13 de noviembre 2009.- El alcalde hondureño de San Pedro Sula, la segunda ciudad de importancia del país, Rodolfo Padilla, anunció este viernes que se unirá a los otros 55 candidatos a ese escaño que se negaron a participar en las elecciones convocadas por el régimen de facto para el 29 de noviembre, por considerarlas ilegítimas.
Padilla argumentó su decisión tras afirmar que "al no darse en la actualidad dichas condiciones, es contrario a mis principios, convicciones y valores legitimar procesos electoreros que pretenden consolidar los abusos, crímenes y atropellos perpetrados por los responsables del golpe".
Afirmó que sin el restablecimiento de la institucionalidad es imposible celebrar unos comicios transparentes como lo demandan el pueblo y la comunidad internacional.
El funcionario iba a participar en las elecciones para optar a la reelección como alcalde de San Pedro Sula (norte), pero se niega a la realización de los comicios bajo el régimen ilegítimo.
Alrededor de 110 candidatos a alcaldes y 55 a diputados anunciaron el jueves que no participarán en las elecciones del próximo 29 de noviembre en Honduras, por estar en desacuerdo con el golpe de Estado militar de junio pasado.
El primero en presentar su retiro fue el aspirante presidencial independiente, Carlos Reyes, tras denunciar que las autoridades que usurparon el poder luego del golpe de Estado contra el gobierno del presidente constitucional, Manuel Zelaya, buscan armar una farsa para legitimar al régimen de facto.
"Definitivamente no se ha vuelto al orden constitucional, no se ha restituido al presidente Manuel Zelaya y nosotros no podemos participar en elecciones en condiciones de ese tipo. Eso sería legitimar a los golpistas", explicó Reyes.
Dos comisiones representantes de las partes enfrentadas en Honduras firmaron el 30 de octubre un acuerdo bautizado Tegucigalpa/San José, para buscar una salida a la crisis nacional generada por el golpe. El pacto contempla en el punto 5 la discusión en el Congreso de la restitución del mandatario constitucional, Manuel Zelaya.
El Parlamento maniobró para retrasar la votación y el jefe del régimen de facto, Roberto Micheletti pretendió conformar él mismo un Gobierno de Unidad, El nacimiento de ese gabinete es otra de las condiciones que figuran dentro del convenio.
Un senador demócrata estadounidense consideró que el acuerdo fracasó por el abrupto cambio de postura de la Casa Blanca frente a Honduras, al anunciar que avalaría los comicios, independientemente de si Zelaya era restituido o no.
"Reconocer las elecciones aún cuando el régimen de facto no cumpla con sus compromisos causó el fracaso del acuerdo que el propio Departamento de Estado ayudó a negociar", dijo John Kerry, jefe de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Diferentes gobiernos latinoamericanos, la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Grupo de Río y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) anunciaron que no avalarán el proceso si no es restituido el orden institucional.
Zelaya, quien desde el pasado 21 de septiembre permanece alojado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, mantiene la lucha pacífica junto a las fuerzas populares agrupadas en el Frente de la Resistencia contra el golpe.