Tegucigalpa, 11 nov (PL) La resistencia antigolpista de Honduras denunció una campaña de sectores empresariales para forzar a sus trabajadores a votar en las elecciones del próximo día 29 bajo amenaza de despido.
Esas presiones fueron detectadas durante una investigación del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH), informó a Prensa Latina una de sus principales dirigentes, Berta Cáceres.
Precisó que un amplio grupo de empresarios advirtió a los obreros, de acuerdo con los testimonios recogidos, que deben certificar su votación en los comicios o de lo contrario perderán sus empleos.
Agregó que para ello deben presentar la mancha de tinta en sus dedos, uno de los pasos aplicados en las mesas electorales a las personas que ejercen el sufragio.
Bajo esta presión empresarial se intenta imponer un proceso electoral ilegitimo que sólo responde a los intereses de quienes han dominado el país por décadas, afirmó Cáceres.
La dirigente indígena presentó también la denuncia en un acto ayer del Frente Nacional contra el golpe de Estado en la plaza La Merced, contigua a la sede del Congreso Nacional.
Esa amplia alianza de fuerzas sociales y políticas decidió el domingo pasado desconocer los resultados de las elecciones, al considerarlas una farsa para intentar legitimar el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Por similar razón, el candidato presidencial independiente, Carlos H. Reyes, retiró el lunes último su inscripción del Tribunal Supremo Electoral.
Tanto Reyes como el Frente exigieron, para participar en los comicios, la restitución del orden constitucional y el presidente legítimo, Manuel Zelaya, para lo cual fijaron como plazo máximo el pasado día 5.
Cáceres aseguró que el Frente de Resistencia Nacional se consolida en los barrios y colonias del Distrito Central.
Para la dirigente indígena, la fuerza popular es indetenible, pues las herramientas de la comunicación alternativa y la educación política se están fortaleciendo en estas zonas.
Esta metodología de formación popular acrecienta el rechazo a la farsa electoral que montan los oligarcas fascistas que financian el régimen de facto, explicó a Prensa Latina.