02 de diciembre 2009.- El Congreso Nacional de facto hondureño vota este miércoles por la restitución o no del presidente constitucional, Manuel Zelaya, expulsado por un golpe de Estado el 28 de junio, mientras las fuerzas de seguridad, bajo el mando del régimen de Roberto Micheletti, mantiene alejados a los cientos de seguidores del mandatario legítimo a las afueras del órgano legislativo.
El Congreso hondureño somete este miércoles a votación el punto 5 del Acuerdo Tegucigalpa/San José, suscrito el 30 de octubre por las comisiones de Zelaya y del gobierno de facto de Micheletti, que deja en manos de los diputados la decisión de restituir al presidente constitucional.
Según este punto, los diputados de las cinco bancadas someterán a votación restablecer la titularidad del Poder Ejecutivo al Estado dirigido por Zelaya, previo al 28 de junio.
La sesión inició con la lectura de los informes preparados por la Corte Suprema de Justicia, la Procuraduría, el Ministerio Público y el Comisionado de Derechos Humanos; los cuales se han manifestado claramente en contra de restituir al mandatario para que concluya su período hasta enero de 2010 y que apoyaron abiertamente el golpe de Estado.
Las fuerzas de seguridad han establecido varios anillos en las calles alrededor del Congreso para impedir que los miles de partidarios de Zelaya y del Frente de Resistencia contra el Golpe se acerquen al edificio para presionar a los diputados.
Las personas que han logrado el acceso al Congreso, situado en el casco antiguo de Tegucigalpa, capital hondureña, también fueron sometidas a controles exhaustivos por la fuerza militar, según reportó la prensa local.
Miembros del escuadrón antibombas, acompañados por perros adiestrados, "peinaron" el estacionamiento del Congreso y cada una de las áreas del edificio, incluyendo el hemiciclo donde debaten los 128 diputados.
"Urge Mel" (Manuel Zelaya), "Viene Mel", corean los manifestantes en un grito de su lucha que data desde el mismo momento en que Zelaya fue expulsado del poder el 28 de junio.
Previo al inicio de la sesión, el diputado del Partido Nacional (PN) Rigoberto Chang Castillo declaró a periodistas que "cualquiera de los diputados que se retratara (...) sería enjuiciado por cualquier persona" por "violación de los deberes de los funcionarios".
Por su parte, el abogado y diputado del Partido Liberal (PL), Angel Edmundo Orellana, advirtió que si el plenario no restituye a Zelaya tendrá consecuencias jurídicas a largo plazo.
"Si aquí no se decreta una amnistía todos los que participaron el 28 de junio van a tener que estar toda su vida pendientes de que los procesen, porque es un delito imprescriptible. Ellos sustituyeron la voluntad soberana del pueblo", advirtió.
Zelaya necesita 65 votos en el Congreso para ser restituido.
El golpe de Estado que lo sacó de su país se dio bajo la unión conspirativa de todas las instituciones públicas de Honduras, que rechazaron la intención del mandatario constitucional de elaborar una consulta para convocar una Asamblea Nacional Constituyente.
Zelaya se encuentra de nuevo en Honduras desde el pasado 21 de septiembre cuando logró refugiarse en la embajada de Brasil bajo la venia de este gobierno sudamericano. Desde entonces ha hecho todo lo posible por devolver la constitucionalidad al pueblo que lo eligió legítimamente para ejercer el período 2006-2010.