“Entre el 70 y el 75% de la deuda griega es ilegal. Lo primero que haremos tras las elecciones será establecer una moratoria del pago de tres a cinco años, luego promoveremos un congreso europeo en el que nos sentemos los representantes de los países endeudados y los acreedores para acordar el esquema de una auditoría en toda Europa”. Estas son las subversivas intenciones de la coalición de izquierda Syriza, como ha adelantado a El Confidencial Kostas Isychos, responsable de política exterior de la formación, que según las encuestas obtendría una victoria por la mínima en el país heleno el próximo 17 de junio.
La experiencia de Argentina y Ecuador -ambos países declararon parte
de su deuda ilegal- es el espejo en el que quieren mirarse los
responsables de esta coalición donde se aglutinan militantes de un amplio espectro ideológico, desde socialdemócratas que rompieron con el Pasok y demócratas radicales, hasta comunistas leninistas.
El momento político de los PIGS
El discurso de este político griego, que tiene todas las papeletas para convertirse en Ministro de Asuntos Exteriores si finalmente Syriza toma el poder en medio del polvorín griego, está cargado de guiños a “los pueblos de la periferia europea”, a quienes pretende demostrar que sí se puede dar un golpe sobre la mesa y rechazar las políticas impuestas por la troika. “Estamos a punto de entrar en un nuevo momento histórico en el que cambiarán las piezas del tablero, tanto dentro de Grecia como en el resto de Europa. Nosotros serviremos como ejemplo poniendo la primera piedra, pero España, Italia, Portugal, Irlanda y el resto de países deben seguirnos para reeditar, en un futuro cercano, la historia bíblica de David contra Goliat. Juntos libraremos la batalla final de la guerra contra los oscuros intereses de los bancos y especuladores”.
La hoja de ruta para consumar este giro de timón en las políticas comunitarias ya ha sido trazada con “la familia de la izquierda europea”. Se trata de un programa común “con las bases de una nueva economía”. Entre los aliados más incondicionales Isychos destaca a Izquierda Unida, Rifondazione Comunista, Partie Communiste Français y la nueva izquierda alemana.
Este nuevo momento histórico del que Syriza se autoproclama como protagonista se sustenta en la piedra angular de la posible quiebra de la moneda única. La formación de izquierda no contempla en su programa la salida del euro –aunque alguna corriente interna si aboga por esta solución–, pero al mismo tiempo juegan con la ambigüedad al izar la bandera antimemorándum, cuya consecuencia directa sería la expulsión de la eurozona.
Esta coalición se siente con la sartén por el mango y parece estar tensando la cuerda para cambiar la relación de fuerzas en la UE. “Estamos mandando un mensaje a los pueblos de Europa para que se sumen a la construcción de una nueva unión porque el default de Grecia sería una bomba para la UE y toda la economía mundial. Entraríamos en una nueva guerra fría que ya está alimentando la canciller alemana poniéndonos en el dilema de aceptar las condiciones de la troika o volver al dracma”. Además, apunta que la propia aceptación de la troika implicaría por sí misma una salida del euro a medio plazo.
De producirse la expulsión de Grecia de la eurozona,
Isychos reconoce que cuentan con un plan B, pero prefiere ocultar sus
comodines a los ojos de la "élite europea". Este político sí avanza que se negociarían tratados bilaterales con Turquía y Rusia, pero reconoce como "uno de sus grandes problemas", la definición de "las estrategias a seguir ante nuestra salida de la UE".
Movimientos diplomáticos en las relaciones internacionales
Las amenazas de aislamiento tampoco son creíbles para la formación que podría gobernar Grecia. “Sólo veo un aislamiento en las políticas de austeridad”, responde Isychos dándole la vuelta a las amenazas alemanas: “El verdadero aislamiento es el de las políticas ultraliberales que la canciller Angela Merkel quiere implantar en Europa, como se demostró en el rechazo frontal de varios miembros del G8”. Para Isychos, la UE no representa los intereses de los pueblos porque “unos vivimos en el sótano y otros en la terraza tomando el sol”. Una desigualdad que califica de “robo” porque “si sumas todas las deudas de Europa verás cómo coinciden con el superávit de la economía alemana”.
"Si sumas todas las deudas de Europa verás cómo coinciden con el superávit de la economía alemana"
El escenario poselectoral en Grecia, explica Isychos, significará el derrumbe del neoliberalismo y el reequilibro de los países, basado en la profundización de la solidaridad, la igualdad y la democracia directa. De consumarse los resultados aportados por las encuestas, el escenario europeo camina hacia una transformación radical, bien porque cambiará la relación de fuerzas actual con una Alemania en el centro de la toma de decisiones, bien porque Grecia saldrá de la eurozona dejando la puerta abierta al resto de países con dificultades para asumir sus deudas. De darse este contexto la UE dejará de ser tal como la conocemos actualmente.
En el discurso de Isychos no aparece la terminología bélica intercalada por azar, pues es consciente de que sin conflicto no se producirán transformaciones reales. Syriza ha intensificado sus contactos con Rusia y Turquía, los hermanos mayores que asegurarían la supervivencia del país y su legitimidad en la arena de las relaciones internacionales. Sobre todo, si se tiene en cuenta que uno de los objetivos más a corto plazo de la formación es “recortar drásticamente los gastos militares para destinarlos a la manutención de la población, pues sólo en las calles de Atenas ya vagan 30.000 indigentes y el desempleo juvenil asciende al 57%”. Una opción que a medio plazo desembocaría en la salida de la OTAN, “pero vamos a hacerlo todo en base a la legalidad internacional”.
“Nuestro balón de oxígeno es el 15M”
¿Cómo puede un partido residual capitalizar todo el descontento social de un país y atraer incluso al voto antisistema, tradicionalmente abstencionista? Isychos apunta que los indignados españoles contagiaron a los indignados de la Plaza Sintagma y estos últimos a la propia coalación. “Desde las primeras protestas hemos salido a las calles, no con la intención de atraer votos porque siempre prescindimos de siglas y banderas, pero participamos en estas nuevas formas de hacer política que nos han influido y redescubierto la democracia. Por eso creo que el movimiento de los indignados iniciado en España es nuestro balón de oxígeno. Gracias a este movimiento la gente ha vuelto a hablar de política y se ha impulsado la democracia directa. Esta retroalimentación entre pueblo y partidos políticos es necesaria para reconstruir el país y sin esta alianza nunca hubiésemos alcanzado los resultados de las últimas elecciones”.
La capitalización de los apoyos de la ciudadanía que salió a las calles de Grecia inspirada por el 15M no será suficiente para obtener una mayoría holgada en las elecciones. Ante esta realidad, el representante de política exterior de Syriza asegura que contemplan con firmeza una alianza poselectoral con Dimar –socialdemócratas– y con el partido ecologista, en caso de que entre en el Parlamento heleno. Aunque parezcan presuntuosas las palabras de Isychos después de que el líder de Dimar, Fotis Kuvelis, no se cansase de repetir durante la campaña electoral su rechazo a esta opción, asegura que tienen una relación programática con ellos, "pero como suele ocurrir en momentos preelectorales para ganar más votos da la impresión de que estamos confrontados”. La alianza que seguro no se producirá es con el Pasok: “Nunca pactaremos con los responsables políticos que nos han convertido en un país del tercer mundo”.