Tegucigalpa, 16 oct. 2009 - Hortencia, también conocida como "La Pichu" , hija del presidente hondureño, Manuel Zelaya, recibió este viernes una camiseta que le obsequió a su padre el futbolista Amado Guevara, capitán de la selección hondureña que clasificó al Mundial de Sudáfrica 2010.
"Para el señor presidente José Manuel Zelaya, de su amigo Amado Guevara", escribió el jugador, en tinta negra, sobre su camiseta blanca de ribetes azules, con la "H" inscrita en el pecho.
Ante una avalancha de periodistas que cubren el desenlace de un diálogo entre delegados de Zelaya y del gobernante de facto Roberto Micheletti, Hortensia 'La Pichu' Zelaya, de 24 años, recibió la prenda de manos de la madre del jugador, Flor Guevara.
Guevara, estrella del equipo canadiense Toronto FC, estuvo el jueves en un recibimiento en la Casa Presidencial, encabezado por el gobernante de facto Roberto Micheletti, instalado tras el golpe de Estado que defenestró a Zelaya el 28 de junio.
Pero su madre afirmó a la prensa que Guevara tuvo que ir porque los seleccionados fueron llevados del aeropuerto directo a la Presidencia, pese a que les habían dicho que irían al Santuario de la Virgen de Suyapa en Tegucigalpa para agradecer la clasificación.
"Sé quienes son los jugadores que están en la resistencia contra el golpe, conozco a sus familias. Muchos no pudieron manifestarse como lo está haciendo Amado Guevara, que ha demostrado la solidaridad con el presidente", afirmó la hija de Zelaya.
Guevara, según su madre, viajó a Canadá para cumplir compromisos con su club y no logró entregar personalmente la camiseta a Zelaya, quien se refugia en la embajada en Brasil en Tegucigalpa desde que regresó sorpresivamente al país el 21 de septiembre.
"Los hondureños celebramos juntos esta clasificación, es una muestra de que unidos podemos lograr muchas cosas y que puede existir unidad en nuestro país, esta vez se logró a través del fútbol y queremos lograrlo en la política que una a la familia hondureña", comentó 'La Pichu'.
Flor Guevara es miembro del Frente de Resistencia contra el Golpe, que desde que regresó Zelaya a Honduras exige en las calles la restitución. "Yo siempre he dicho que tengo dos ídolos, mi hijo y el presidente", manifestó.
Dejando a un lado la crisis política, los hondureños estallaron el jueves en júbilo para recibir como héroes a los jugadores de la selección de fútbol que logró el miércoles la hazaña de clasificar por segunda vez en su historia a un Mundial, tras haber asistido hace 27 años al de España.
