México, 20 de Ago. ABN.- El Gobierno de México manifestó formalmente en un comunicado su respaldo a la solicitud realizada por la empresa Cementos Mexicanos (Cemex) de continuar las negociaciones con el Gobierno venezolano “sobre la base de los principios de diálogo, trato no discriminatorio, concertación y apertura conforme al marco legal aplicable”, así lo informó la Secretaría de Relaciones Exteriores de la nación azteca.
La declaración del Gobierno mexicano fue realizada luego de que el embajador del país azteca en Venezuela, Mario Chacón, denunció que, a su juicio, Cemex no tuvo el mismo trato que la cementera francesa Lafarge, y la holandesa Holcim en las negociaciones para acordar un precio de venta de sus acciones al Gobierno venezolano.
“Como Gobierno respetamos la decisión de los poderes venezolanos, pero estamos obligados a velar por los intereses de nuestras empresas. Consideramos que ha habido un trato discriminatorio con Cemex y no entendemos porqué”, afirmó el diplomático mexicano.
Representantes del Gobierno venezolano informaron que la decisión de expropiación de Cemex fue tomada luego de un plazo de 60 días, vencido la noche del lunes, para lograr un acuerdo de estatización entre ambas partes.
Al respecto, el ministro venezolano para Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, destacó que con la cementera Holcim se negoció la compra del 85% de las acciones por 552 millones de dólares y con la Lafarge del 89% por 267 millones de dólares, empresas que controlaban casi el 50% del mercado nacional.
Pero con Cemex indicó que fue imposible un arreglo, pues pedían mil 200 millones de dólares, muy por encima de su cotización en la bolsa de valores que es inferior a 400 millones de dólares.
Explicó que por ello se decretó la expropiación y se abrió un proceso de acuerdo en correspondencia con las regulaciones legales para la empresa, cuyo atraso tecnológico -dijo- requiere inversiones para colocarla al nivel de las otras dos.
Fuentes extraoficiales aseguran que la cementera azteca exigía mil 300 millones de dólares de compensación por sus activos, cifra muy por encima a los 819 millones de dólares que el Gobierno venezolano estaba dispuesto a reconocerle.
Un caso similar ocurrió con la nacionalización de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) llevada a cabo en abril de este año, y por la que finalmente, luego de varios meses de negociación, el Gobierno venezolano acordó pagar mil 650 millones de dólares al Grupo Ternium por el 50% de su filial Sidor.
Inicialmente, el presidente venezolano, Hugo Chávez, había ofrecido pagar no más de 800 millones de dólares por el 50% de Sidor, mientras que Ternium había cotizado la firma en 3 mil millones de dólares por el 60%.
Con este pacto, el 10% de Sidor quedará en manos de Ternium, el 70% del Estado y el 20% de los trabajadores de Sidor.