Tegucigalpa, 5 Nov. 2009El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, instó a sus seguidores a que salgan a las calles para presionar al Congreso a que lo restituya en el poder este jueves cuando se cumple el plazo previsto en el acuerdo alcanzado con el gobierno de facto de Roberto Micheletti para formar un gobierno de unidad nacional.
Zelaya instó desde radio Globo a que "todos los habitantes, aun los de la Unión Cívica Democrática, y otros líderes de la resistencia que han ofrecido hasta su sangre por la democracia" que se manifiesten este jueves para que "el Congreso no sea el causante de que no se cumpla este acuerdo".
El miércoles por la noche, los miembros de la Resistencia contra el Golpe ya se apostaron frente al Congreso para gritar "¡Mel (Manuel Zelaya) aguanta, el pueblo se levanta".
El acuerdo Tegucigalpa/San José Diálogo de Guyamuras, suscrito por las delegaciones negociadoras de Zelaya y Micheletti hace una semana, deja en manos del Congreso la responsabilidad de restituirlo, aunque no determina un plazo para ello ni qué pasaría en caso de que la mayoría de los 128 diputados rechazaran su restitución.
Tras el golpe de Estado que depuso a Zelaya el 28 de junio, una mayoría aplastante de diputados votó a favor de su destitución, a la que denominaron "sucesión constitucional".
De momento, la directiva del Congreso ha decidido oír el parecer de la Corte Suprema de Justicia y de otras tres instituciones antes de convocar al plenario.
Mientras tanto, la Comisión de Verificación del cumplimiento del acuerdo, en la que se sientan dos extranjeros -el ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Trabajo estadounidense Hilda Solís- y los representantes de Zelaya y Micheletti -Jorge Arturo Reina y Arturo Corrales, respectivamente- tenía de plazo hasta este jueves para formar un gobierno de unificación y reconciliación nacional.
"La creación de este gobierno de unidad y reconciliación es un paso importante para empezar a sanar las divisiones en nuestro país. Nuestro gobierno se mueve aceleradamente hacia su implementación para asegurar el cumplimiento del acuerdo", dijo Micheletti.
"Ya hay nombres" para la configuración del nuevo gobierno de unidad, anunció Corrales. Se trata de "personas de nuestro país muy connotadas, que no han participado en situaciones políticas recientes, y que tienen un amplio currículum y voluntad por su país", precisó.
De cumplirse los plazos previstos en el acuerdo, parece muy probable que sea Micheletti el que presida dicho gobierno de unidad y no Zelaya.
Ante las diferentes lecturas que ha suscitado la vaguedad del acuerdo, Zelaya llegó incluso a pedir a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton que aclarara su posición.
"Estamos comprometidos con el acuerdo, con su implementación", dijo el portavoz de la jefa de la diplomacia estadounidense, Ian Kelly.
Esta respuesta, que no aclara su principal inquietud -si Washington reconocerá o no las elecciones del 29 de noviembre- satisfizo a Zelaya, quien agradeció "a la secretaria Hillary Clinton y a todo el Departamento de Estado, al presidente (Barack) Obama porque la declaración era necesaria", según dijo a radio Globo en Tegucigalpa.
Algunos aliados de Zelaya, como Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han empezado a presionar también a la OEA para que no se reconozcan las elecciones del 29 de noviembre en caso de que el presidente depuesto no sea restituido antes.
Mientras tanto, Zelaya continúa refugiado en la embajada de Brasil, adonde llegó el pasado 21 de septiembre tras entrar clandestinamente en el país.