01/06/12.-El nuevo video musical de los cantantes de rap Kanye West y Jay Z, de la canción “No Church in the Wild” (Sin iglesia en lo salvaje), ha generado polémica en Internet entre el movimiento de los indignados por mostrar escenas de violencia callejera entre manifestantes y policías.
Las escenas, captadas en cámara lenta, muestran a manifestantes que lanzan piedras y cocteles molotov a piquetes de policía. El video musical también exhibe a estos manifestantes siendo rociados por espray de pimienta, golpeados con garrotes y amenazados con perros. Y, como contrapartida, también aparecen actos de vandalismo: gente rompiendo vitrinas y quemando vehículos. Todo mezclado con tomas de famosas esculturas de edificios públicos que representan valores republicanos.
Ya Jay Z tuvo problemas en 2011 cuando trató de vender franelas con el lema “Occupy Wall Street” (Ocupa Wall Street), lo que fue duramente criticado por el movimiento de los indignados estadounidenses.
Hay quienes señalan que el video es una incitación a la violencia (el uso de la cámara lenta envuelve a los manifestantes en un aura de glamour). Otros aducen que es una postura populista y falsa, pues video promueve una canción de dos de los cantantes más adinerados de la actualidad.
El director del video es el joven Romain Gavras, hijo del comprometido director Costa Gavras, célebre por el cine político que realizó en los años 60 y 70, como Z, Estado de sitio y Desaparecido. Romain Gavras es conocido por sus videos musicales para la banda francesa Justice, en los que refleja la violencia imperante entre la juventud de los barrios bajos de París.
Perteneciente a colectivos anti-globalización, Romain Gavras muestra en este video musical el rostro más temido del descontento social. La pieza fue filmada en Praga, pero podría funcionar cómo cualquier ciudad europea: París, Londres, Barcelona o Atenas (Gavras es griego).
Llama la atención que el nuevo film de la saga Batman, The Dark Knight Rises (El caballero de la noche asciende, 2012), de Christopher Nolan, incluye escenas de manifestaciones populares similares. Pareciera que la propia industria del entretenimiento está haciendo suyo el discurso anti-sistema para acercarse a los jóvenes.
