02 de diciembre 2009.- Estoril, Portugal, 1º de diciembre. Los líderes de los 22 países participantes en la XIX Cumbre Iberoamericana coincidieron este martes en que es fundamental la restitución del presidente hondureño Manuel Zelaya para dar paso al orden constitucional, pero no lograron consenso sobre la elección del domingo en el país centroamericano.
Al confirmarse la división prevaleciente sobre la situación creada ante los comicios organizados por el régimen de facto y ganados por el derechista Porfirio Lobo, la Cumbre no pudo sacar adelante una declaración conjunta sobre la crisis en Honduras, por lo que Portugal, el anfitrión, emitió un comunicado "no objetado por ninguna delegación".
Tras una larga discusión sobre el tema hondureño en el que una mayoría de países latinoamericanos intentó dejar por escrito su rechazo unánime a los comicios organizados por el régimen de facto, otros amparados por el aval estadunidense a los cuestionados comicios buscaban un reconocimiento al proceso y al mandatario electo.
Ante la imposibilidad de incorporar una postura común a la declaración final de la Cumbre sobre este punto, el primer ministro portugués Jose Socrates recogió en un comunicado especial el sentir en el que sí hubo acuerdo: condena unánime al golpe militar y apoyo al restablecimiento de Zelaya en "el cargo para el que fue democráticamente electo" para concluir su periodo y el retorno a la normalidad constitucional.
Consideraron inaceptables las "graves violaciones" a los derechos y libertades fundamentales del pueblo hondureño, reclamaron el cese a la hostilidad contra la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde está Zelaya, y reiteraron su compromiso con la defensa de los principios democráticos en la región “para prevenir cualquier intento de desestabilización a gobiernos legítimamente electos.
En tanto, el presidente mexicano Felipe Calderón pidió a sus homólogos en la Cumbre preservar estos escenarios de discusión que representan los encuentros, a pesar de las diferencias entre la postura de los países integrantes o por difíciles que sean los temas.
Sin aludir expresamente al conflicto de Honduras, Calderón dijo que la Iberoamericana y otros espacios de encuentro deben servir para discutir con respeto. El mandatario se retiró de la reunión antes de que concluyera y cuando no había una definición concreta en torno a si los asistentes emitirían una postura consensuada respecto de los comicios.
El llamado de Calderón se dio tras intensos debates este lunes y martes sobre el conflicto hondureño, que polarizaron las posiciones entre quienes pugnaron por el reconocimiento de los comicios encabezados por Colombia y Costa Rica, y aquellos que se opusieron como Brasil y Argentina. Paralelamente México y España se mostraron cautelosos.
El pronunciamiento de México se hizo también en el ámbito de una Cumbre a la que no acudieron gobernantes de ocho países, casi la tercera parte de los que regularmente asisten. Entre ellos, cuatro de los más críticos al golpe de estado en Honduras y la salida que se le pretende dar mediante las citadas elecciones: Raúl Castro, de Cuba; Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia, y Daniel Ortega, de Nicaragua.
Por la mañana, Calderón se reunión con el rey Juan Carlos de España y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con quienes coincidió en que la salida al conflicto que enfrenta Honduras tras el golpe de Estado pasa necesariamente por el restablecimiento del orden constitucional.
Hablaron de la necesidad de acometer los "desafíos y oportunidades que enfrentan las naciones de la región, principalmente en materia económica y cambio climático".
El subsecretario de Asuntos Multilaterales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, dijo que México ha sido "muy claro" en su postura en torno a Honduras. Se ha insistido, dijo, en el restablecimiento del orden constitucional para lo cual las elecciones democráticas eran una condición pero no la única.
Desde La Paz, el presidente boliviano Evo Morales saludó el triunfo de José Mujica en Uruguay pero consideró que en Honduras no hubo elecciones: "Esa es una dictadura dirigida por el imperio, lamento mucho decir que con Obama si algo cambió es sólo de color y no cambió nada de contenido ideológico, programático, en Estados Unidos", pues no supo "garantizar una democracia en Honduras", reportó la corresponsalía de La Jornada.