Me sorprendió que una fémina atacara de forma falaz con tanta saña a la promotora de la liberación feminista Teresa Forcades i Vila, también conocida por sus denuncias sobre el negocio con la gripe porcina AH1N1. Si se acepta que el principio de velar por la vida es el fundamento deseado en toda práctica privada o pública, política o discursiva, quienes comulgan con tal principio, aun siendo ateos, deberían medir su grado de apego a tales principios, comparando sus actos con la dignidad de otros, como los actos valientes mostrados por esta doctora.
Sí, la Dra. Teresa Forcades desenmascara los actores contemporáneos que han tomado a la mujer como instrumento para acrecentar su poder: Abiertamente, lo hacen las industrias farmacéuticas que conciben toda clase de pruebas con el vientre femenino junto con los niños encubados en sus entrañas. Sutilmente, lo asienten las jerarquías religiosas que convierten a la mujer en la principal esclava de la opresión masculina pasando por los discursos de la humildad hasta la prohibición del uso de métodos de protección para su propio ser (Contragolpe: Hermana Teresa Forcade i Vila revela controversia sobre Vacuna contra Gripe A: http://www.aporrea.org/tecno/n144741.html ).
LA ETICA MEDIDA POR LA RESPONSABILIDAD POLITICA DEL HABLANTE
El ataque de la articulista que escribió en aporrea contra la Dra. Forcades, compara el desarrollo de un modelo (científico?) con el aprendizaje del uso de la plastilina en kinder (sic!). Tratando de adivinar lo que la articulista quiso decir, se le puede ayudar suponiendo que ella pretendía ilustrar que, en la captación de una realidad, siguiendo los criterios del método científico, se debe tomar en consideración los rasgos que constituyen una "regularidad" o constante en la composición de un objeto de estudio y no los rasgos accidentales. Según esta lógica del campo científico extrapolada falazmente por la articulista al plano sociológico y teológico, no parece legítimo comenzar a hablar de la iglesia católica por las excepciones representadas en los grandes personajes. Resulta que las grandes revoluciones están hechas por “excepciones”, sí personajes excepcionales... y puede que estemos frente a una revolución de la feminidad!
Claro... como excepción... sí vale mencionar personajes como la propia mamá de la articulista, quien según ésta, va misa todos los domingos (incurriendo en su propia contradicción!).
¿Donde comenzamos entonces el discurso sobre la iglesia? ¿Acaso la articulista quería hablar de la responsabilidad de quienes asumen un rol destacado dentro de la iglesia y a partir de ello "comenzar a hablar de la iglesia católica"? ¿Pero es que acaso pretende esta articulista que olvidemos o desconozcamos el movimiento de teología de la liberación latinoamericana surgido de las fuentes marxistas con mártires de la lucha popular como el Arzobispo Arnulfo Romero (revolucionario jerarca!), Ignacio Ellacuría (Rector... por ende jerarca!), Gustavo Gutierrez, Jon Sobrino, Leonardo Boff y tantos conformadores de comunidades de base que han logrado transformar el discurso teológico mundial y son aliados de los movimientos de subversión contra la injusticia en nuestro contexto latinoamericano y africano.
La insinuación a hablar de iglesia católica mirando la responsabilidad desde los roles destacados resultaría contradictoria y corresponde a un discurso excluyente, tanto de la propia jerarquía como de los asépticos que en nombre del ateismo eluden recelosamente la investigación de unos de los actores contra los cuales luchan.
La visión de una iglesia desde los roles resultaría contradictoria si esa visión se utilizase para cualificar a destacados solitarios, si se le aplicase a una simple "monjita" como Sor Teresa Forcades, puesto que quienes ocupan un rol preponderante y por ende de responsabilidad dentro de la iglesia "regularmente" forman parte de la jerarquía, lo cual no es el caso de Sor Teresa Forcades.
Con los contra-argumentos previamente expuestos, hasta ahora queda en claro la ambigüedad de la tesis que intenta establecer la articulista, aunque sería mejor aceptar que no intenta ninguna, ya que de sus afirmaciones no se puede sacar algo razonablemente coherente.
Si hubiésemos seguido esa lógica conservadora centrada en otorgarle importancia a una persona según los roles obtenidos desde las instituciones, tesis tantas veces proferida por los más acérrimos "revolucionarios" contestatarios (no sólo de la articulista), entonces no tendríamos a Comandante Chávez en el poder y liderando nuestra Revolución. Primero, porque Chávez "no se formó en los cuadros de la izquierda", sino que proviene de la institución militar percibida como sustentadora del poder dominante; segundo, porque Chávez "no viene del fogueo político y ni del liderazgo popular". Según esta desatinada i-lógica de conformistas y desorientados, cómplices sutiles del poder anquilosado en la opresión, únicamente debiésemos haber aceptado a un Chávez revolucionario si él hubiese ocupado roles de responsabilidad dentro de las instituciones corruptas o ineptas que se "disputaban" el poder en el pasado! Sin embargo, los hechos han desmontado tal pseudo-argumentación. Este es un discurso que constituye toda una falacia, lo cual no amerita más explicación.
Tanto en Teresa Forcades como en el Presidente Chávez se ha evidenciado un carácter ético en su discurso: La responsabilidad por los alcances o consecuencias ante el público que pueda desencadenar, por una parte, el uso del lenguaje acerca de la realidad de la gripe porcina AH1N1, y por otra parte, desenmascarando las verdaderas circunstancias políticas de la sociedad nacional e internacional. Esta es una ética caracterizada por la transparencia, la honestidad y la sinceridad, razón por la cual se explica que incomode a muchos intereses de los poderes consolidados, quienes persisten a ocultar sus privilegios a costa de la vida de tantos inocentes en condiciones de opresión, de ignorancia y segregación.
LA INCORPORACION A UNA ESTRUCTURA DE PODER PARA SUBVERTIRLA DESDE DENTRO: FORCADES-CHAVEZ
Hablando de ateos... usualmente se piensa de ellos que son seres humanos que han perdido la esperanza, junto al debilitamiento de su capacidad para creer en el desprendimiento y en la entrega al servicio hacia el más débil sin esperar un beneficio que obedezca a tendencias egoístas de fondo. Se aprecia históricamente que los ateos, en un sentido amplio, siguen las sendas de la sospecha y por eso les cuesta formar alianzas duraderas, menos si se trata de consolidar fuerzas o talentos para mantener el poder concentrado alrededor de un núcleo económico, jurídico, comunicacional, cultural o institucional con liderazgo político.
Quienes se dicen ateos y quienes lo intentan practicar de modo coherente adolecen de esa falta de confianza en las cualidades extraordinarias de un líder, sobre todo porque dentro de ellos no hay, o se ha atrofiado, esa luz o energía que los mueva a entregarse de modo absolutamente ciego a hacer el bien por el otro y con el otro. En tal actitud dejan pasar muchas oportunidades de incorporarse al trabajo que otros hacen por ver materializadas la misma metas o ideales que los llevan a mantenerse asépticos de la religión, pensando que ya eso les abre el acceso a una condición de iluminados especiales, ignorando muchas veces que el reencuentro con las iniciativas espirituales latentes en cada ser humano puede ser la clave para potenciar un proyecto de liberación colectiva.
Cuando aparece una persona como Teresa Forcades, muchos, ya sea por incrédulos, por ignorantes o por cómplices del sistema de dominación, inmediatamente comienzan a hacer mal uso del legado de los tres maestros de la sospecha. Cuando no atinan en dar con una debilidad evidente en quienes por objetivo para atacar, entonces recurren al salvador freudiano caprichoso "Ello": Si alguien lo tiene todo, entonces ese alguien toma una iniciativa humanitaria loable porque tiene "fastidio" de tenerlo todo, "ya no quiere más nada". Tal falacia ad homine es una estafa a la crítica honesta, una estafa, típica de los cancerberos imperialistas, con la cual pretende la articulista encandilarnos para que no apreciemos los móviles que guían a Teresa Forcades en la defensa de la vida de las mujeres y niños, la denuncia de las farmacéuticas que mercadean con la salud mundial y la valiente campaña por reivindicación de la igualdad femenina.
Salvando las diferencias y los campos a aplicación del liderazgo, vale establecer un paralelismo entre el surgimiento del liderazgo de Teresa Forcades y nuestro Comandante Hugo Chávez: Ambos surgieron anónimamente de estructuras conservadoras, sin que en ninguno de ambos pesara ningún motivo de interés personal o arrebato pasional ciego o efímero. Ambos ganarían mucho prestigio y poder si sucumbiesen a las ofertas tentadoras si estuviesen movido por un interés personal. Ambos ya hubiesen traicionado la lucha reivindicadora si fuesen movidos por un arrebato pasional, puesto que la esencia de la pasión es ser intensa aunque efímera. Por estas razones, aquella adjudicación de hacer ver que Teresa Frocades actúa por "fastidio, ya no quiere más nada" o que Chávez tiene delirio libertario, pierden toda validez.
Intentar desprestigiar a alguien porque haya surgido de una estructura conservadora no se sostiene si se mira la realidad histórica. Casi sin excepción, los grandes líderes, paradójicamente han surgido desde dentro de estructuras semejantes, sin que la adhesión a una organización les quitase mérito. Por mantener el contexto del discurso, vale referirnos al Comandante Presidente Chávez: ¿Quién en sano juicio en la actualidad le discute la capacidad de liderazgo y sobre todo de renovado aprendizaje a nuestro Comandante? La respuesta: ¡a nadie!, a menos que nos queramos incluir entre quienes renuncian a pensar y colocan al televisor como guía de sus vidas.
Igualmente es válido recordar las veces que nuestro Comandante Presidente Chávez cuenta sus momentos de angustia y crisis existencial al ser testigo de tantas injusticias que veía desde dentro de la milicia, sintiéndose maniatado por la estructura militar hasta el punto de haberse preguntado dónde podía ser más útil para iniciar un proceso de transformación, si fuera de esa estructura o dentro. Continuando con el paralelismo... El Comandante Chávez interpretó bien el contexto político y el rol de las fuerzas armadas, por eso, a pesar de sus crisis existenciales, su respuesta fue mantenerse dentro para iniciar un proceso de transformación interno valiéndose del alcance de esa plataforma para construir un movimiento guiado por la meta de subvertir el orden de las estructuras de injusticia existentes en nuestro país. ¿Quién duda entonces de la posibilidad de cambiar estructuras y de influir desde dentro para incidir con mayor amplitud sobre la sociedad, como lo ha hecho el Presidente Chávez y también lo hace la Dra. Teresa Forcades i Vila? Aquí no se trata se si la institución "tolera" o no a un "disidente"; se trata de pulsar fuerzas de liderazgo: si la institución no halla argumentos para "expulsar" a la persona, sin verse afectada la misma institución, entonces hará todo lo posible por "acallarlo", ya que en las instituciones de poder es casi inexistente la palabra tolerancia. Tampoco se trata de formar la impresión que Teresa Forcades haya elegido el papel una víctima contestataria ni que el público para el actúa sea la iglesia, así como tampoco el Comandante Chávez actuaba para el público militar: Sus públicos son los pueblos con anhelos de liberación!
El contacto con la realidad histórica nos enseña que es preciso aceptar que existen seres que asumen un rol de liderazgo caracterizado por el pensamiento crítico tan acertado que incita a formar valores de resistencia contra todo modo de opresión. Seres que despliegan un liderazgo ético auténtico. Sí... con una ética que es característica de quien se libera de las limitaciones propias de la naturaleza humana y se eleva por encima de los normales mortales, invitando a una batalla de alcances tan profundos que invaden a todo espíritu noble que va tras la verdad que dignifica la vida.
sirioquintero@hotmail.com
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