Tegucigalpa, 19 oct. 2009 - Los representantes del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, y del Gobierno de facto de Roberto Micheletti reanudarán la mesa de diálogo este lunes, cuando se vence el plazo acordado por el mandatario legítimo para que se le restituya en el poder.
En medio de la tensión que vive esta nación y el pesimismo del pueblo hondureño ante las conversaciones que comenzaron el pasado 7 de octubre con una misión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), los tres delegados de Zelaya y el mismo mandatario rechazaron este fin de semana lo planteado por sus contrapartes y asomaron la posibilidad de considerar, durante la última sesión de las conversaciones, que sea el Congreso Nacional el que emita el pronunciamiento de la restitución del presidente legítimo.
"Hay que ir al Congreso y derogar el decreto, ya que no es facultad del Congreso quitar a un presidente de la república (...), el mismo día de mi expulsión fue el Congreso el que sesionó, me destituyó mediante un decreto y juramentó a otro presidente, el mismo presidente del Congreso que se autoproclamó presidente", informó el presidente.
Igualmente, Zelaya señaló que el diálogo entre sus representantes y los del presidente de facto Roberto Micheletti está "a punto de morir".
Por su parte, los representantes de Micheletti mantienen la posición de que la decisión debe ser tomada por la Corte Suprema de Justicia.
Las conversaciones han tenido tres postergaciones por consultas separadas sobre el único punto en el cual no han conseguido ponerse de acuerdo y no es más que devolverle el cargo presidencial que legítimamente le corresponde a Zelaya.
Por otro lado, el presidente derrocado declaró a los periodistas que le acompañan en la embajada de Brasil, no tener confianza en el gobierno de facto, pues consideró que Micheletti y su gabinete "engañan al pueblo y se burlan de la comunidad internacional".
Asimismo, exhortó al Frente de la Resistencia contra el golpe de Estado a mantener la lucha pacífica por restituir la legalidad democrática, que fue interrumpida el pasado 28 de junio consecuencia de un golpe militar.
"Vamos a resistir hasta que el pueblo obtenga la victoria (Â…) la lucha continuará hasta alcanzar un país con justicia y equidad, en una democracia verdaderamente participativa", expresó el mandatario.
Por otro lado, la dirección nacional del Frente acordó este domingo continuar la resistencia pacífica hasta la restitución de Zelaya y luego por una asamblea nacional constituyente.
Este domingo también llegó a Tegucigalpa una delegación de las Naciones Unidas (ONU) para evaluar las violaciones a los derechos humanos que se han presentado desde el 28 de junio por parte de militares de facto.
La comisión permanecerá en el país centroamericano hasta el 7 de noviembre, donde preparán un informe minucioso sobre la situación. Este documento fue solicitado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, en cumplimiento de una resolución aprobada el primero de octubre por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El objetivo de la misión es la de reunirse con los diferentes entes que apoyan el gobierno de facto como la Fiscalía, la Policía, la Corte Suprema de Justicia y el comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio; mientras que días más tarde atenderá a los organismos que se oponen al golpe como el Frente de la Resistencia.
