10 de junio 2010.- El sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, denunció este miércoles un supuesto complot para accionar un nuevo golpe en Honduras, esta vez contra su administración, cuando faltan días para que se cumpla un año del derrocamiento militar del ex presidente, Manuel Zelaya.
Al finalizar una sesión del Consejo de Ministros en Gauimaca, 70 km al este de la capital Tegucigalpa, el cuestionado mandatario dijo que "quieren fregar al presidente de la República".
"Tenemos todo bien seriado, los tengo ubicaditos a todos; sé quiénes son, tengo toda la información, o sea, creo, que se han equivocado con mi sonrisa", advirtió Lobo, quien resultó electo presidente de Honduras en los cuestionados comicios del 29 de noviembre de 2009, convocados por autoridades de facto y que se desarrollaron con una pronunciada abstención.
Las declaraciones de Lobo responden a unos mensajes que recibió en su celular en los que le recomendaban que se hiciera "una buena pijama", en alusión a la ropa que llevaba el ex mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, cuando fue secuestrado de madrugada en su hogar y trasladado a Costa Rica.
Al respecto, el analista Ajax Irías, opinó que "los grupos de poder en alianza con los militares, iglesias y medios de comunicación (de Honduras) no cesan en querer ejercer el control del poder".
"A ellos no les interesa la reconciliación y la paz sino seguir manteniendo sus privilegios", agregó Irías.
Por su parte, el abogado y analista político Alejandro Alvarenga, indicó que no ve "posibilidades reales de golpe".
"Lo que están haciendo es atemorizándolo para que no eche a andar la (Asamblea) Constituyente ni vaya a traer a Zelaya porque le tienen miedo", agregó Alvarenga.
La Asamblea Constituyente fue una propuesta del ex presidente Zelaya que sirvió como detonante para que grupos de poder lo derrocaran y lo sacaran del país.
Zelaya impulsaba en la nación una convocatoria a una consulta popular no vinculante, en la que los hondureños dirían si estaban de acuerdo o no con la colocación de una cuarta urna en las elecciones de noviembre pasado. La cuarta urna permitiría votar en favor o en contra de la instalación de una Asamblea Constituyente en la nación centroamericana.
Esta iniciativa fue rechazada por el Parlamento de la nación y a partir de ese momento comenzaron los movimientos golpistas. El mandatario Zelaya fue secuestrado y obligado a abandonar el país. Fuerzas Militares lo trasladaron a Costa Rica y se instauró el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, quien hasta ese momento ejercía la presidencia del Congreso.
Micheletti usurpó el poder desde el 28 de junio, hasta el 27 de enero, cuando entregó la silla presidencial a Porfirio Lobo.
Recientemente Lobo aseguró que el ex presidente Manuel Zelaya, puede regresar a Honduras "en el momento que así lo desee", pero no aclaró si el retorno está acompañado de las garantías que exige la comunidad internacional para darle paso a un intento de recuperación de la institucionalidad en esa nación.