09 de abril 2009. - Miles de iraquíes, mayoritariamente seguidores del clérigo chiita
Muqtada Al-Sadr, exigieron este jueves la retirada de las fuerzas
militares de Estados Unidos, a las cuales responsabilizaron con la
violencia y el rebrote del sectarismo en la nación.
La protesta contra los ocupantes coincidió con el sexto aniversario
de la caída de Bagdad en poder de las tropas estadounidenses, luego de
la invasión de la coalición extranjera encabezada por Washington en
marzo de 2003.
Los manifestantes, a quienes se sumaron musulmanes sunnitas,
recorrieron calles de la capital para reclamar el cese de la presencia
foránea en respuesta al llamado de Al-Sadr a todos los iraquíes para
unirse a la marcha en la céntrica Plaza Firdous.
El 9 de abril de 2003 fue derribada en esa plaza la estatua del
depuesto presidente iraquí Saddam Hussein, luego apresado y ejecutado a
partir de la condena dictada en un polémico juicio.
Miles de personas cantaron canciones, consignas religiosas y
patrióticas mientras caminaban hacia Firdous y las calles adyacentes,
lo cual bloqueó el tráfico automovilístico incluso en los puentes de
Bagdad.
Altavoces ubicados en mezquitas aledañas hicieron sentir alabanzas
a Alah y mensajes en defensa de la soberanía nacional y de rechazo a la
usurpación del territorio iraquí, donde aún permanecen más de 150 mil
soldados estadounidense y otros miles de británicos.
Las fuerzas de seguridad permanecieron desplegadas en un número
superior al habitual junto a carros blindados militares iraquíes y
norteamericanos estacionados a pocas cuadras del lugar de la
manifestación.
La espiral de violencia en Bagdad, donde a comienzos de semana una
serie de bombazos causó más de 160 muertos y heridos, se repitió este
miércoles con un atentado en la principal parte chiita de la capital
con un saldo de siete bajas fatales y una veintena de lesionados.