24 de noviembre 2009.- Tegucigalpa / El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, dijo hoy que EEUU cometió un "delito contra la democracia" al cambiar su posición respecto al golpe de Estado que lo sacó del poder y aseguró que ese país y Panamá pueden ser sancionados por violar la Carta Democrática Interamericana.
"Cuando el Departamento de Estado (de EEUU) dijo que ya la prioridad no era mi restitución, sino las elecciones, cometió un delito en contra de la democracia", dijo Zelaya a Efe por teléfono desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra desde el 21 de septiembre tras volver al país.
"Estados Unidos y Panamá pueden ser sancionados por la OEA (Organización de Estados Americanos) en los próximos días, pueden ser sancionados también por las Naciones Unidas en los próximos días", afirmó.
Esa sanciones serían "por violar la Carta Democrática Interamericana, por desacatar las resoluciones de la OEA, de las Naciones Unidas, el espíritu del plan Arias y el espíritu del Acuerdo Tegucigalpa-San José", sobre su restitución, expresó.
Estados Unidos y Panamá han expresado su respaldo a las elecciones del próximo domingo en Honduras, que el resto de la comunidad internacional amenaza con no reconocer si no se restituye a Zelaya, derrocado el pasado 28 de junio.
La ambigüedad de EEUU: Elecciones no pueden ser "medio legales"
Zelaya insistió en cuestionar la "ambigüedad" de EEUU ante la crisis hondureña, que, señaló, puso de nuevo de manifiesto ayer en la OEA el secretario de Estado adjunto para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, al decir que las elecciones son "necesarias", pero "no suficientes para restaurar el orden democrático".
"O las elecciones son legítimas o no son legítimas (...), pero no pueden ser medio legales", dijo el depuesto gobernante hondureño.
Otra muestra de esa "ambigüedad" estadounidense es que "me reconocen a mí como presidente pero están atendiendo las órdenes de (Roberto) Micheletti", el mandatario de facto hondureño, y eso "destruye la Carta Democrática", aseguró.
Zelaya manifestó que Estados Unidos mantiene esa actitud a pesar de que "no se concretó el acuerdo que se firmó" el 30 de octubre pasado entre una comisión suya y una de Micheletti para buscar una salida a la crisis.
"Estados Unidos, en vez de pedir que se cumpliera lo que se había firmado, lo que hizo fue fortalecer la dictadura al decir que se podían hacer las elecciones sin mi restitución, cambió las reglas del juego", aseveró el depuesto presidente hondureño.
"Esto está destruyendo las bases del sistema jurídico político de América", dijo, y añadió que "Estados Unidos no dio el golpe de Estado, lo que está es blanqueando el golpe de Estado".
Zelaya insistió en que las elecciones tienen "vicios de origen" al estar en manos del régimen de facto y que al no haber observadores de la OEA y las Naciones Unidas existe la "inmensa posibilidad de fraude electoral".
Por ello, reiteró, las elecciones "van a ser impugnadas jurídicamente, tienen que ser anuladas, tendrán que repetirse cuando se restaure la democracia".
Al ser preguntado sobre si él las anularía de ser restituido, respondió: "Yo no puedo anularlas porque no soy juez, las instancias jurídicas tendrán que analizar las impugnaciones".
Zelaya reiteró que no confía en el Congreso Nacional, que el 2 de diciembre próximo debatirá, en cumplimiento del acuerdo del 30 de octubre, si lo restituye o no en la Presidencia.
"No tengo ni la menor duda de que esa es otra trampa", afirmó, porque "después de la elección no tiene ninguna legitimidad el hecho de venir a discutir un acuerdo que está violado por el Gobierno de Micheletti" al pretender dirigir un Gobierno de reconciliación.