22 Feb. 2011 - Dirigentes latinoamericanos reaccionaron el martes en torno a la crisis en Libia, entre ellos el mandatario nicaragüense Daniel Ortega quien dijo haber expresado telefónicamente su solidaridad a Moamar Gadafi, en tanto el líder cubano Fidel Castro advirtió que Estados Unidos podría promover una invasión a la nación árabe.
Desde Buenos Aires, el gobierno de la presidenta argentina Cristina Fernández abogó por “una pronta solución pacífica” en Libia.
“Hemos estado hablando por teléfono (con Gadafi)”, dijo en Managua el presidente Ortega en declaraciones difundidas por la emisora Nueva Radio Ya.
Ortega apuntó que las autoridades libias “están buscando como dialogar, pero defender la unidad de la nación, que no se vaya a desintegrar el país, que no vaya a darse una anarquía en el país”.
“Le transmití la solidaridad del pueblo nicaragüense, a todo el pueblo libio, a él la solidaridad de los sandinistas nicaragüenses… Dios quiera que ahí esa situación se pueda resolver, se pueda superar”, añadió.
En La Habana, Castro en sus habituales “Reflexiones” que publica en la prensa cubana comentó que existe una campaña mediática en contra de Gadafi.
“Se podrá estar o no de acuerdo con Gadafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira”, escribió Castro.
El artículo fue publicado inicialmente por Cubadebate, un portal digital sustentado por el gobierno, y luego en todos los medios nacionales.
“Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días”, agregó el líder cubano.
En Buenos Aires, la cancillería expresó en un comunicado que “el gobierno argentino expresa su profunda preocupación por la grave situación en Libia, lamenta la pérdida de vidas y los actos de violencia acaecidos en los enfrentamientos”.
Hizo votos “para una pronta solución pacífica, dentro de un diálogo democrático constructivo y de absoluto respeto por los derechos humanos y la voluntad del pueblo libio”.