En la acrópolis de Atenas se erigió en 1982 una lápida de bronce recordando el gesto de Manolis. El texto dice:
ΤΗ ΝΥΧΤΑ ΤΗΣ 30ης ΜΑΙΟΥ 1941 ΚΑΤΕΒΑΣΑΝ ΟΙ ΠΑΤΡΙΩΤΕΣ ΜΑΝΩΛΗΣ ΓΛΕΖΟΣ ΚΑΙ ΑΠΟΣΤΟΛΟΣ ΣΑΝΤΑΣ ΤΗ ΣΗΜΑΙΑ ΤΩΝ ΝΑZΙ ΚΑΤΑΚΤΗΤΩΝ ΑΠΟ ΤΟ ΙΕΡΟ ΒΡΑΧΟ ΤΗΣ ΑΚΡΟΠΟΛΙΣ. ΕΝΤΟΙΧΙΣΤΗΚΕ ΑΠΟ ΤΗ “ΕΝΩΜΕΝΗ ΕΘΝΙΚΗ ΑΝΤΙΣΤΑΣΗ 1941 – 1944″ ΤΟ 1982..La traducción castellana es “En la noche del 30 de mayo de 1941 los patriotas Manolis Glezos y Apostolos Sanda arrancaron la bandera de la ocupación nazi de la roca sagrada de la Acrópolis. Colocada por la “Resistencia Nacional Unida 1941 – 1944″.La placa de bronce fue puesta en 1982.
Ahora, Manolis Glezos y Mikis Theodorakis , con el mismo espíritu de resistencia, han escrito la siguiente CARTA ABIERTA:
“En
tiempos antiguos, la condonación por Solón de las deudas que obligaban a
los pobres a ser esclavos de los ricos –la llamada reforma
Seisachtheia, sentó las bases para la aparición, en la antigua Grecia,
de las ideas de democracia, ciudadanía, política y Europa: los
fundamentos de la cultura europea y mundial.
Luchando
contra la clase de la riqueza, los ciudadanos de Atenas señalaron el
camino para la constitución de Pericles y la filosofía política de
Protágoras, quien dijo: “El hombre está muy por encima de todo el
dinero”.
Hoy
en día, los ricos están tratando de tomarse la venganza en la
mentalidad humana: “Los mercados están muy por encima de todos los
hombres” es el lema que nuestros líderes políticos abrazan gustosamente,
aliados al demonio dinero como nuevos Faustos.
Un
puñado de bancos internacionales, agencias de información, fondos de
inversión, en una concentración mundial del capital financiero sin
precedentes históricos, reivindican el poder en Europa y en todo el
mundo y preparan la abolición de nuestros estados y nuestra democracia,
con el arma de la deuda, para esclavizar la población de Europa,
poniendo en el lugar de las imperfectas democracias que tenemos la
dictadura del dinero y la banca, el poder del imperio totalitario de la
globalización, cuyo centro político está fuera de la Europa continental a
pesar de la presencia de poderosos bancos europeos en el corazón del
imperio.
Comenzaron
con Grecia, utilizados como cobayas para trasladarse a otros países de
la periferia europea, y poco a poco hacia el centro. La esperanza de
algunos países europeos para escapar eventualmente demuestra que los
líderes europeos se enfrentan a un nuevo “fascismo financiero”, no
haciéndolo mejor que cuando se enfrentaron a la amenaza de Hitler en el
período de entreguerras.
No
es una casualidad que una gran parte de los medios de comunicación
controlados por la banca traten a los países de la periferia de Europa
como “cerdos – pigs” y su campaña mediática, sádica y racista, vaya
teñida de desprecio. Sus medios de comunicación no se dirigen sólo
contra los griegos, sino también contra la herencia griega y la antigua
civilización griega. Esta opción muestra los objetivos profundos y
ocultos de la ideología y de los valores del capital financiero,
promotor de un capitalismo de destrucción.
El
intento de los medios de comunicación alemanes de humillar símbolos,
como la Acrópolis o la Venus de Milo, monumentos que fueron respetados
incluso por los oficiales de Hitler, no es sino una expresión del
profundo desprecio de los banqueros que controlan los medios de
comunicación, ya no tanto contra los griegos, sino sobretodo contra las
ideas de libertad y democracia que nacieron en este país.
El
monstruo financiero ha producido cuatro décadas de exención de
impuestos para el capital, todo tipo de “liberalización del mercado”,
una desregulación amplia, la abolición de todas las barreras a los
flujos financieros y las especulaciones, los constantes ataques contra
el Estado, la compra de partidos y medios de comunicación, la
apropiación del excedente por un puñado de vampiros: los bancos
mundiales de Wall Street. Ahora bien, este monstruo, un verdadero
“Estado tras los Estados” parece preparado para asestar un “golpe de
Estado permanente” financiero y político, y para más de cuatro décadas.
Frente
al ataque, las fuerzas políticas de derecha política y la
socialdemocracia parecen comprometidas después de décadas de entreguismo
al capitalismo financiero, cuyos centros más grandes están fuera de
Europa. Por otro lado, los sindicatos y los movimientos sociales aún no
están lo suficientemente fuertes como para bloquear el ataque de manera
decisiva como lo hicieron muchas veces en el pasado. El nuevo
totalitarismo financiero busca aprovechar esta situación para imponer
condiciones irreversibles en toda Europa.
Hoy,
es tan necesario como urgente la coordinación inmediata y
transfronteriza de los intelectuales, las gentes de las artes y las
letras, los movimientos espontáneos, las fuerzas sociales y las
personalidades que comprenden la importancia del reto; necesitamos crear
un frente de resistencia potente contra “el imperio totalitario de la
mundialización” que está en marcha, antes de que sea demasiado tarde.
Europa
solo puede sobrevivir si presenta una respuesta unida contra los
mercados, un reto mayor que el de ellos, un nuevo “New Deal” europeo.
Debemos
detener de inmediato el ataque contra Grecia y los otros países de la
UE en la periferia, hay que poner fin a esta política irresponsable y
criminal de austeridad y privatización, que condujo directamente a una
crisis peor que la de 1929.
Las
deudas públicas deben ser reestructuradas de forma radical en la
Eurozona, especialmente a expensas de los gigantes de la banca privada.
Los bancos deben volver a ser evaluados y la financiación de la economía
europea debe estar bajo control social, nacional y europeo. No es
posible dejar la llave financiera de Europa en manos de los bancos, como
Goldman Sachs, JP Morgan, UBS, Deutsche Bank, etc … Hay que prohibir
los excesos incontrolados financieros que son la columna vertebral de
capitalismo financiero destructivo y crear un verdadero desarrollo
económico en lugar de ganancias especulativas.
La
arquitectura actual, basada en el Tratado de Maastricht y las reglas de
la OMC, ha instalado una máquina en Europa para fabricar deuda.
Necesitamos un cambio radical de todos los tratados, la sumisión del BCE
al control político de la población europea, una “regla de oro” para un
mínimo del nivel social, fiscal y medioambiental de Europa. Necesitamos
urgentemente un cambio de paradigma, un retorno al estímulo de
crecimiento a través de la demanda de nuevos programas de inversión
europeos, las nuevas regulaciones, los impuestos y el control del
capital internacional y instalación de flujos, una nueva forma de
proteccionismo suave y razonable en una Europa independiente sería
protagonista en la lucha por un mundo multipolar, democrático, ecológico
y social.
Llamamos
a las fuerzas y personas que comparten estas ideas a convergir en un
amplio frente de acción europea lo antes posible, para producir un
programa de transición de Europa, para coordinar nuestra acción
internacional, con el fin de movilizar a las fuerzas del movimiento
popular, para revertir el actual equilibrio de fuerzas y derrotar a los
líderes actuales históricamente irresponsables de nuestros países, con
el fin de salvar a nuestro pueblo y a nuestra sociedad antes de que sea
demasiado tarde para Europa.”
Mikis Theodorakis
Manolis Glezos
Manolis Glezos