Debate en el CIM
Jesús León: “es importante hacer hincapié en la actualización y evolución de nuestras universidades”
Una de las premisas fundamentales que creo debe contemplar cualquier proyecto de ley o programa estratégico para el sector educativo, en especial para el sector universitario, pues definitivamente es exigir que la universidad empiece a tomar su rol y a generar respuestas oportunas a las necesidades del pueblo, porque en todo caso se debe a él.
En ese sentido, la definición de autonomía universitaria que se ha manejado hasta ahora, es un término bastante falso y mentiroso, dado a que, escudándose en la autonomía universitaria le han secuestrado los espacios al pueblo, que le pertenecen por derecho. Creo en una autonomía universitaria como principio para que la comunidad universitaria prescriba sus propios destinos.
El “Che Guevara” decía que si autonomía es para que una serie de personas o hombres armados cumpla con una serie de requisitos prescritos en la ley para entrar a un recinto universitario a cumplir cualquier facultad que le otorgue la ley no hay problema, todos estamos de acuerdo con ese tipo de autonomía, todos estamos de acuerdo con que se respeten las instituciones del Estado.
Si autonomía es el poder de decisión de 2 o 3 personas, o el derecho que le da a un claustro profesoral decidir sobre los designios de los estudiantes, los designios de nuestros programas de formación, entonces, creo que es una actitud falsa y que realmente no existe la autonomía.
En ese sentido, creo en ese principio de autonomía, pero bajo estos lineamientos y aunque la Ley Orgánica de Educación (LOE) en alguna sección ya ha delimitado lo que es la autonomía, cómo se debe ejercer, creo que debe ser mucho más profundizado, más discutido y que los estudiantes, los obreros, absolutamente todos formen parte de este debate, como lo estan haciendo.
Otro de los temas bastante preocupantes en esta coyuntura de transformación que se viene dando, no desde hace 5 años atrás, ni 2 años, sino que este tema se viene dando desde la Reforma de Córdoba, en 1918, se viene, pues, pujando por esa verdadera transformación universitaria, porque las universidades dejen de ser instituciones feudales, instituciones de dominación y empiecen realmente a cumplir su rol al lado del pueblo, al lado de la sociedad. Es importante empezar a democratizar y entender y exigir como comunidad universitaria, como estudiante y como pueblo que se empiece a cumplir y respetar el término democracia dentro de las universidades.
Porque lamentablemente, estamos viviendo una dictadura dentro de las universidades, que no es desde ahorita, sino desde hace mucho tiempo atrás, entonces, para nosotros es importante y es un tema de vanguardia y estaremos luchando por eso hasta donde podamos, es el término de la democratización de los espacios universitarios, que se democratice absolutamente todo lo que tiene que ver con el sector universitario, pasa por el voto paritario de todos, porque todos somos seres humanos y todos somos iguales; pasa por la rendición de cuentas claras de todos los que forman parte de esa comunidad universitaria; pasa por la democratización de los espacios de discusión, que por mucho tiempo los sectores estudiantiles, gran parte del sector profesoral, los obreros y administrativos fueron desechados.
No creemos en una instancia de decisión de los espacios universitarios donde no participe gran parte de la población que hace vida en la universidad e incluso fuera de ella; en este sentido, el sector estudiantil revolucionario que hemos estado al frente de la lucha en cada una de nuestras trincheras creemos que la ley debe contemplar estos elementos, porque sin eso no existe transformación universitaria verdadera.
Otro de los temas que nos preocupa es cómo debería ser la planificación del sector universitario. La planificación del sector universitario no puede ser de manera aislada, que un grupo de académicos, aunque respetamos a los académicos, un grupo de profesionales, unos sesudos analistas se van a sentar a decidir sobre qué, cómo y cuándo vamos a estudiar. Y el cómo, cuándo y de qué manera vamos a tener nuestros conocimientos y a reproducir conocimiento.
Esas instancias de planificación universitaria deben ser consustanciadas con todos los que forman parte de la planificación universitaria, como es la comunidad universitaria, entendiendo ésta como el núcleo donde convergen todos los factores que hacen vida dentro de ella, el gobierno nacional por supuesto, porque nosotros como sector estudiantil revolucionario estamos convencidos que no existe ninguna instancia nacional que pueda saber con exactitud qué es lo que le hace falta al país en materia técnica, filosófica y de las ciencias humanas como lo es el Estado.
Y si es el Estado el único capaz de tener por lo menos una aproximación de lo que se necesita es lógico, pues, que forme parte de esta planificación.
Otro de los aspectos que hemos discutido o que muchos sectores reaccionarios o de la derecha han discutido, es que el Estado no tiene porque inmiscuirse dentro de la universidad o pare de contar. Ningún país del mundo ha podido desarrollarse si esa universidad o esa casa de saberes no está ligada a los planes y desarrollo que tiene ese Gobierno, ese país, esa sociedad.
Tenemos el ejemplo de esas grandes potencias mundiales, el ejemplo de Cuba Revolucionaria que es una potencia ideológica, en ejemplo y en acción. Entonces, la Cuarta República o los gobiernos anteriores en Venezuela desde la época feudal hasta ahora, pues, sí han sabido entender esto, o sí habían sublevado a las universidades a su programa de gobierno, la universidad constituía un sistema de dominación para que ellos siguieran mandando.
A veces no se entiende, es como un antagonismo, cómo en revolución, cómo en aras de esa profundización universitaria desconocemos la importancia que tiene que el Gobierno Nacional, a través de las instituciones con competencias en causa, formen parte de la planificación universitaria. Estamos convencidos que el gobierno debería participar a través de sus instancias correspondientes y sin dejar a un lado el poder popular, a la comunidad como tal.
Porque más allá de que el Gobierno tenga la facultad de tener una aproximación real de las necesidades propias del pueblo, no es más que el mismo pueblo que sí puede dar con exactitud qué es lo que necesita. Lamentablemente, hasta ahora en Venezuela y esperemos que eso cambie, con ese tipo de acciones que se toman y se realizan estamos graduando una cantidad de profesionales que no le hacen falta al país o, por lo menos, no en la cantidad que se gradúan.
Creemos en una replanificación del sector universitario, porque cuantos abogados no se gradúan de nuestras instituciones y van a parar de taxistas, entonces no es que el manejar el carro sea un trabajo denigrante, porque es un trabajo digno, pero esa persona no pasó 5 años de la universidad para ir a manejar un taxi sino para poner sus conocimientos al servicio del pueblo y lamentablemente no lo hace.
Por otro lado, tenemos déficit de algunos profesionales de áreas específicas donde el país necesita desarrollarse y no se ha podido, porque no hay la mano de obra calificada y no existen, pues, los profesionales; entonces, son materias en las cuales debemos orientar la planificación universitaria hacia allá y, por supuesto, para lograr eso se debe orientar los instrumentos que nos permita, en este caso la Ley, para que se cumpla esta premisa.
La universidad en Venezuela ha tenido incidencia dentro de la sociedad. La universidad incide preponderantemente en los cambios políticos, económicos y sociales que sufre el país, esto está tácito.
El Che Guevara en 1960 cuando fue a hablar por primera vez en público, ante el sector universitario, decía: la universidad es la gran responsable del fracaso técnico del proyecto que se lleva a cabo, decía nosotros podemos tener las ganas y las fuerzas para poder hacer los grandes cambios, pero si esa sociedad que estudia, que adquiere y produce conocimiento, no está ligada a esa política, lamentablemente es muy poco lo que podemos hacer.
Entonces, creemos realmente que las universidades deben tomar conciencia, que el sector estudiantil, profesoral, administrativo, desde todo punto de vista, somos bastante importantes para la incidencia política, social y económica de nuestro país, y que si no somos lo que lo determina por lo menos somos bastante importantes para la determinación de este tema.
En algunos análisis se ha llegado a la conclusión de que lamentablemente nuestras universidades están tan desligadas del ámbito social, desvinculadas de la población, que cuando nuestros ingenieros, licenciados, educadores egresan y van al campo laboral, se encuentran con algo totalmente distinto, con tecnologías totalmente distintas, con cuestiones que en la universidad de repente nunca vieron y tienen que aprender empíricamente en la práctica.
Una de las materias en la que bastante énfasis se debería de hacer y así lo creemos, es en la actualización de nuestras mallas curriculares, nuestros pensum de estudio, como lo quieran llamar y exigir a través de los reglamentos y las leyes que nuestros profesores y profesionales cumplan con esa actualización, que el Estado cumpla con esa actualización y velar por la calidad educativa, porque no es tan sólo masificar la educación, hay que evaluar realmente la calidad de la educación que estamos impartiendo, porque si no de nada serviría tener mil ingenieros que no sepan hacer las cosas y no por culpa propia, aunque los estudiantes tenemos cierta culpa en eso, pero si la universidad no nos brinda las herramientas es poco lo que podemos hacer. Por ejemplo, yo estudio ingeniería química y todavía nos dicen que el átomo se compone del neutrón, el protón y el núcleo, cuando se ha comprobado que el átomo tiene más de 75 elementos que lo conforman. Entonces, cómo es que nos están vendiendo o pirateando de tal manera la educación y pretendemos ser potencia mundial y que nuestra educación sea la más alta del mundo. Hay un problema estructural que no puede sólo corregirse con las leyes, sino que debe corregirse con la práctica de cada uno de los que hacemos vida dentro del sector universitario.
Es importante hacer hincapié en la actualización y evolución de nuestras universidades para que podamos tener una revolución dentro de la universidad.
Por otro lado, creemos que más allá de que el Estado debe tener intervención o no, es necesario que busquemos ese elemento de conciliación entre todos los que hacen vida dentro del sector universitario, los que realmente quieren conciliar y hacer algo, es muy bueno estos debates y este tipo de actividades.
Deben sincerarse las responsabilidades y atribuciones de cada uno de los representantes de la universidad y que debería de contemplar esas acciones, esos mecanismos para la lucha y la transformación y agarrándonos de los distintos mecanismos de ley que tenemos, como es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, nuestra Ley Orgánica de Educación, que fue discutida hasta el cansancio y aprobada.
Entonces, hay un dilema en ese sentido que realmente tenemos que afrontar, nuestra Ley de Educación Universitaria, que esperemos en algún momento se sancione, así como nuestros programas de estudio y planes estratégicos para el sector educativo; creemos en el debate, en la transformación y, por supuesto, creemos que de aquí del debate y de las confrontaciones de ideas que se dan en el país debe salir un gran proyecto hacia el sector educativo, que culmine y aniquile ese sistema feudal y empiece a darle a las universidades su verdadero rol dentro de la sociedad. -