Es el penúltimo invento de la derrotada ¿Coordinadora Democrática?: nos vemos en tres meses, así paso con Fujimori en el Perú. Allí se necesitaron noventa días para demostrarle al mundo que si se había dado un fraude, que el régimen era completamente ilegitimo. Todo lo cual es cierto. Tan cierto como que el señor Alejandro Toledo, el actual Presidente del Fondo Monetario Internacional y de los pulpos financieros, es repudiado por la mayoría de sus compatriotas. Este señor tiene niveles de aceptación en la ciudadanía por debajo del 10%, lo único que lo sostiene es el respaldo del señor Bush y del jefe del Comando Sur, quien lo visita casi todos los meses. Los escándalos de corrupción de Toledo, su señora y sus Ministros, son mundiales y los niveles de pobreza tienen en el desespero a millones de ciudadanos que han protagonizado grandiosas explosiones de rabia y protesta contra la mentira y el cinismo de los gobernantes.
Sin embargo, a los autores de este nuevo truco, como los otros que comparan al Presidente con Hitler, con Pinochet y no se con cuantos dictadores más, se les paso por alto un pequeño detalle: que Hugo Chávez no es Alberto Fujimori y que Venezuela no es el Perú de este siniestro personaje, quien impuso el modelo neoliberal y protagonizo los mas escabrosos escándalos de corrupción, con los millones de dólares de las privatizaciones de las empresas estatales, entregadas a precios de ganga a las multinacionales gringas y españolas.
La comparación solo cabe en la fantasía de la cúpula opositora derrotada el pasado 15 de agosto. Es un globo para consolarse y consolar a la dispersa fuerza de choque del imperialismo yanqui y de la vieja oligarquía puntofijista, que ahora por boca de CAP amenaza con la violencia la integridad del Primer Mandatario y del proceso revolucionario bolivariano.
No sobra repetírselo a estos delirantes y a sus “intelectuales orgánicos” del Universal, el Nacional y demás panfletos –que en eso se han convertido todos estos “periódicos” sin ningún nivel profesional-, que nunca Venezuela, ni cualquier otra nación latinoamericana, exceptuando Cuba, han disfrutado del nivel de libertades, democracia y posibilidades de los sectores populares excluidos, como el que se ha dado en los últimos años, con la Revolución bolivariana que lidera el Presidente Hugo Chávez.
Después de conocidos los resultados de la ratificación y de observar el examen de la auditoria, el cuento de la espera de los tres meses que se lo crean ellos. Al pueblo lo que le corresponde es preparar las elecciones regionales de septiembre, para profundizar las transformaciones revolucionarias que tanta esperanza producen en los pueblos del continente y el mundo.
Allá ellos con su consuelo Fujimori.
El Presidente Chávez, la revolución bolivariana y el pueblo proseguirán en la titánica tarea de derribar los aberrantes privilegios de los poderes oligárquicos e imperialistas. Es lo que siempre hace una revolucion.