Tegucigalpa, 4 Noviembre 2009.- La representante del presidente, Barack Obama, en la Comisión Verificadora, Hilda Solis (Secretaria del Trabajo) mencionó en varias ocasiones “estamos tomando tiempo”, “todo se tomará su tiempo”, al tratar de responder a las preguntas de los inquietos periodistas y ante la atenta opinión popular que siguió el evento por televisión luego de dieciséis semanas de represión por parte del gobierno golpista de Micheletti.
Los esfuerzos se están 'enfocando en atraer a los diferentes grupos a tratar de poner un Gabinete y desde allí ellos van a definir”.
“Las dos personas (Zelaya y Roberto Micheletti) han dicho que quieren hacer lo mejor para los hondureños', dijo la funcionaria estadounidense colocando a ambas personalidades al mismo nivel.
Por su parte, el expresidente chileno Ricardo Lagos también dejó más dudas sobre la mesa que aclaraciones, sobre todo por su “verborrea” y porque mencionó “presidente Micheletti” en varias ocasiones, al referirse al dictador hondureño que durante más de dieciséis semanas ha mantenido al país al margen de la comunidad internacional y ha ocasionado decenas de muertes y heridos así como más de 4 mil violaciones a los derechos humanos y civiles de los hondureños.
Ante ese innegable cuadro político, Ricardo Lagos manifestó que pronto se le entregaría “un regalo” al pueblo hondureño, refiriéndose al llamado “gobierno de unidad nacional” acordado constituir por las partes en conflicto en Honduras y llamó a la comprensión de la compleja situación ante las necesarias “elecciones del 29 de noviembre”, casi el único dato que sí quedó claro para los periodistas y que hizo recordar las declaraciones que reiteradamente viene haciendo el golpista Micheletti de que las elecciones van el 29.
Ninguno de los presentes de la Comisión Verificadora, en la rueda de prensa ofrecida, en la cual también participa un representante del dictador Micheletti y un representante del presidente constitucional Manuel Zelaya, se refirió a los futuros integrantes del “gobierno de unidad nacional” ni al futuro de Manuel Zelaya, lo que se apreció como un acuerdo mayoritario entre los miembros de la Comisión, a petición de la representante de EEUU, Hilda Solis, quien se apresuró a declarar que ella debía partir rápidamente para Washington y que “todo tiene su tiempo”.
Varios analistas del conflicto hondureño consultados coinciden en reconocer cierta parcialidad de la Comisión de Verificación a favor de una de las partes que precisamente no es la que representa al pueblo reprimido por el dictador Micheletti.
