05 de noviembre 2009. - Una granada de uso militar estalló la noche de este miércoles en la estación de radio de Honduras HRN, resultando dos personas levemente heridas y provocando algunos daños menores a la cabina de transmisión.
El explosivo de tipo M-26 fue lanzado a las 22:30 (Hora Local) por desconocidos que se trasladaban en vehículo, según informó el vocero del ministerio de Seguridad, Orlin Cerrato.
"Escuché como que caía en el techo una piedra y que comenzaba a rodar. Cuando de repente fue el gran estruendo que estremeció todo", relató el operador de la emisora, Alejandro Salgado, quien tuvo lesiones en la espada, así como una segunda persona que fueron atendidos por el Cuerpo de Bomberos.
La emisora HRN, que cumplió 76 años el domingo pasado, sufrió desprendimientos del techo.
Autoridades hondureñas hallaron la espuela de la granada en la parte trasera del edificio, al este de Tegucigalpa.
Alrededor de 10 artefactos explosivos han sido encontrados en varias instituciones de Honduras desde la crisis que generó el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya.
Zelaya insta a presionar
Por otro lado, el mandatario hondureño, Manuel Zelaya, llamó a sus simpatizantes a salir a las calles para forzar su restitución a la Presidencia de su país, en vista de vencerse este jueves el plazo para el acuerdo Tegucigalpa/San José entre su equipo de trabajo y el del dictador de facto de Roberto Micheletti.
Zelaya exhortó a "todos los habitantes, aún los de la Unión Cívica Democrática, y otros líderes de la resistencia que han ofrecido hasta su sangre por la democracia" a ejercer presión en las calles para que "el Congreso no sea el causante de que no se cumpla este acuerdo", declaró desde un medio radial.
Gritando consignas de ¡Mel (Manuel Zelaya) aguanta, el pueblo se levanta", sus seguidores lo apoyaron este miércoles ante el Congreso para pedir su restitución constitucional.
El acuerdo que fue establecido hace una semana, otorga al Congreso la responsabilidad de lograr la restitución del presidente Zelaya al poder.
El pasado 28 de junio, un golpe de Estado depuso de la silla presidencial a Manuel Zelaya, y colocó como jefe de Estado de facto a Roberto Micheletti, evento que causó contínuas condenas por parte de la opinión pública internacional, exigiendo el retorno del depuesto mandatario a su cargo.
El Congreso ha manifestado su posición de consultar a la Corte Suprema de Justicia y a otras tres instituciones antes de convocar al plenario para tomar una decisión.
Por su parte, este miércoles se constituyó la Comisión de Verificación con un representante del Gobierno de Zelaya, Jorge Arturo Reina, uno del equipo de Micheletti, Arturo Corrales, y dos delegados internacionales, el ex presidente chileno Ricardo Lagos y la secretaria de Trabajo estadounidense Hilda Solís, para supervisar el cumplimiento del acuerdo de San José.
"La creación de este gobierno de unidad y reconciliación es un paso importante para empezar a sanar las divisiones en nuestro país. Nuestro gobierno se mueve aceleradamente hacia su implementación para asegurar el cumplimiento del acuerdo", dijo Micheletti.
"Ya hay nombres" para la configuración del nuevo gobierno de unidad, anunció Corrales. Se trata de "personas de nuestro país muy connotadas, que no han participado en situaciones políticas recientes, y que tienen un amplio currículum y voluntad por su país", precisó.
Manuel Zelaya cuenta con el apoyo de sus aliados de Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, quienes por su parte, han presionado a la Organización de Estados Americanos para que no reconozca los resultados de las elecciones del próximo 29 de noviembre, en caso de que el mandatario depuesto no haya sido restituido para entonces.
El jefe de Estado sigue refugiado en la embajada de Brasil desde el pasado 21 de septiembre.