Dentro el marco de la Convenio de Ginebra, ningún refugiado puede ser devuelto “donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión,
nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social, o de sus opiniones
políticas” (Artículo 33 (1)).
También hacemos un llamado al gobierno venezolano, que cumplió con la solicitud de Colombia para deportar a Pérez Becerra a Colombia, a
que exigia que Colombia respete
los derechos de Pérez Becerra en virtud
de los convenios internacionales.
Joaquín Pérez Becerra, un importante voz en defensa de los derechos humanos en Colombia, se vio obligado a abandonar Colombia en 1993 tras el asesinato de su esposa y los constantes amenazas de muerte contra él debido a su pertenencia a la Unión Patriótica. Como miembro de este partido democrático y legalmente registrada, Pérez Becerra fue elegido concejal de la ciudad de Corinto, Valle del Cauca. Sin embargo, una campaña patrocinada por el Estado colombiano de violencia y terror contra la Unión Patriótica dejo como resultado el asesinato de más de 4.000 miembros de esta organización.
Solicitando refugio en Suecia, Pérez Becerra se
convirtió en un ciudadano
sueco en 2000 y renunció a su ciudadanía colombiana. Desde Suecia, ayudó a establecer y se convirtió en el director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), que con 800.000 visitas diarias era el
cuarto sitio deweb más leída de Colombia, hasta que fue cerrada días después de su detención. ANNCOL publica declaraciones y la
información procedente de numerosas organizaciones en Colombia, incluyendo las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), exponiendo y
denunciando las violaciónes de los derechos humanos por parte del Estado colombiano y organizaciones paramilitares. Para este trabajo, el gobierno colombiano ha acusado a Pérez Becerra de ser "embajador de las FARC en Europa"
y de "conspirar y ayudar a financiar el terrorismo".
Pérez Becerra ha negado en repetidas
ocasiones de
ser un miembro de las FARC o de cualquier organización ilegal en Colombia o en otro lugar. Después de huir a Suecia nunca regresó a Colombia.
El ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha acusado a Pérez Becerra y otros activistas de derechos humanos en el
exilio de apoyar al "terrorismo
" y que "los criminales ... y otros bandidos, que son profesionales colombianos que viven allá en Suecia y otros países ... todos ellos han que se acabó." Estas acusaciones y lamenazas públicas son indicios ominosos de que hay muchos más en juego que el derecho de Pérez Becerra a un juicio justo.
También
tomamos nota de que estos últimos acontecimientos son sólo parte de una campaña mas grande
para criminalizar la solidaridad con los movimientos
sociales de
Colombia. El gobierno colombiano es reconocido internacionalmente por encerrar y torturar a los presos políticos. En la actualidad, hay más de 7.500 presos políticos en Colombia, muchos de ellos niegado el derecho a un juicio justo y al debido proceso.
También tomamos nota de que muchas organizaciones de solidaridad con Venezuela, dentro de Venezuela y a nivel internacional, han expresado su preocupación por la
decisión tomado el dia 23 de
abril por las autoridades de Venezuela de arrestar y deportar a Pérez Becerra.
La
deportación de Pérez Becerra fue el resultado de una petición hecha directamente por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, tras la publicación por la seccion del Interpol en Bogotá de una "alerta roja" para la detención de Becerra. La solicitud fue hecha mientras que Pérez Becerra estuvo aborde en un vuelo de Frankfurt a Caracas. Los informes indican que durante el vuelo, Santos fue informado de cada movimiento realizado por Pérez Becerra, incluso el asiento exacto en que estaba, debido a la presencia de oficiales de
inteligencia de
Colombia a
bordo del mismo avión.
En respuesta a las preguntas de las autoridades suecas de por qué el
gobierno venezolano no les notificará acerca
de la detención y deportación de uno de los propios
ciudadanos, Venezuela ha preguntado por qué, si fue objeto de una orden de Interpol, Pérez Becerra no fue detenido en Suecia o en Alemania, mientras viajaba a Venezuela.
Ramiro Orejuela, un abogado que representa al gobierno sueco, ha sugerido que la alerta roja puede haber sido emitidos sólo después de Pérez Becerra había abordado el avión en Frankfurt a Caracas, posiblemente como parte de un plan para crear una delicada situación diplomática para los funcionarios venezolanos.
Estos y muchos otros misterios que rodean el caso de Pérez Becerra reforzar el argumento del
presidente Chávez, hecho en la marcha del Primero de Mayo en Caracas, que a Pérez Becerra “le tendieron
una trampa para clavarme a mí una puñalada."
Todo esto tiene que ser colocado en el contexto de las relaciones entre Venezuela y Colombia, que en los últimos años han llegado a puntos de extrema tensión y posibles conflictos armados. El trasfondo de esto son los profundos cambios revolucionarios en curso en Venezuela, liderado por Chávez, y la continua escalada de agresión contrarrevolucionaria por parte de los Estados Unidos.
La política de
Venezuela hacia Colombia se ha basado siempre en la necesidad real de mantener la paz en la región y defender la soberanía nacional de Venezuela.
Uribe acusó repetidamente a Chávez de apoyar a las FARC y en 2007 provocó un enfrentamiento diplomático con Chávez que llevó a la retirada de embajadores, cuando acusó a Venezuela de albergar bases de las FARC en su territorio - una acusación que repitió en 2010, sólo días antes de entregar el
poder a Santos , y una vez más en abril de este año.
Cables de la embajada de los Estados Unidos en Colombia recientemente publicado
por Wikileaks han demostrado la voluntad del gobierno de Uribe de enviar tropas a territorio venezolano con el pretexto de perseguir a las guerrillas colombianas. Tal escenario, que se convirtió en una realidad en lo que respecta a Ecuador, cuando tropas colombianas, bajo el entonces ministro de Defensa Santos, invadieron territorio ecuatoriano para bombardear un campamento de las FARC, fácilmente podría ser el pretexto para desencadenar un conflicto armado entre los dos países.
Esta es una amenaza
de cual Chávez ha advertido en numerosas ocasiones. La amenaza es subrayada por las medidas tomadas por el gobierno de EE.UU. - que considera a Venezuela como una amenaza importante - de establecer una mayor presencia militar en siete bases militares colombianas.
Venezuela ha dejado claro que cree que las fuerzas guerrilleras de Colombia, que Chávez ha calificado de "fuerzas beligerante", no son terroristas. Chávez ha llamado a estas organizaciones para que depongan de sus armas y busquen una solución política a los más de 40 años de guerra civil.
Chávez ha señalado con razón que cualquier apoyo activo de las FARC por parte de
Venezuela "es la excusa perfecta para el imperialismo para
atacar al pueblo de Venezuela".
Chávez también
ha aclarado que él nunca ha acusado a Pérez Becerra de ser un terrorista y que espera que "el gobierno de
Colombia le respete sus derechos humanos y derecho a la defensa."
La Alianza Socialista apoya - e insta a todos las organizaciones de solidaridad con y de derechos humanos a unirse a - la campaña internacional pidiendo al gobierno colombiano que libere inmediatamente a Pérez Becerra y asegurarse de que está sano y salvo. También hacemos un llamamiento para la liberación de todos los demás presos políticos en Colombia. El gobierno australiano debe aplicar presión diplomática sobre el gobierno colombiano en favor de la liberación de Pérez Becerra, y de todos los demás presos políticos en Colombia.
Instamos al gobierno sueco a lanzar una vigorosa campaña para lograr la repatriación de Pérez Becerra a su país de origen.
Como partidarios fuerte y activos de la Revolución Bolivariana en Venezuela, también instamos al gobierno venezolano a hacer todo lo
posible para garantizar que los derechos humanos y el derecho a la defensa de Pérez Becerra sean protegidos.