29 de noviembre 2009.- A las 17H00 hora local, (23H00 GMT), empezaron a cerrar las mesas electorales en Honduras, tras una prórroga de una hora que anunció el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de facto, en unos comicios marcados por episodios violencia, por parte de miembros del Ejército y de la Policía Nacional, que arremetieron contra manifestaciones populares pacíficas.
El cierre de las urnas estaba previsto para las 16H00 horas (22H00 GMT), pero el órgano electoral decidió extenderlo por la "afluencia" de ciudadanos a las urnas.
"En virtud de la afluencia de ciudadanos y ciudadanas en los diferentes centros de votación", el TSE, resolvió prorrogar por una hora más las elecciones. Sin embargo, en un reciente contacto telefónico, la enviada especial de teleSUR, Adriana Sívori, reportó que la jornada estuvo caracterizada por "un alto abstencionismo".
"Había muy poca afluencia de votantes, excepto en los barrios donde es más elevada la categoría económica, en estos fue donde se vio un poco más de ciudadanos votantes", relató Sívori.
Informó que "fue reprimido el Frente de la Resistencia hondureña que se opone a estas elecciones por considerarlas ilegítimas, hay varios detenidos, varios heridos".
El Frente de la Resistencia hondureña anunció que dará una rueda de prensa en la que ofrecerá un balance de las violaciones a los Derechos Humanos (DDHH), cometidas antes y durante la jornada electoral.
Más temprano, en contacto telefónico con teleSUR la periodista hondureña Daisy Bonilla reportó que las fuerzas militares usan bombas lacrimógenas y palos para arremeter contra la marcha de la Resistencia, que ha insistido en su carácter pacífico.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA) no enviaron observadores electorales, mientras Estados Unidos manifestó de forma abierta su respaldo a los comicios.
América Latina rechaza el golpe de Estado en Honduras, con excepción de Perú, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos, Colombia y posiblemente El Salvador.
Estos gobiernos han manifestado su apoyo a los comicios ilegítimos de este domingo, convocados por el gobierno de facto de Roberto Micheletti, que usurpó el poder tras el derrocamiento del presidente constitucional, Manuel Zelaya.