Naciones Unidas, 25 nov (PL) La distribución en la ONU de una carta del presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya, al norteamericano, Barack Obama, reactiva hoy aquí el tema de la crisis que vive ese país centroamericano.
La misiva fue remitida hace 10 días por el mandatario hondureño, depuesto por un golpe de Estado el pasado 28 de junio y que desde septiembre se encuentra alojado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Copias del mensaje destinado al jefe de la Casa Blanca fueron enviadas también al secretario general y al presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon y Alí Treki, respectivamente.
La distribución de ese texto en la ONU tiene lugar a cuatro días de la celebración en Honduras de elecciones por las autoridades golpistas, quienes incumplieron un acuerdo que habían suscrito con Zelaya el 30 de octubre.
En su carta al gobernante estadounidense, el presidente hondureño anunció su rechazo a retornar a su cargo para no avalar una maniobra que trata de encubrir el golpe militar que lo derrocó.
También censuró a Obama el cambio de posición a favor de las fuerzas que rompieron el orden democrático en Honduras y criticó el respaldo de Washington a los comicios del próximo domingo.
Zelaya advirtió sobre el carácter ilegal de esas elecciones amparadas por un régimen de facto y la falta de garantías de igualdad y libertad en la participación ciudadana.
Se trata, dijo, de una maniobra electoral antidemocrática repudiada por grandes sectores del pueblo para encubrir los autores materiales e intelectuales del golpe de Estado.
Realizar la consulta en esas condiciones "será una vergüenza histórica para Honduras y una infamia para los pueblos democráticos de América", sostuvo.
En su carta a Obama, Zelaya precisó que las promesas de cambio hechas por el actual ocupante de la Casa Blanca con respecto a la política de su país hacia América Latina, son negadas ahora en el caso de Honduras.
Cada vez que se derroca un gobierno legítimamente electo en América, la violencia y el terrorismo nos ganan una batalla y la democracia sufre una derrota, afirmó Zelaya en la misiva que circula ahora en Naciones Unidas.