“Grecia huele a pólvora”. Ya lo avanzó el activista griego Yorgos Mitralias poco antes del domingo 12 de febrero, durante los dos días de huelga general que paralizaron Grecia y desembocaron en la mayor manifestación que se recuerda contra las medidas de austeridad.
Sin esperar a que los medios comerciales lo contaran, el mundo se enteró por internet del masivo rechazo de los griegos a la votación en el parlamento (un domingo por la noche, antes de la apertura de los mercados) del nuevo plan de rescate que lleva aparejados ajustes salvajes como la rebaja del salario mínimo un 22% o el despido de 15.000 funcionarios, para un ahorro que se cifra en 3.300 millones de euros.
El domingo por la tarde, la red social Twitter ardía. Tranmisiones en directo mostraban los gases lacrimógenos de la policía y los edificios ardiendo. La plaza de Syntagma, tomada por miles de personas, era un clamor contra su parlamento, e internet lo estaba contando minuto a minuto.
Moisis Litsis, periodista de uno de los principales diarios griegos, Eleftherotypia, explica su versión de lo sucedido: “La atmósfera fue desde el principio muy tensa. Ha habido una gran manifestación en Atenas y otras ciudades, pero también mucho vandalismo, con muchos edificios quemados –algunos tradicionales, entre ellos dos viejos cines–. Algunos acusan a los ‘conocidos-desconocidos’, como los llamamos en Grecia, gente que tiene conexiones con la policía e intenta reventar las manifestaciones en el nombre de la anarquía. Personalmente pienso que es gente que cree en la violencia”.
A pesar del gas lacrimógeno, una multitud permaneció hasta tarde alrededor del parlamento, en la plaza Syntagma. Muchos parlamentarios de los dos mayores partidos, PASOK y Nueva Democracia, desertaron. Pero aun así las nuevas medidas se aprobaron con 199 de los 300 votos de la cámara. “A pesar de todo, hay una tensión social y una inestabilidad política que harán muy difícil implementar las medidas”, apunta Litsis, “puede que haya elecciones en abril, y ningún partido tiene capacidad de obtener una clara mayoría.
En los próximos días veremos si la gente continúa luchando con mayor determinación”, concluye. La tuitera griega Tina le Tina (@tinaletina), que vivió los acontecimientos del domingo en Tesalónica, la segunda ciudad del país, enmarca esta movilización en “la sensación de urgencia que se vive ya desde hace unos meses”. De hecho, en su ciudad hay convocatorias y acciones a pequeña escala casi cada día.
Preguntada a través de Skype sobre la actual situación, Tina le Tina responde así: “Me atrevería a decir que el griego medio ya no cree en el poder de las huelgas, porque ha habido muchas y nada parece cambiar, la mayoría opina que sólo una huelga indefinida podría cambiar algo. La verdad es que estamos todos en estado de shock, se respira mucho miedo e inseguridad y mucha desesperación”. “Personalmente”, prosigue Tina, “creo que es más probable que superemos esta fase (la de la huelga indefinida) y pasemos a la siguiente (el enfrentamiento directo), aunque es difícil predecir lo que va a pasar, nadie lo puede hacer y esto es lo que produce tanta inseguridad”.
Tina, que lleva años viviendo entre Grecia y Barcelona, considera que la situación en los dos países es bastante similar, en cuanto a motivos (crisis financiera) y consecuencias (recortes en educación, sanidad, etc.). Aunque, para ella, hay una diferencia: “Creo que los griegos nunca han disfrutado de un Estado del bienestar de estándares europeos. Grecia lleva en crisis muchos años antes de que apareciera la crisis”.
Esta activa tuitera estaba al corriente de que el domingo, #EstamosConGrecia fue trending topic, la tendencia más relevante, en España. “Me parece muy positivo. También se lo he hecho saber a muchos griegos y les ha parecido emocionante”, ha dicho. En esta línea cree que “los griegos deberíamos evitar el aislamiento y coordinar las luchas con otros países, porque el enemigo es común”.
La necesidad de la internacionalización en la lucha es asimismo fundamental para Yorgos Mitralias, periodista y miembro fundador de la Campaña Griega por la Auditoría de la Deuda y del CADTM griego. Precisamente, al calor de los acontecimientos, la Campaña ha publicado un anuncio en el que une su voz a la de la gente y exige “el inmediato cese de los pagos; la auditoría de la deuda; el inmediato aumento de los salarios; las pensiones, las prestaciones por desempleo; la nacionalización del sistema financiero y una generosa contribución a la seguridad social y el Estado del bienestar. Es la única solución para la gente y es exactamente lo contrario de lo que proponen la troika [formada por Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea] y el gobierno”.
Desde CATDM se apuesta porque la sociedad siga en las calles y reclame la salida de “los banqueros” del gobierno: “Incluso ahora que la monstruosa creación de Papademos, FMI y UE ha sido votada en el parlamento, el juego no ha terminado. Sus leyes serán anuladas por la lucha de la gente”.
DE UN PAÍS EN LLAMAS
AUSTERIDAD INÚTIL
Hace menos de un mes la ONU advertía de que las políticas de austeridad presupuestaria hacen el caldo gordo de una depresión económica. Según el analista Ignacio Escolar, desde que Grecia fue rescatada, el paro se ha duplicado, los sueldos han caído más de un 20% y un 13% de las familias ha perdido todos sus ingresos.
SALDO DEL 12 DE FEBRERO
Más de un centenar de personas heridas, cerca de 130 detenidas y casi 50 edificios incendiados, es el saldo de la jornada de protestas contra el plan de financiación de la troika, según Europa Press. La manifestación del domingo convocó a cien mil personas en Atenas y tuvo réplicas en las principales ciudades del país.