ que luchar si todo seguirá igual”, “al menos me paga el salario con el que medio come mis hijos”, “es mejor no meterse en problemas, los ricos están completos”, “Lo de la defensa se lo dejo a los abogados, a mí que me den mis reales”. Y si a lo anterior, le sumamos la campaña de terror que llevará a cabo los medios de comunicación en contra de la reforma; pues, lo más probable, es que se generé un clima de tensión parecido al que vivieron los venezolanos en la propuesta de reforma constitucional del 2007.
Es necesario que rescatemos la noción de trabajador y trabajadora. El debate sobre la LOT, tiene que ser el debate del pueblo Porque ésta ley es la que garantizara que los venezolanos podamos tener un futuro mejor. Desde ya debemos crear los Consejos de Trabajadores donde no existan, y potenciarlos donde ya estén. Si en nuestro centro laboral no existe Sindicato, pues, realicemos la escogencia de los delegados y delegadas de prevención laboral bajo los lineamientos de INPSASEL (Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales). En internet, específicamente en el Facebook, un grupo de trabajadores y trabajadoras administramos un grupo que trata sobre la defensa de las fuerzas vivas de la producción, disponemos de material digital informativo sobre los pasos a seguir para realizar la escogencia de dichos Delegados, así como material de interés sobre otras áreas, asesoría y recomendaciones a seguir para tratar casos de despidos injustificados, desmejoras laborales, entre otras acciones que lesionan los derechos de los ciudadanos que venden su fuerza de trabajo.
Insisto, los trabajadores y trabajadoras debemos organizarnos y activarnos. La nación vive un momento histórico y los trabajadores somos los principales protagonistas. Es nuestro deber difundir la propuesta, dar a conocer nuestros reclamos, tomar paradas, ir a puertas de fábricas, visitar los centros comerciales, acudir a los medios de comunicación a desmentir las acusaciones que hacen en contra de la reforma. Sabemos que es importante el trabajo que hacen los diputados y diputadas, por tal motivo, debemos movilizarnos en apoyo a las acciones que están llevando a cabo y criticarles si es necesario.
“Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino”. Dijo en su alocución final el camarada Salvador Allende. Pues, nosotros podemos decir: “Trabajadores de mi patria, tengo fe en Venezuela y su destino”… Sólo desde la unidad podremos conquistar, sólo desde la fijación de objetivos comunes a todos y todas, a pesar de nuestras diferencias, podremos lograr la victoria. Hemos decidido transitar la vía al socialismo, pues que esta decisión no sea sólo una declaración, que sea una máxima a seguir, que sea el motor que dinamice las relaciones obrero-patronales y las coloque a nuestro favor. Nos toco a nosotros librar esta batalla, saldar las perdidas, dignificar a los caídos y caídas en defensa de sus derechos, hacer justicia por todos aquellos que han sufrido accidentes laborales y que los patrones no han querido indemnizar.
La movilización de los trabajadores debe darse lo más pronto posible. No esperemos a que las organizaciones políticas convoquen a caminatas y marchas… Si es por falta de recursos, pues eso no importa. Que para marchar hacen falta unos zapatos, un potecito de agua, unas pancartas improvisadas, unos objetivos claros y, lo más importante, la voluntad de cambiar el juego a favor de las fuerzas vivas de la producción. ¡Vivan los trabajadores venezolanos y las trabajadoras venezolanas!, que sirva este escrito de chispa pa’ prender la candela. ¡PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!, ¡TRABAJADORES EN MARCHA, LA REVOLUCIÓN AVANZA!
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