Un currículo optimista frente al fatalismo

(VIDEOS) Jurjo Torres Santomé en el Centro Internacional Miranda (CIM)

Centro Internacional Miranda (CIM)

Centro Internacional Miranda (CIM)

En el marco de las actividades académicas que realiza el Centro Internacional Miranda (CIM) se viene desarrollando la Maestría en educación Comparada que es el primer producto académico del grannacional ALBA educacional. En este postgrado están participando los teóricos más potentes de la educación tanto de la región como del mundo. Los participantes son docentes y decisores de los Ministerios de educación de Venezuela. Esta Maestría se replicará en los demás países del ALBA, iniciando en Nicaragua en enero de 2013 y en Cuba en febrero de ese mismo año. Se adelantan gestiones para iniciar esta Maestría en Bolivia, Ecuador y Haití en el segundo semestre del año 2013.

El Centro Internacional Miranda (CIM) consciente de la importancia de socializar al máximo los contenidos de cada una de las intervenciones de este importante postgrado comenzará a publicarlas en versión digital a través del portal APORREA.ORG y en textos de la Colección EDUCACION COMPARADA EN EL ALBA de pronta circulación. Hoy damos inicio con la intervención de Jurjo Torres Santomé, una de los más importantes teóricos en currículo en el planeta.
















MAESTRÍA DE EDUCACIÓN COMPARADA

TEMA: PROBLEMAS EDUCATIVOS DERIVADOS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
PONENCIA: UN CURRÍCULO OPTIMISTA FRENTE A LA DESMEMORIA O EL FATALISMO
PROFESOR: JURJO TORRES - UNIVERSIDAD DE DIDÁCTICA Y ORGANIZACIÓN ESCOLAR EN LA UNIVERSIDAD DE A CORUÑA

Planteamiento: Filosofía de un currículo optimista y la institución escolar como un gran lugar de transformación.

La institución escolar es un lugar de transformación cada vez más importante aunque pueda parecer que no lo es. Determinados discursos nos quieren decir que la institución ya no tiene sentido, que es una cosa desfasada, que es una institución de otras épocas histórica y resulta que no. Creo que es una institución muy necesaria y es prácticamente, en nuestros países (el primer mundo que podemos llamar Europa), es el único espacio de socialización que tienen niños y niñas, chicos y chicas, porque los otros espacios de encuentro con otras personas ya no existen, son muy sesgados, son muy de los iguales, las calles (ya no se juega en la calle), los parques no son sitios precisamente muy seguros en la mayoría de las ciudades, y no hay otros espacios. La institución escolar es un espacio que el alumnado valora porque allí se va a encontrar con otros chicos y chicas y es un sitio donde van a establecer sus relaciones sociales.

Aparte, es el lugar donde se produce la educación, y la educación es el proyecto más optimista que tiene la humanidad; es un verdadero acto de amor, porque es el lugar donde nosotros le queremos transmitir a las nuevas generaciones el legado de lo que fuimos construyendo en tiempos pasados y, al mismo tiempo, capacitarlos para construir un mundo mucho mejor que el que tenemos hoy. Confiamos en en ellos, y por eso vamos a invertir todos nuestros esfuerzos y toda nuestra dedicación en que lo que allí vayan a aprender en todo ese tiempo, le sirva para entender su mundo y transformarlo y mejorarlo, dado que nosotros todavía no somos tan capaces, a ver si ellos lo mejoran. En ese sentido, la institución escolar es muy importante.

Pero es una institución escolar que tiene una tradición con unos antecedentes que no son del todo adecuados para lo que es el mundo que estamos viviendo hoy; y tiene dos grandes referentes que condicionaron un poco toda la filosofía del mundo de la institución escolar; uno era la Iglesia cuando la utiliza para adoctrinar a las nuevas generaciones y otro está vinculado a la construcción del Estado-Nación y, por lo tanto, había que construir eso que llamamos “ciudadanos y ciudadanas”, pero esos pasados nos siguen condicionando bastante, más de lo que nos puede parecer, fíjense que hasta el vocabulario que tenemos se lo debemos, en su significado y acciones, a una institución como es la Iglesia, que es autoritaria, no democrática, etc., no tiene nada que ver con las creencias religiosas o con modelos de iglesias.

Por ejemplo, la palabra “profesor” viene del griego “prophêtês”; ¿quiénes son los profetas?, son las personas que transmiten las verdades reveladas; alguien les revela el conocimiento objetivo, verdadero que van a transmitir. La palabra “maestro”, es una palabra que también está vinculada a ese mundo, y es “magister”, y ¿quiénes son los magister?, son los teólogos medievales: Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, etc.; son quienes interpretan los textos sagrados, dicen “es lo que dice literalmente la Biblia, pero en realidad no quiere decir eso”; pero son los que están autorizados para interpretar eso, no para poner en duda la veracidad de ese texto sagrado, sino que nuestro problema sería cómo interpretamos eso –porque sabemos que es verdad-, entonces, ¿cómo lo hacemos inteligible y recogemos el verdadero significado?. Los magister, los teólogos, esos maestros son los que hacen esa política de la hermenéutica.

¿Qué les puedo decir de la palabra “cátedra”?, es la cátedra, la piedra, el espacio sobre el que se funda la Iglesia, el espacio desde el que los Papas pronuncian las verdades dogmáticas, es la verdad que no podemos cuestionar. Y los libros de textos, son los textos sagrados; contienen la verdad revelada, y la prueba es que –no sé qué hacen en su país- pero en la medida que las grandes editoriales mundiales sí están globalizadas, la inmensa mayoría del profesorado -el alumnado, yo les garantizo que ninguno-, sabe quién es el autor o la autora de los libros. Es el único texto informativo, y sólo sabemos la editorial y de qué asignatura es. Ahora, ¿quién lo hizo?, no… Claro, en ningún otro campo del conocimiento actuamos así, sino que decimos “¿quién escribió este libro?”, “¿esta persona de qué escuela es?”, o “¿qué biología tiene?”, “¿qué manías tiene?”, “¿qué preferencias tienes?”, “¿qué preferencias tiene?”, “¿qué sesgos tiene?”; es humano, por lo tanto, tenemos que estar alerta con lo que dice. Con un libro de texto; se entiende que son verdades universales que no hay que poner en duda, es una verdad que aparece dogmáticamente, porque es el texto sagrado, es la biblia.

Y es que los espacios del aula son religiosos, un espacio muy tradicional del aula, es una tarima, es el sitio desde el que se habla y, quien habla, tiene que observar a todo el mundo; hay una comunicación, exclusivamente, unidireccional –y entre los alumnos no puede haber comunicación porque se les sanciona-. La palabra que más veces escuchó quien pasó por el sistema educativo mundialmente es la misma, y ustedes la saben: “silencio, callaros la boca, no tenéis nada qué decir”.

La Iglesia es un ambiente de silencio. Y hay un crucifijo o hay la figura de un rey, significa “todas las verdades que se digan tienen que se coherentes con lo que está allí atrás”. Precisamente, aún en 2012, no somos capaces de poner, por ejemplo, la declaración de los derechos humanos… todo lo que decimos aquí, tiene que ser coherente con la declaración de los derechos humanos; y los principios que reinan ahí dentro, cuando usted le pregunta a un profesional de la educación “¿tú por qué elegiste esto?”, y dice “no, es que yo tengo vocación de maestr@”. La vocación es la llamada que hace la divinidad a determinadas personas para ponerlas a su servicio; la profesiones se desarrollan porque tienes un interés para ayudar a la comunidad, comprometerte con este trabajo, te gusta este trabajo, etc., pero no hay una llamada, una predestinación. Todavía no se encontró, una vez decodificado el genoma humano, un gen que dice “vas a ser maestro”, “vas a ser maestra”, pero eso explica una cosa –espero que no sea cierto aquí-, pero en mi país todavía es muy frecuente escuchar al profesorado cuando tú explicas algo, argumentas algo, das una explicación de lo que está pasando en un aula, y te diga: “ésas son teorías”. Es un colectivo que suele tener, mayoritariamente –o por lo menos, históricamente, espero que estén cambiando las cosas-, una tendencia a despreciar el mundo de la teoría; lo que decimos las personas es “esta teoría está desfasada”, “es inadecuada”, “es perversa” o lo que sea; ¿esto qué es?, ¿un oficio medieval?, no, es un trabajo profesional. Claro, pero es que, si tienes vocación, cuando Jesucristo seleccionó a los apóstoles, baja el espíritu santo y les infunde todo el conocimiento que tenían que transmitir. Claro, yo creo que muchas veces hay una tendencia, incluso, en la sociedad hasta pensar que en esta profesión, tampoco tienen que estudiar tanto ni ser los mejores porque, como “tienen vocación”, ya se encarga el espíritu santo de iluminarlos para trabajar en las aulas, ¿no?

Pero es que, incluso, el concepto con el que van a trabajar, es un concepto perverso, que me imagino que se re-significó, pero su significado tecnológico… cuidado, porque decimos “no, es que nosotros trabajamos con la infancia”; infancia es una palabra latina que es una forma verbal del verbo “fans” que es “hablar”, “decir”, pero lleva “in”; infancia es “el que no puede hablar”, “el que no tiene nada qué decir”; lógicamente, por eso callas. Y la Iglesia, incluso dice, “ah, y hasta los siete años no tiene uso de razón”, entonces, ¿qué especie animal es esa? Porque la humana no la es, porque la humana tiene razón desde el momento en que nace.

Fíjense ustedes cómo, a través de la historia, la educación lo que se trataba era de amaestrar, castigar, porque ese ser que todavía no tenía uso de razón, estaba dominado por unos instintos destructivos, agresivos que nosotros teníamos que enderezar… ¿cómo?, a base de castigo.

Eso que ven allí, ¿saben qué es?, por allí dicen que la Iglesia, pues no; es una de las primeras aulas universitarias, es el aula Fray Luis de León de la Universidad de Salamanca, siglo XVI.

Ahí tienen, el modelo de la Iglesia; y, efectivamente, sólo se darían cuenta que no es una iglesia cuando se acercan más de cerca y ven que esos bancos están escritos con navajas o con alambres, con algo que rayase; lógicamente ahora escriben con rotuladores, antes lo hacían de esa otra forma.

Es el modelo que les dije antes: la comunicación unidireccional y la tarima o, en este caso, el púlpito para hablar; es decir, los de abajo no tenían nada qué decir. Pero ese modelo se prolongó -ésta es una obra de la Universidad de la Sorbona, fíjense en la estructura-, y ésta es un aula típica de muchísimos sitios, de cualquier parte del mundo hoy. La estructura sigue siendo la misma, más o menos, ¿por qué?, porque la otra historia de la institución escolar también tiene la misma filosofía autoritaria; es la construcción del Estado-Nación.

Cuando, sobre todo en Europa, se empieza a conformar el Estado-Nación, cuando vamos dejando atrás esto que es el feudalismo y empezamos a construir unos Estados, que están basados en una soberanía territorial, hay que hacer consciente a esa gente que vive en un determinado territorio, que son ciudadanos de ese país y, por lo tanto, que tiene que comunicarse entre sí, y tienen que tener algún tipo de proyecto común y, por lo tanto, ese Estado-Nación se va a dedicar a conformar un tipo de ciudadano, una identidad clasista, lógicamente, y chovinista. Para eso, se le va a dar un tipo de currículum escolar que, más o menos, es el mismo en todos los países, porque en todos los países se estudia la lengua, ¿cuál lengua?, ah, la que es la lengua oficial de este Estado; pero es que cada uno de esos Estados, tenían muchísimas lenguas, pero “ssshhh, no, ésta es la verdadera”. En España, hacen la primera lengua el castellano, cuando se hablaban más lenguas; incluso, esa lengua con grados de pureza, porque usted va a España y escuchará que dicen “no, no, él habla castellano pero con acento gallego”, “este otro habla castellano pero con acento andaluz” o canario, o vasco, o catalán, ¿y los del centro?, ¿de Castilla?, no, esos no tienen acento; ah, ¿qué son?, ¿atonales?; hombre, hay personas atonales pero ¿los idiomas?

Ahí tienen, ya nos metieron que hay una norma, y que ése es el acento verdadero, y los demás son “grados de impureza”, por así decirlo. Y ésa era la lengua, permitía a la gente comunicarse. Hombre, pero ya que se relacionan entre sí, pues, tendrán que contar, medir y pesar de la misma forma; ah, pues, ponemos una asignatura que se llama matemáticas, y las matemáticas son el modelo que introduce, impone el sistema métrico decimal como único sistema de pesos y medidas, a partir de allí ya no podrán leer El Quijote en versión original, tienen que leerlo con versiones con notas a pie de página, porque ninguna de aquellas pesas y medidas que se anuncian, que son muchísimas y muy variadas, sabemos hoy lo que significa. Pues, alguien nos tiene que decir a qué equivale eso hoy. Hombre, tuvo sus ventajas, permitió el comercio y, sí, permitió la investigación científica, nos podemos comunicar, pero destruyó todo un legado cultural que había.

Otra asignatura obligatoria es la geografía, que en la primera lección, construíamos la lección de extranjero, porque la primera lección de geografía solía decir: “España limita al norte con tal sitio, al este con este, al oeste con este y al sur con tal”; es decir, todos esos extranjeros, y, a continuación se acompañaba con la historia, que era ya el súmmum de la manipulación, donde ya se nos decía que España, cualquier país, ya en la prehistoria se dibujaba claramente esto, y ya nos meten ese territorio y no hay forma de sacarla, y si a alguien se le ocurre decir “pero es que España podía ser de otra forma”; no es pensar, porque está tan metido ese concepto y nos narraron tantas historias, leyendas y cosas así sobre eso, pues que ya está; y la literatura también nos va a contar los mismo. Vamos construyendo un Estado-Nación que asimile y uniformice culturalmente, por lo tanto, estigmatiza y denigra todo aquello que no entra dentro de ese patrón; se nos impone una lengua y una única cultura y, a partir de ahí, mucha gente en ese propio territorio, no se va a sentir a gusto porque no se le dieron explicaciones contundente sobre por qué las opciones que se están tomando.

Y es un conocimiento mono-cultural y mono-lingüístico que convierte a todas las personas que no son de nuestro país en enemigos; es una cultura que rápidamente está siempre vislumbrando que todos aquellos que no están dentro de nuestro país, son potenciales enemigos o son personas que tienen algo de gracia, y “han de ser españolas, porque no hay nada mejor que ser español”. Y, así, eso lo va diciendo cada país.

Pero, el tiempo cambió. El mundo en el que estamos viviendo es una gran zona, es un mundo en el que las palabras que estamos escuchando no son el monoculturalismo, el monolingüismo, el mono, mono, mono, no… es al revés, nuestras sociedades son multiculturales, son multilIngües, es una sociedad de la diversidad, de la diferencia pero de la igualdad, es una sociedad que queremos que sea democrática, cosmopolita; que no tiene un único canon cultural.

Cuando uno dice “¿qué tiene que saber todo el mundo?”, pues, es muy difícil cuando ese debate se abre; ya no hay esa cultura de eso que todo el mundo debe tener, y la institución escolar está preparando una ciudadanía para incorporarse a la sociedad y tomar las riendas de esas socirdad; y ¿cómo va a ser la sociedad dentro de 10 años o 15 años?; llegamos a algunos consensos: que va a ser una sociedad bastante imprevisible, por lo tanto, que tenemos que educar para esa imprevisibilidad, y queremos que sea democrática, y con eso vamos a conformar y decidir cómo va a ser el sistema educativo, por lo tanto, el espacio del aula cambia o debe cambiar; ya no es el lugar de las estructuras horizontales, sino de las estructuras circulares; nos vemos las caras y vamos a trabajar conjuntamente, y cambia totalmente ese diseño de trabajo.

El problema es que para la construcción de ese futuro, tenemos que capacitar a ese alumnado sobre diagnósticos, lo más certeros posibles, de cómo es el mundo hoy y, por lo tanto, a partir de dónde arrancamos para conformar ese futuro. Entonces, tenemos que ver qué esta pasando en este mundo de hoy.

Claro, cuando yo me dedico a hacer ese análisis, me sale que el mundo en el que estamos viviendo, es un mundo en el que se están dando doce grandes revoluciones simultáneamente, y por eso la gente suele decir “no, es un mundo que está en crisis”; el mundo siempre estuvo en crisis, ¿no?, porque la crisis significa que algo se está moviendo y que no sabemos bien hacia dónde va, ésa es la sensación de crisis, pero en este momento esa crisis es mucho más acentuada porque lo que se nos está moviendo, se nos está moviendo en muchos espacios al mismo tiempo, entonces, eso hace nuestro trabajo mucho más difícil porque tenemos que saber bien qué es lo que está pasando para preparar las ciudadanas y ciudadanos para vivir en este mundo que ya está siendo de otra forma diferente.

Por lo tanto, a partir de ahí, se irá definiendo y se irá haciendo como vayamos decidiendo entre todos y todas en esta sociedad. Son doce grandes revoluciones, cada una de esas revoluciones las iremos viendo así, cada una muy rápidamente, y no dice qué grandes transformaciones estamos pasando y, por lo tanto, eso cómo le afecta al sistema educativo. Cada una de las doce revoluciones va a ser una carga de dinamita que le va a decir al sistema educativo “¿te estás enterando que está pasando esto o no?” y, en esa medida, esa institución educativa, será una institución actualizada y que estará educando para el mundo y no para el mundo pasado, que ya no existe.

Una de las primeras revoluciones –sin ponerlas por orden-, sería la revolución de las tecnologías de la información, eso lo sabemos bien; es una revolución que se crece a través de esa revolución digital, ese nuevo lenguaje universal que nos facilita generar información de una determinada formar, procesar información de una determinada forma, recuperar esa información de una determinada forma y retransmitirla de otra forma. Eso genera tal potencia y tal rapidez en todo que, a partir de ahí, todos los campos del conocimiento se revolucionan porque podemos procesar datos en una cantidad como nunca antes se podían transmitir, cruzándolos de todas formas y podemos comunicar todos esos resultados inmediatamente a cualquier parte del mundo y a cualquier persona.

Esa revolución va a dar como resultado lo que llamamos “web 2.0”, ya se habla de “3.0”, ya están hasta con la 4… Eso nos abrió un mundo de posibilidades increíbles. Y empezaron a aparecer todo un tipo de funciones del lenguaje y de formas de comunicarnos, totalmente desconocidas; hablamos del SMS, “yo tengo mi blog”, “tengo mi wiki”, “tengo la red”, etc., todo trabajamos ya con múltiples formas de signos. Pero hay una revolución ahí, que es que todas las personas somos emisores y receptores al mismo tiempo; piensen de lo que hablamos de la anterior, de la unidireccional, de arriba hacia abajo. Todo eso va a dar origen a determinados cambios muy radicales, y por eso dijimos “vivimos en sociedades de la información”; eso es bastante incorrecto –como diría Manuel Castells-, porque todas las sociedades valoraban siempre la información, y Manuel Castells dice “vivimos en sociedades informacionales”, que es una información que está asociada a riqueza, a dinero, a poder; quien posee determinada información, es la auténtica persona que tiene el poder y que tiene la riqueza. Las personas más rica del mundo, lo que tienen es información y, por eso, las clases más cultas y más ricas, lo que quieren para sus hijos es que tengan una buena educación, una buena formación; ya no les preocupa tanto dejarles fincas, tierras, casas, porque eso mañana se devalúa y no vale nada; la información sí, el conocimiento sí; y por eso hablamos de sociedades de capitalismo cognitivo.

Por lo tanto es una información que va a circular mucho, y está, prácticamente, circulando cantidades increíbles, pero es una información que es imprescindible para una ciudadanía que va a tener que tomar cada vez más decisiones porque es democrática y quiere participar y, por lo tanto necesita información, necesita ese conocimiento. Pero como es una sociedad informacional, va a haber muchos dispuestos a que la información que se divulgue y que acceda, no sea la objetiva, no sea la correcta, y vamos a encontrar la sociedad de la desinformación; cantidad de gente dando información pero para desinformar, para intoxicar, para mentir.

Tenemos ya una obligación y una tarea pendiente, que es necesario que, con organismo como la ONU, logremos pactar algún tipo de declaración sobre el derecho de la ciudadanía a la información y, por lo tanto, la sanción de la desinformación, de la manipulación informativa. Imagínense lo que significa eso en nuestra sociedad, si eso no es algo que debería movilizar a una ciudadanía.

Claro, y eso a la educación, específicamente, además le añade otras tareas que hasta este momento no había pensado, y es que tiene que empezar a introducirse en ese mundo de las nuevas tecnologías, pero cuidado, no en el negocio de las nuevas tecnologías, porque el acceso de las TIC estuvo y, suele estar en la mayoría de los países todavía, muy sesgado.

Se cree que el acceso a las nuevas tecnologías es que a las personas les des una computadora, y hombre, sí, pero esa computadora no la puede utilizar solamente para estar todo el día jugando, sino para otras posibilidades más ricas. Por lo tanto, es necesario prestarle mucha atención al desarrollo de un software educativo, y de llenar de contenidos educativos a esa red y, por lo tanto, introducir a ese estudiante a la información que por ahí circula. Son necesarios los alfabetismos digitales, ya no basta sólo saber y escribir para vivir en el mundo y decir que es una persona alfabetizada, tendrás que saber comunicarte por ese mundo; si no sabes comunicarte en ese mundo, eres una persona que vas a tener muchas dificultades.

Otra revolución, es la de las comunicaciones, que son las nuevas posibilidades que tenemos de comunicarnos tanto física como virtualmente; eso significa que se nos abre un mundo de posibilidades como nunca antes habíamos visto, que es el mundo de la comunicación, de la interacción y del aprendizaje; esta misma conferencia, no era necesario que estuviera yo aquí, la podía hacer desde mi ciudad, desde mi despacho y tener un intercambio con cualquier persona de aquí. Es el mundo de la eclosión de las comunidades virtuales que todas las nuevas generaciones utilizan, y que a veces las generaciones mayores o un sector importante de esa generación, demoniza. Nos vamos enriqueciendo entre todos y todas.

Imagínense lo que significa esto para la institución escolar. A principios del siglo XX, un revolucionario de la educación como era, Célestin Freinet que guía como gran revolución la imprenta escolar, la correspondencia escolar, que era que los niños de una escuela se comunicasen con otra, claro utilizando correo. Imagínense que haría Freinet con sus tecnologías del periódico escolar en un mundo como el de hoy con los ordenadores. Bueno, a cualquiera se nos desbordan las ideas.

Nos lleva a otra cuestión, que es el conocimiento compartido y más democrático. Imagínense lo que supone las wikipedias y todo ese tipo de fenómenos. ¿Cómo se construía una enciclopedia antes?; es un editor o un grupo de personas que se conocían entre sí y dejan fuera toda una gente que desconocen y que saben muchísimo. La Wikipedia dice: “no, no, vamos a construir un conocimiento entre todos”. ¿Quién va a participar?, el que sepa algo de esto; escribes, si alguien dice algo que es erróneo, viene otro y lo corrige, y hoy es una fuente informativa de un enorme valor, y ese sí es el conocimiento que vamos construyendo entre todos.

Y ahí vamos descubriendo, “ah, mira esta persona que yo no conocía, no tenía ni idea pero sabe un montonazo de este tema”, entonces, ahí descubrimos gente anónima que sabe muchísimas cosas y que las comparte. Claro, en la institución es lo mismo; eso hace que la institución escolar tenga que incorporar en su agenda perspectivas que antes no había contemplado, aunque las contemplara pero muchas veces como eslogan; no porque todos decíamos que queríamos educar a nuestro alumnado críticamente, pero cuando das una única fuente informativa, es una persona dogmática porque no tiene forma de poner en duda aquello. Si ejercitamos el pensamiento crítico, cuando compras cinco periódicos y ves que este periódico dice esto, y el otro dice todo lo contrario, y el otro introduce otra variable, entonces, efectivamente vamos ejercitando el pensamiento crítico, porque vamos contrastando información individualmente y colectivamente con otras personas; uno dice “no, no, tiene que tomar en consideración esto para avalar esa información.

Claro, la lectura y la escritura crítica se convierte en algo obligado para vivir en esta sociedad y que estas tecnologías te van a certificar y, dado que podemos compartir, tenemos que enseñar a nuestro alumnado a escribir conjuntamente, a hacer cosas conjuntamente. Muchas veces dices a cuatro estudiantes “tenéis que hacer un trabajo en equipo, y te entregan el trabajo con cuatro tipo de letras o escriben con un solo tipo de letra para que no se den cuenta que cada uno hizo una parte; eso no es un trabajo de colaboración. Entonces, esa escritura colaborativa se va a potenciar con institutos de tecnologías, que permiten manejar tal volumen de conocimiento y de datos, que se revoluciona el conocimiento, surgen cantidad de campos de conocimientos nuevos, pero surgen sobre todo a través de un tipo de investigación, que empezamos a cruzar y a comunicarnos, a hacer una educación más interdisciplinar, porque la educación disciplinar nos convierte en guerreros de esa disciplina.

A ustedes no les pasa con sus amistades, en la medida que sean de especialidades diferentes a las suyas, si usted está en un círculo de amistades y de repente hay un economista y muchos decimos “hombre, ya está, qué crees tú, que la economía tiene la clave de todo y se soluciona todo”… claro, a los educadores les decimos “es que vosotros con la educación lo solucionáis todo, la clave del mundo está en la educación”. Nos estamos diciendo “es que mira, tienes tal sesgo”; y al otro, “ah, no, es que este es psicólogo, claro, el inconsciente, el subconsciente o la estructura cognitiva”. Cada uno cree que la clave de la compresión del mundo la tiene su disciplina, porque la disciplina ya le disciplinó la mente, y ve todo aquello que las metodologías que utiliza esa disciplina le permite ver y tomar en cuenta, todo lo demás lo ignora, y nos convierte en guerreros, pero en guerreros lentos o ustedes vieron alguna vez en una universidad o en una escuela que sus departamentos digan “oye, no, este departamento está muy bien dotado, tenemos muchas materias en el plan de formación de esta carrera”, etc., “pero, en cambio, fíjate, estos otros que están allí al lado, los pobres no tienen nada, nadie les da recursos, no tienen profesorado y es importante lo que están haciendo”, ni de broma… Algunos entramos a un aula y decimos “mi asignatura, es la más importante”.

Yo siempre le digo al profesorado “a cuántas asignaturas te presentarías tú hoy de las que está cursando ese alumnado ahí adelante, pero que no sea la tuya, claro”; es una investigación interdisciplinar (sic) que nos permite ver los sesgos de ese conocimiento, pero es que esos sesgos, además, dado que eso se cruza con otras revoluciones que están teniendo lugar en otro lado, nos hace ver cómo el mundo, la ciencia, el conocimiento, están construido por seres humanos falibles, interesados; y, por lo tanto decimos “ah, es que el conocimiento está tan sesgado porque la biografía de quienes escriben e investigan este campo, tiene estas características o están condicionados por estos intereses o están financiados por tal grupo que les financia la investigación”; entonces, sabemos que ese conocimiento puede estar sesgado y, por lo tanto, ser perverso porque las personas somos humanas y tenemos intereses y, por lo tanto, necesitamos vigilar eso y hacer una investigación más democrática, y hacer una investigación más interdisciplinar, y trabajar mucho más interdisciplinar, y gracias a eso hemos cuestionado el conocimiento oficial, y sabemos cuál es el conocimiento que, desde las estructuras de poder, se nos hace creer que es el único y verdadero, y luego el conocimiento, bueno, más humano, más falible, que vamos construyendo entre todo el mundo.

Claro, las mujeres descubrieron que se les manipuló porque los hombres sólo investigaban y no tomaban en cuenta las dimensiones femeninas, y ahí tienen, una gran revolución del conocimiento que no hubiera sido posible sin la liberación de las mujeres –una de las luchas que contribuyó más, desde mi punto de vista a convencer a todo el mundo de que su lucha tenía razón y que cuando fueron cogiendo campo por campo de cada disciplina y nos dijeron “mira como nos manipulasteis para convencernos a las mujeres de que éramos inferiores, hasta incluso, poner en duda si éramos seres racionales”-. Al mismo tiempo que lo hacen las mujeres, lo hacen otros colectivos que dicen “no, no, mira es que yo vivo en este país y vosotros, claro, no dáis cuenta que hay otro tipo de conocimiento que no sea el europeo”, claro, y descubrimos que el sur también sabe y que hay conocimiento populares, indígenas, académicos, de todo tipo, y por eso, como dice Buenaventura, necesitamos trabajar con una ecología de los saberes, poner todos esos diferentes saberes a trabajar en equipo.

En educación necesitamos superar el modelo de organización de asignaturas desconectadas. Sí tienen que saber esa estructura disciplinar, pero en el sistema escolar hay como dos tipos de divisiones de ese conocimiento y de acercamiento a él; es como cuando vemos un edificio, vemos lo que es la parte más visible, que le da sentido y que tiene significado para nosotros, pero los especialistas en arquitectura lo que están viendo es lo que no vemos nosotros, es esa estructura que permite que ese edificio no se caiga y sea de esa forma, y cumple estas funciones.

En la medida que las sociedades avanzan, tienen que ir armando esos dos tipos de conocimiento, trabajando con un conocimiento significativo, que desde el primer momento saben para qué sirve y, al mismo tiempo, captar esas estructuras que les van a permitir profundizar en cada una de las ramas del saber.

La pregunta que todos los estudiantes del mundo suelen hacer es: “¿y esto para qué sirve?”, y, en ese momento, tú profesor o profesora, te pones trascendente y dices “es que sin esto, el día de mañana, no vais a entender esto, no podéis comprender esto”, entonces dices, “ah, bueno, entonces lo que voy a hacer es memorizar esto a ver si el próximo año ya tiene sentido”. Al siguiente año es lo mismo, la misma película, y en tercer año, ya no era necesario repetir la película, ya habías aprendido una cosa, ya eras alumno y alumna, por lo tanto, ya sabías que lo que aquí se trabajaba no era el conocimiento, era el conocimiento escolar; ¿qué conocimiento en ese?, ah, un conocimiento que te dice que es para pasar de primer a segundo, de segundo a tercero y de tercero a cuarto.

En tu vida cotidiana, tú dices “ah, cómo se nota que éste estudió hasta quinto; ah no, y éste llegó hasta séptimo”, pues, no. Yo, entonces, digo, pues mire, usted sabe cómo hacen las novelas de Agatha Christie; escribe una novela policiaca de doscientas páginas, y si tú te lees las ciento noventa y siete primeras, no te sirvió de nada porque a clave que organizaba todo está en las tres últimas; ése del que estás sospechando en la página ciento noventa y siete, que va, ése es un santo, el malo es éste, que aparece en la ciento noventa y ocho y, ahí, ya todo se organiza, ya sabes qué rol tenía cada uno de sus personajes. ¿Dónde están esas últimas tres páginas del sistema educativo?, claro, eso nos lleva a que necesitamos trabajar también con otro tipo de contenidos más actuales y transversales porque esa educación interdisciplinar ya originó, incluso, asignaturas en las universidades y, por lo tanto, intereses también en otros sistemas educativos que trabajan con el conocimiento puesto para enfrentarnos a eso.

Hay ya asignaturas, proyectos de trabajo, unidades didácticas entradas en temas como el cambio climático, los derechos humanos, la pobreza, la vida en el barrio, las drogas, la nueva economía política; es decir, cambió, ya no son aquellas cinco asignaturas famosas que todo el mundo estudió, y ya aprendimos a ver que ese conocimiento sirven para entender estos.

¿Qué estudiante llega a su casa y dice “hoy hemos aprendido esto en la clase”?, lo que dice “es que me dieron un ocho”, “me aprobaron”, “me suspendieron” o “me castigaron”. Claro, ya vivimos en ciudades, mayoritariamente, en otros países más que en otros, y de repente, vimos que desaparece el mundo rural –hombre, alguien tendrá la culpa-; el proceso de vida en las ciudades se produce y necesitaban tanta mano de obra, que tenían que traer a toda la gente del campo a trabajar aquí, incluso, a las mujeres que ni pensábamos en ellas, le dijimos “pasa pa aquí” y les ofrecemos guarderías para que esas mujeres pudieran ir a trabajar.

Y si en las puertas de las iglesias habían mendigos, creamos la ley de vagos y maleantes: está prohibido mendigar, que vengan a trabajar. Se necesitaba tantísima mano de obra, que efectivamente pasó eso. Claro, y por lo tanto, había que entender la ciudad como el espacio, el único posible, ustedes revisen su propia información que aprendieron sobre el mundo rural en los libros de textos.

Existe una deformación del mundo rural, que es la deformación de un urbanita que va el fin de semana al mundo rural y “¡ah!, ¡qué maravilla los árboles, el verde, los pajaritos, las vacas, los perros!”. Mi generación en la universidad cursó como un fenómeno la creación de comunas, ¿qué era aquello? Eran estudiantes urbanos de la clase más acomodada que de repente se sentían muy incómodos en un mundo tan contaminado, tan ruidoso, etc., y dijeron “no, no, vámonos a vivir a un pueblecito y vamos a dedicarnos a cultivar cosas, a tener animalitos”, etc., y vivir pastoril y bucólicamente. Regresaron inmediatamente; claro, descubrieron que los animales tienen enfermedades, cada vez que tú plantas algo, llueve o viene una granizada… allá se fue todo. Claro en los libros de texto, las vacas que aparecen son animales de compañía como el perrito que tienes tú en casa. El sistema educativo estuvo metiendo todas esas mentiras, y si no, revisen todos los manuales escolares.

Claro, ¿qué es una ciudad?, un sociólogo como Zygmunt Bauman, dice “una ciudad es un lugar repleto de desconocidos sospechando unos de otros”; definitivamente, porque construimos una ciudad injusta, porque esa gente que venía del mundo rural, le dijimos “pero quédate allí en las afueras”; nos íbamos organizando. Encontramos la urbanización, ¿qué es una urbanización?, un sitio que normalmente cuando llegas tiene una barrera y eres sospechosos hasta que te identificas; una vez que te identificas “ah, usted pasa”, “usted, fuera”. Entonces, ya vivimos organizados por clases sociales, por etnias, etc., en esas ciudades; claro, muy injusto, porque sabemos que la vida en esas ciudades es maraviollosa para los que viven en esas partes más acomodadas, y muy dura para lo que ya no viven en edificios.

Claro, a eso la institución escolar le dice: “mira, hay que educar para ser ciudadano y ser ciudadana”; hay que educar para aprender a convivir juntos sabiendo que todo somos iguales pero también somos diferentes, pero tenemos que aprender a vivir juntos, y por eso hablamos de una educación inclusiva, donde todo el mundo entre y, por lo tanto, nos obliga a revisar esos contenidos que están allí para ver en qué medida todavía seguimos reproduciendo un modelo urbano que en estos momentos es invivible y que está generando grandes problemas. ¿Qué va a hacer tanta gente en una ciudad?, ¿en dónde van a trabajar?, ¿qué se puede hacer así?; pues, habrá que plantearse otra forma de distribución de la población que sea más acorde al mundo de hoy, y no organizar espacio para vivir que pertenecen a modelos de una sociedad de principios de la industrialización; esa sociedad ya no es la de hoy, precisamente.

Y otra gran revolución es el mundo de las relaciones sociales; claro, es que el siglo XX, el siglo más optimista de la humanidad, a pesar de que hubo cantidad de guerras, de desastres y cosas increíbles, pero es el más optimista, sólo tiene que mirar cómo continuamos puliendo los derechos humanos. Se acordaron gran cantidad de derechos en ese siglo XX: convenciones sobre derechos humanos, los derechos de los pueblos, de las mujeres, de la infancia, y las últimas de 2007, la convención de los derechos de las personas con discapacidad, la convención de los pueblos indígenas, etc. Hay determinados países que no han firmado, pero ya lo harán. Y faltan más convenciones, como por ejemplo, los derechos de las personas homosexuales que, por presiones de última hora del vaticano, lograron retirarlos. Es una demora, no lo van a poder parar, acabará aprobándose.

Imagínense qué significa, que eran personas que no tenían derechos y que, por lo tanto, podíamos explotar, infravalorar, despreciar, etc. Porque no existían, o existían como “defectuosos”. Claro, ustedes, piensen un fenómeno tan importante como el ocurrido en los últimos tiempos, por lo menos en determinados países, como es la introducción obligatoria de las personas con discapacidad en aulas normales. Claro, eso se produce en la década de los 70, o sea, antes de ayer; y ¡saben por qué se produce eso?, porque en vez de decir “las personas que tienen discapacidad son objetivos exclusivo de la medicina de la psicología, son personas incompletas, algo les pasa”; decimos, “para, primero que todo, son ciudadanos y ciudadanas, y luego, tiene un problemas y a ver cómo podemos ayudarlos porque como son ciudadanos y ciudadanas no los podemos discriminar”, y los introdujimos a las aulas.

A partir de ahí, se revoluciona todo el conocimiento que hay sobre la educación especial; usted escoja cualquier libro sobre educación especial, de cómo se trata a esas personas, y verán libros escritos inclusive hasta 1980, y parecerá como si pasaron siglos; porque decíamos “una persona que tiene Síndrome de Down, difícilmente va a aprender a leer y a escribir”; en las universidades españolas tenemos personas con Síndrome de Down. Y yo les decía “paralíticos cerebrales, acabaron ya doctorados” y, según esos libros, no se podía hacer.

Aprendimos a construir una ciencia optimista. Se acuerdan cuando Francis Bacon culpaba a los médicos y les decía “es que ustedes son el freno de la ciencia”, porque clasificaban las enfermedades en “curables” e “incurables”; si algunas son incurables, pues, ya no hay nada qué hacer. A partir de ese momento dijimos “hay enfermedades que sabemos cómo curar y enfermedades que todavía no sabemos cómo curar, pero que deben curarse”, pues, lo mismo estamos haciendo con las personas discapacitadas; “una persona con una discapacidad concreta, todavía no sé cómo ayudarle pero tengo que ensayar formas y experimentar formas, investigar formas porque debe terminar aprendiendo”.

Y, por primera vez, en mi país, tenemos la primera generación de adolescentes que saben vivir con personas discapacitadas porque comparten espacios con ellos y viven con ellos; ¿por qué las otras generaciones no saben qué hacer con ellos?, porque nunca las vieron, y cuando las vieron, era sobre una base de informaciones deformadas, mitos y, bueno, estas personas habían sido deseducadas, habían sido dejadas y abandonadas.

Y así pasa con todos, porque los hombres tenemos que aprender a relacionarnos con las mujeres porque nos dijeron y nos demostraron -y la ley les avala- que son iguales; entonces, claro, los hombres tenemos que hacer ese aprendizaje, y yo creo que lo vamos haciendo. Pero eso se complica porque imaginen una situación familiar muy crítica: están ahí sentados delante del televisor y le dices a tu hija o hijo “no acerques esas zapatillas”, y ella te dice “hay la misma distancia de aquí a aquí para ti que para mí”, y tú dices “es que aquí ya no se respeta nada, no hay valores”... no, lo que no hay es esclavos, la esclavitud está abolida; tú no pides algo por favor o justificas lo que exiges... Lo que te hacía antes tu mujeres porque la considerabas inferior y te justificaban hasta las leyes, ¿ahora qué buscas?, ¿otro que lo haga?, pues no.

Entonces, imaginen lo que supone para cada uno de nosotros aprender a vivir en un mundo donde no estamos acostumbrados a vernos como iguales; es un aprendizaje difícil pero tenemos que hacerlo. Piensen. Miren, yo llevo tres décadas con una línea de investigación, que es analizar los contenidos de los libros de texto. No logré exceptuarlos por ser de 1980, no logré modificarlos, bueno, sí, logré; en las tesis docentes fui especificando más algunas invisibilidades, pero no moví nada. El mundo femenino ya está muy metido; ¿cómo miramos un libro sexista?, contamos el número de grupos, de personajes a ver si son iguales; lo que no contamos es la historia de esas mujeres qué hicieron, cómo lo hicieron, por qué en otro momento tuvieron una historia determinada, y ni tratamos los problemas que hoy tienen esas mujeres.

¿En qué manual escolar se habla del trabajo doméstico y del segundo turno que tiene esa mujer que trabaja fuera igual que el hombre y que llega a la casa y tiene otro trabajo? Dos trabajos. Otro ejemplo, la maternidad y el cuidado de hijos e hijas, la violencia contra las mujeres -eso nunca se trata-, la precarización laboral, el techo de cristal, la prostitución... ¿ese no es el mundo femenino? Pues, mientras todo eso no aparezca, lo seguiré poniendo en las voces silenciadas.

Entonces, ¿eso qué va conformando?, que nosotros salimos y nuestros automatismos -es decir, aquello que no nos ponemos específicamente a pensar racionalmente- hacen que nunca tengamos en cuenta esas voces ausentes, y que sólo estemos pensando en esa persona adulta, hombre, de primer mundo, que tiene un trabajo; y el otro mundo, es que se nos invisibiliza y no lo vemos. Nos pasa como les pasa muchas veces a las mujeres cuando quedan embarazadas, de repente dicen “la cantidad de mujeres que hay embarazadas” y yo digo “sí, todas al mismo tiempo”; o los hombres que se rompen un brazo, y decimos “mira que hay hombres que se rompen el brazo”; entonces, a partir del momento que a ti te pasa, es que lo ves, antes estaban a tu lado y ni los veías.

¿Qué nos dice eso de la educación?, que tenemos que formar una ciudadanía capaz de convivir con esas personas. Cada una de esas declaraciones de derechos humanos, en su articulado, tienen apartados que dicen “al sistema educativo le corresponde”... Y no les pregunto cuántas declaraciones de esas oyeron porque así no se culpan mucho hoy de lo que no están haciendo, porque lógicamente no eres consciente de que esas declaraciones nos mandan mensajes directos y obligaciones. Y eso nos conlleva a hacer una educación a que sea, primero, anti-racista, y subrayo lo del “anti” porque todos somos racistas, sexistas, clasistas y homófobos, y el que no lo sea que me diga en qué país y con cuál sistema educativo fue educado. Otra cosa es que qurramos no serlo, pero es que lo somos y eso lo saben bien las mujeres, que somos machistas, porque nuestros automatismos no nos permitieron visualizarlos en todas sus dimensiones.

Por lo tanto, una verdadera educación debe asumir eso, vamos a descrubrir en qué samos racistas y clasistas cada uno de nosotros. Una de mis primeras preocupaciones en EEUU era la educación racista, sobre todo porque yo trabaja con población gitana en mis país; cada vez que yo llego allí yo digo “no, no, es que yo no soy racista” y se rieron y dijeron “entonces tú dónde te educaste. Primero descubre que eres racista”, y vaya si lo descubrí; imagino que todavía me queda trabajo.

Entonces, es importante saber que tenemos que hacer una educación anti-racista, anti-clasista, no homofóbica, una educación inclusiva y laica, no atea, sino laica, que es el respeto mayor sobre las creencias religiosas que pueden existir; es decir, eso lo dejamos fuera de la escuela, aquí vamos a trabajar con lo que nos une a todos, lo otro queda para las esferas más privadas. Y una educación integral; es decir, estudiar al ser humano en todas sus dimensiones, porque es mucho más que las matemáticas que las ciencias y que la lectura.

Es también el mundo de las relaciones económicas; el neoliberalismo, la globalización neoliberal y la economización de la política; por ejemplo, en mi país todos los días estamos aprendiendo un montón de economía, sabemos de las primas de riesgos, dónde están los tipos de interés, y pareciera que es lo único que existe, la política parece que fuera unos economistas puestos a gobernar; la privatización del Estado, el mercantilismo y la destrucción de las instituciones públicas. Y eso ¡cómo está afectando ya al sistema educativo! Primero, reduciendo los contenidos escolares; en mi país el ministro de Educación que es del Partido Popular acaba de lanzar un proyecto de una nueva ley de educación que están preparando para presentarla en el Parlamento en octubre, y dice “no, no, hay que reducir el número de asignaturas porque lo importante es que los estudiantes sepan mucha matemática y nada más”; todo lo demás no importa.

Incluso, estamos privatizando todo el sistema educativo; España es el líder de Europa en la privatización de las instituciones escolares -de las etapas obligatorias-. No hay ningún país de Europa donde la enseñanza obligatoria esté tan privatizada como en mi país. Y para eso se utilizan las evaluaciones externas clasificatorias -cuidado, que no estoy en contra de una evaluación externa, tiene que haberla-, pero no se dice con qué finalidad, que es clasificar para construir un ranking y vender como objetivo algo que no es: que la institución privada es mejor. Sí, ya creo que lo es; los mejores alumnos para adentro y los otros, los echo para la pública. Es lo que están haciendo en mi país.

Cuando se dice “libertad de elección”, es mentira; bueno, sí, es la libertad de elección de los centros escolares para elegir los niños que quieren, no de las familias. Hay muchas familias que quieren ingresar a sus hijos en alguno de esos centros “maravillosos” y dicen “no, mire, usted no puede” y hay mil triquiñuelas para que no entren ahí, etc. Eso significa que desde la educación tenemos que sacar a flote, visibilizar que hay otro tipo de economía, y que hay esa economía social y solidaria; claro que necesitamos la economía y los conocimientos económicos pero al servicio de la liberación para que todas las personas podamos vivir dignamente, no al servicio de la explotación.

Entonces, tenemos que hacer ver hay una cosa que se llama cooperativismo, la banca ética y solidaria, el ahorro solidario, los microcréditos, las empresas solidarias, el comercio justo, etc. Otro tipo de economía que no está basada en la explotación ni en el lucro individual. Claro, vivimos en el mundo de las revoluciones ecologistas porque estamos sufriendo ya los efectos de la depredación con la que nos relacionamos con nuestro entorno. Ayer veía una noticia en el periódico El País de un autor reconocido que dice que el calentamiento global sí es una realidad de este modelo depredador; y estamos viendo cómo las personas que fueron obligadas a desplazarse a las ciudades y a abandonar sus tierras, ahora les están comprando determinados países que se dieron cuenta que la gran crisis del futuro es la crisis alimenticia.

Ahí están países comprando cantidad de terrenos. Hay extensiones de terrenos enormes en África para plantar cosas que comerán sus propietarios, no para que coman las personas que viven allí. Ahí caemos en lo mismo, otra declaración que tenemos pendiente es la declaración de los derechos medioambientales; es decir, toda la ciudadanía debe saber qué consecuencias puede tener el que te digan que una empresa puede ponerse allí, y tener derecho a la información objetiva, no a la manipulación informativa. En España lo sabemos bien ahora porque hablaban de un sitio para recibir nucleares, manipulando cualquier cantidad de información y prometiendo que allí iba a ser El Dorado.

En educación necesitamos trabajar por un currículo verde; es decir, cómo todas esas parcelas del conocimiento tienen relación con la compresión y relación con nuestro medio ambiente; de alguna forma hay que teñir de verde todas las materias de ese currículo, hay que hablar de la inteligencia ecológica y sacar a la luz los problemas de los modelos que generaron esa degradación ambiental.

Nos intentan vender que la política es una cosa ya desfasada, que hay que enterrar y redefinirla, que la política es una cosa de tecnócratas y de estrados, que basta saber unas cuantas cosas técnicas y ya está. Ese encierro de la política tiene unos motores que aceleran eso; a mi modo de ver son tres grandes fenómenos que suceden: el primero es la caída del muro de Berlín, con lo cual se dice “ya sólo hay capitalismo, lo demás es una utopía sin sentido”; con esa caída del muro y con su control mediático, quisieron enterrar otro mundo de alternativas; luego fue la Guerra del Golfo, que ya no fue una cosa política, esta guerra fue la primera vez que se recurrió a que los problemas eran religiosos y culturales: “es que estos musulmanes son todos terroristas”; y que además, se agiliza con los tres grandes atentados: el atentado del 11 de septiembre, el del 11 de marzo de 2004 en Madrid y el del metro de Londres de 2005. A partir de ese momento las explicaciones de los conflictos y de las transformaciones de la sociedad, pretenden vendernos que no son explicaciones políticas y lucha de modelos políticos, sino que las religiones y la cultura son las culpables; y dicen “hay que acabar con esta religión y esta cultura, que son el enemigo”.

Son muy eficaces. Yo viajo mucho en avión y aveces entra una persona con otra vestimenta que no es la nuestra, las personas buscan asiento en otro lugar y no se sientan a su lado; eso significa que, además de una lucha política genocida, en política de reconocimiento -como diría Nancy Fraser-, en políticas de redistribución, en políticas de participación, para que nos tomen en consideración a cada uno de los seres humanos, se necesita reforzar el sistema educativo desde materias como educación para la ciudadanía y los derechos humanos; esto lo acaba de eliminar el nuevo gobierno de España, dicen “eso es ideológico, el sistema educativo es para enseñar matemáticas y ciencias”. Imagínense, una ciudadanía que en lo único que tiene que participar es que cada cuatro años va a votar y ¿con qué información o con qué educación fue construyendo las posibilidades de comprender cómo funciona ese mundo políticamente?

Eso nos lleva a que todas estas dimensiones atraviesen todos los contenidos y todas las materias que existen en el currículo porque la democracia no se enseña sólo en educación para la ciudadanía; ahí se podrá hacer una reflexión más teórica; la democracia de vive y la colaboración se practica. Eso significa que hay que revisar los contenidos escolares, recursos didácticos, metodologías, formas de organización y de relación del alumnado entre sí y con el profesorado, formas de participación, modelos de evaluación, para ver en qué medida estamos contribuyendo a que esas personas sean ciudadanos democráticos, respetuosos, colaboradores, solidarios, etc.

Porque todas esas dimensiones afectan; y por eso una de las políticas de los gobiernos más conservadores, es la política de las desprofesionalización que la disfrazan con el lenguaje de la competencia, ya la gente ya no sabe cuál es su trabajo. Es el mundo de las revoluciones estéticas, y esto es muy importante porque la estética tiene que ver con eso que valoramos, y quién produce eso que valoramos, y claro, dense cuenta, en el siglo XIX los burgueses que producían las cosas, eran quienes definían su valor artístico y, por lo tanto, quienes producían aquello debería ser un pueblo interesante porque producían cosas artísticamente interesantes.

A medida que hubo luchas sociales y se fue avanzando en la declaración de los derechos humanos, esa misma burguesía fue diciendo “bueno, hombre, hay cultura importante y cultura popular”, pero ¿qué es la cultura popular?, las producciones, artefactos, creaciones que generan los grupos sociales sin poder, entonces, claro, por ejemplo, mi primera vocación fue ser músico, mi primer trabajo y gusto es la música y a mí me castigaban por tocar la música de Los Beatles, y cuando me metí en eso que llaman jazz, decían “¿y eso qué es?”; claro, si valoramos que la música de Los Beatles era importante, había que valorar a quienes estaban produciendo esa música, que no eran Los Beatles de hoy de 70 años, eran los de 18 o 20 años. Entonces, dicen “ah, es que los adolescentes hacen cosas importantes”; ¿conocen a algún adolescente en los libros de textos que haya hecho algo importante?. Metieron a uno, pero ya lo deformaron, que era Mozart; luego mira usted la película Amadeus y ya está, pues una especie de niñato, tonto que escribía música pero que era por vocación; ahí se le activaba no sé qué pajarito de otro mundo y la escribía porque “el tío es un infantilón y tonturrón”; manipulan la biografía para decir eso.

Igual, ¿conocen alguna compositora mujer del siglo XIV, XV o XVI?, ¿qué era la música clásica? La producción de cuatro países de Europa en cuatro siglos. ¿Y los demás países no tenían música?, ¿qué eran?, ¿ruidos tribales?, claro porque si llegan a hacer una ópera, tenemos que decir que es un pueblo igual a nosotros. Por ejemplo, la música de jazz, ¿cómo un negro que dudamos que sea un ser racional y es un deterioro de la evolución, puede hacer música valiosa e importante? Pues la lucha de liberación de esos colectivos, pasa por reivindicar que lo que hacen es arte, y por eso se le llama arte popular; cuando ese pueblo pasa a tener poder, se le llama arte a secas.

El arte era la forma de inferiorizar y de hacer público y visible que esos grupo sociales no merecían la pena, no habían hecho nada importante. Son las luchas de descolonización, las luchas sociales y la propia revolución francesa, las que van iniciando esta ruptura.

En el sistema educativo nos falta mucho porque la educación estética está muy limitada y se utiliza para ideologizar, porque cuando estudian arte, un estudiante lo que tiene que saber es que “aquel Cristo lo pintó Velásquez”, no porque ese Cristo merece la pena. Una vez yo estaba con un profesor francés en un seminario de arte y puso “Cristo Velásquez” y al lado puso una foto de Ernesto Che Guevara, esa foto donde lo presentan muerto, y la gente dijo “¿eso como arte?”, y dijo “sí, porque lo que estamos valorando es la expresión de ese cuerpo humano, la expresión que tiene ese cuerpo en esa foto”; o sea, que el arte, además de saber quién es el autor y, además de saber lo que significa simbólicamente lo que se dibujó allí, tiene otra dimensión.

Hace un par de años, en Notre Dame, en París, montaron una excursión allí en la puerta y yo por curiosidad dije “voy a ver qué explicación les dan”, y cuando acabó a mi hija le pregunto “¿esto de qué arte es?” y responde “ah, no sé”; hombre después de dos horas explicando, nos dieron una clase de religión; es decir, qué significaba cada una de esas escenas, que está bien, si conoces el simbolismo, pero lo que no nos dijeron fue por qué la artísticas y por qué eso lo tenemos que venir a ver.

Piensen ustedes, “arte del siglo XX”, en su propia formación, ¿qué saben ustedes de grafitti, de los movimientos contemporáneos del siglo XX y hasta del siglo XXI, cuánto son capaces de ignorar y de decir. Pues, si estuvieran en España, les garantizo que nada. ¿Y de la historia del cine, de la fotografía, del cómic, de los video clips?. Es decir, el mundo de hoy, ¿dónde está?; el arte de hoy, ¿dónde está?; se acabó en el siglo XIX.

Por otra parte, entonces, están los que producen las ideas y los otros que trabajan, según la percepción clasista del trabajo, ah, y unos que producen y contaminan a los otros. Y modificamos nuestro lenguaje; hoy en día entender lo que significan las palabras, tiene una gran dificultad porque lo manipularon todo; hoy son demócratas hasta los nazis. Y en el mundo labora es lo mismo; dicen “vamos a dar autonomía a los trabajadores”, eso significa más horas de trabajo; “¿qué hacer con la responsabilidad del trabajo que están haciendo y con la empresa?”, eso significa que te van a recortar el salario, que te van a despedir. Hay que ser consciente de que la educación es para toda la vida porque ese futuro es tan impredecible y rápido, que hoy puedes saber cómo se trabaja en esta empresa o en este modelo de sociedad, pero que mañana se transforma rápidamente. Tienes que estar dispuestos a hacer una educación permanente; y dado que no naciste sólo para trabajar, alguien te tendrá que enseñar también a disfrutar y tenemos que hacer una educación también para el ocio y tenemos que recuperar también la importancia del juego que es una cosa increíble.

La legislación educativa en mi país dice que la educación infantil es de 0 a 6 años. El juego es una metodología de aprendizaje pero “ah, sólo hasta los 6 años”, luego ya la palabra “juego” desaparece del sistema educativo porque la profesora de educación infantil dice “bueno, le vamos a decir a los estudiantes que jueguen”. Yo hice ese experimento con mi hija cuando era pequeña, era una réplica de una investigación que había hecho Michael Appel en EEUU, y consistía en decirle a los niños que íbamos a jugar -si ven el material educativo de los niños se llama “juegos didácticos, pero ningún niño ni niña pide como regalo de Reyes un juego didáctico-, y tú le decías “¿y a qué jugaste?”, y el primer día te dice “bueno, estuvimos corriendo, poniendo gomina”, etc., y a los día te dice “tú estás muy equivocado, nosotros jugamos cuando no nos ve la profesora o cuando nos manda al patio, en clase trabajamos; y me pregunto “¿y dónde aprendió la palabra trabajo?”, pero claro, ya descubrió que “jugar” es lo que yo decido jugar, pero cuando a mí me dicen lo que yo debo jugar y a qué hora y con qué materiales, ya no es jugar, es trabajo.

Claro, es que nuestra concepción del trabajo es que sólo únicamente el trabajo alienado; entonces ¿cómo voy a castigar a trabajar a un niño de 1 año?, ¡qué sádico!, claro, es que nadie nos explicó que el trabajo alienado es una forma de trabajo, y la más inhumana.

En los libros de texto de España, el mundo del mar como trabajo, no es éste; los barcos que ven los estudiantes españoles, son los barcos de vela, no los barcos de pesca. Yo vivo en una ciudad que es el principal puerto de España, o sea, que lo que más se ve allí son barcos de pesca. Pues, un estudio que hice con estudiantes del último ciclo de la primaria, que consistía en pintar su ciudad, pues pintaron la ciudad llenos de veleros, que habían poquitos y hasta con submarinos que yo nunca había visto uno. Entonces, ¿que nos pintaron?, que los barcos de pesca no son visibles para ellos porque es el mundo del trabajo. Y en los libros nadie habla de lo que significa la pesca, quién va a pescar; la mayoría de los padres de estos chicos pasa cinco meses allá en una campaña pesquera sin tocar tierra; el mundo de la agricultura, las minas, el sector servicio, las grandes y pequeñas empresas. ¿y dónde se trabaja las modalidades de explotación laboral?, y estamos capacitando a esos estudiantes para incorporarse a una sociedad productivamente, que cuando salgan del sistema educativo vayan a trabajar; y ¿qué les dijimos que era el trabajo?, ¿y cuáles son las formas de explotación?, ¿Dónde trabajamos todos esos aspectos?, los salarios inhumanos, las condiciones laborales, la explotación de inmigrantes; ¿en qué clase de matemáticas se habla de los salarios injustos?

En eso sí que ya sabemos más porque lo sufrimos, pero claro es una revolución porque ahora a todo el mundo le importa la educación: partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, ong's, familias, colectivos vecinales, asociaciones comunitarias, iglesias, colectivos profesionales, etc. Y todos sabemos lo que significa la OCDE, el Fondo Monetario internacional, el Banco Mundial, la organización Mundial del Comercio o la Mesa Redonda Empresarial, que es una asociación que reúne a las grandes empresas de Europa y que , por lo tanto, también les preocupa la educación. En esa MRE, España tiene al Presidente del Grupo INDITEX, que el el grupo de la marca Zara -es decir, uno de los hombres más ricos del mundo-, Pull & Bear, Massimo, Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home, Uterqüe, el Presidente de Teléfónica, el Presidente de Repsol, y estos son uno de los que estaban obsesionados con que cada estudiante debía tener una computadora -claro. Estaba Nokia y todas esas empresas-, y ahora que las tienen, ¿qué hacen con ellas en las aulas?; ya tenemos el Ministerio de Educación del mundo, del planeta Tierra; es la OCDE, que no lleva por ninguna parte la palabra “educación” en su título porque es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que son los que le están diciendo al mundo cómo tiene que ser su sistema educativo, y todo ¿por qué?, por una prueba que pasa que se llama PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), donde comparan todos los sistema educativos de la mayoría del mundo. ¿Qué mide PISA?, bueno es una prueba de lápiz y papel para diagnosticar que deja mucho que desear y mide sólo tres cosas: la compresión lectora, no de escritura, porque la escritura nos dice cómo tenemos organizadito esto (el pensamiento); piensen cuando escriben algo, dice “ah, no este artículo yo lo tengo claro, esto lo hago rápido” y algo que pensaba escribir en una tarde, me lleva 15 días, evalúan también el conocimiento matemático y el científico. Dense cuenta de la cantidad de cosas que no evalúa PISA, como la escritura, la capacidad de expresarse, de comunicarse, las habilidades para el debate, los conocimientos, destrezas y procedimientos artísticos, toda la educación humanística, la capacidad de interpretar un fenómeno histórico, la capacidad de pensar, analizar y trabajar interdisciplinarmente, todo lo que es la educación ética y moral, ahora que estamos en épocas de olimpiadas, las competencias motoras y deportivas, la educación para la ciudadanía y los derechos humanos, la capacidad de resolución de conflictos, la educación ambiental, la educación para la salud, la educación para el consumo, la educación vial, la capacidad para realizar juicios informados y razonados, la capacidad de colaboración y de ayuda, etc. Claro, como no lo pide PISA, los países creen que ahí no tiene problemas, es decir, que lo único que tenemos que mejorar es eso que mide PISA y cada vez que salen los resultados de PISA, todo el mundo coge esos datos para tirárselos en la cara al contrario.

¿Efectos?, miren, mi país en el anteproyecto de educación que ya está publicado, el Ministerio de Educación dice que va a retirar muchas asignaturas del currículo y que va a dedicar más horas y recursos a lo que mide PISA. ¿A qué van a dedicar toda la jornada escolar?. PISA 2012 presenta otra novedad; en algunos países -uno de esos es el mío-, a los estudiantes en este próximo trimestre, les van a evaluar -además de la compresión lectora, la alfabetización matemática y la alfabetización científica- la educación financiera, no la educación económica, ya les darán los resultados, los estudiantes españoles son un desastre.

¿Qué países son los que van a experimentar esto?, son 18 países; España, Australia, Bélgica, Brasil, China, Colombia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estados Unidos, Estonia, Francia, Israel, Italia, Letonia, Nueva Zelanda, Polonia y la República Checa. ¿Son los países que mejor quedan en la prueba PISA?, no. ¿Por qué no está Finlandia, Dinamarca, Suecia, Alemania? La OCDE lleva con la Mesa Redonda Empresarial desde 2002 produciendo continuamente documentos para presionar a los gobiernos por esta educación financiera, que el Ministerio de Educación español dijo “los contenidos les corresponden a tres instancias: al Ministerio de Educación, a la Comisión Nacional del Mercado Nacional de Valores -a la Bolsa- y al Banco de España”; o sea, “les vamos a enseñar a jugar a la bolsa”, que quiere decir “les vamos a enseñar a mentir y a engañar”; en una sociedad que está viviendo una crisis financiera, que es que sí había quien supiera mucho de finanzas pero nada de ética.

La OCDE argumenta -se los leo textualmente-: dada la creciente transferencia de riesgos a los hogares, que con cada vez más responsables directos de las decisiones financieras esenciales para su bienestar en el futuro debido, principalmente, a tres grandes sucesos, primero, las transformaciones que sufrirán las pensiones de jubilación -es decir, eso significa que no va a haber en lenguaje normal y ellos le llaman “las grandes transformaciones; segundo, una mayor responsabilidad individual en los asuntos relacionados con la salud y la enfermedad -y por tanto la necesidad de contratar seguros personales para garantizar la cobertura sanitaria, literalmente; es decir, adiós sanidad pública-; tercero, la importancia para las familias de planificar e invertir adecuadamente en la educación de sus hijas e hijos; ¿qué era el estado de bienestar en Europa?, era que yo no me tenía que preocupar de mis jubilaciones porque el Estado al cual yo como ciudadano y ciudadana había estado contribuyendo durante toda mi vida laboral, pues, ahora se haría cargo, lógicamente; no tenía que ahorrar para la salud porque todos los meses pago una parte de mi salario para la salud y, por lo tanto, desde que se instala ese estado de bienestar ya no sucede lo que yo le escuchaba a mi padre cuando era pequeño “tenemos que ahorrar por si hay alguna enfermedad”; mi hija nunca me escuchó decir semejante cosa porque no era mi preocupación, yo sabía que la seguridad social se iba a hacer cargo y una buena sanidad, además. Y tampoco tenía que preocuparme de cuánto me iban a costar los estudios de mi hija, es que eran gratis porque ya estaba pagando como ciudadano.

Entonces, eso significa que dado que ya no va a haber pensiones, que la sanidad no va a ser pública y gratuita y que la educación no va a ser pública y gratuita, por lo tanto van a enseñar a la gente a que pida préstamos para hacer una carrera universitaria o cualquier estudio; es decir, el Estado se lo va a poner muy caro, imagínense lo que eso significa, que tenemos un sistema educativo que está en un gran dilema y que va a depender de todos y cada uno de nosotros; es educar a ciudadanos y ciudadanas -algo que va más allá de la asignatura- es decir, personas que comprenden lo que es el espacio público, que saben participar en ese espacio público y son corresponsables en el espacio público u olvidarnos de esa ciudadanía y formar solamente trabajadores y trabajadoras y, consecuentemente, consumidores y consumidoras.

Un humorista que tenemos en España que se llama El Roto, hizo un texto que dice: “estamos transformando las viejas universidades en los nuevos shopping center del conocimiento. Compre un doctorado”. Tenemos que volver a repensar cuál es la finalidad de los sistemas educativos; los sistemas educativos son obligatorios porque por desgracia teníamos a muchas familias que no entendían el valor de la educación y estaban tomando decisiones por sus hijos e hijas como si fueran propiedades de ellos y no ciudadanos y ciudadanas, decían “no, no, yo prefiero que se queden aquí ayudándome, que eso que van a estudiar no sirve para nada”; pero como era una ciudadanía que sabía que éramos todos corresponsables, dijimos “es obligatorio y por lo tanto, penalizado no enviar los hijos a la escuela”. En España se penaliza.

Contribuir a la igualdad de oportunidades, formar una ciudadanía solidaria y democrática y, por lo tanto, lo que les decía antes, sobre una base anti-racista, anti-sexista, anti-clasista, no homofóbica, inclusiva, laica e integral. Necesitamos unos estudiantes diferentes a los de esa educación vinculada a la iglesia y al Estado-nación tradicional, necesitamos estudiantes críticos, estudiantes que estén acostumbrados a incorporar perspectivas globales en el conocimiento con el que están trabajando, a sacar a la luz las cuestiones de poder que hay en la ciencia y en cómo se construye esa ciencia, en hacer visible la historicidad y condicionamientos de qué les produce ese conocimiento y quiénes generamos conocimiento, incorporar la perspectiva histórica.

Hay un programa que algunos llaman “la proletarización del conocimiento” , ése es un conocimiento donde las personas, incluso el propio profesorado, es capaz de trazar una historia de ese conocimiento, por lo tanto sus controversias, sus variaciones del objeto de estudio, experiencias de análisis cada vez más globales y más integrados, atender las dimensiones de justicia y de equidad, evaluar y comparar las conclusiones que se suscitan, aprender a comprometerse en la aceptación de responsabilidades y en la toma de decisiones.

Eso requiere de un profesorado que también tiene obligaciones; crear una atmósfera de libertad intelectual y política en que las controversias y los debates ayuden aclararse al alumnado, por lo tanto, con recursos adecuados que permitan eso. Partir de valorar la experiencia de ese estudiante y por ahí hay muchísimo que la escuela solamente les enseña una cosa: a odiar a sus familias, porque nadie les explicó por qué son pobres, por qué no tienen trabajo. Al revés, le dijeron “si no estudias y te vas mañana, vas a ser un miserable”, con lo cual, lógicamente, tú haces una inferencia y dices “ah, pues aquí tengo una suerte, que me tocaron unos padres vagos, maleantes y desgraciados”.

Cantidad de chicos y chicas de las clases populares aprenden eso. No les explican qué problemas tiene su familia y por qué los tiene, al contrario, les están explicando la vida de todos los otros, por lo cual hay cantidad de estudiantes que odian a su familia y les encantaría ser hijos e hijas de otras familias; y se creen que sus padres y sus madres no les quieren porque nadie les explica el agobio que tienen cada día.

Entonces, un docente tiene que generar ejemplos positivos; tenemos que enseñarles a ver que la humanidad va progresando y que va resolviendo problemas cuando los analizamos bien y va generando estrategias y así, no existe ni la esclavitud, ni podemos oprimir a las mujeres; aún se produce, pero es un delito en cualquier parte del globo terrestre. No tienen ni un sólo argumento intelectual, antes tenían a toda la ciencia justificando eso.

Trabajar con propuestas interdisciplinares, potenciar y atender la personalidad específica de cada estudiante; ¿es que Howard Gardner no nos convencía ya de que había nueve tipos de inteligencia?, ¿y que el sistema educativo trabaja una o dos?. Hay que emplear estrategias de enseñanza más flexibles, más significativas, grupos cooperativos de trabajo, prestar especial atención a los estudiantes de diferentes etnias o de diferentes clases sociales, diferentes capacidades, sobre todo, prestarle atención a los más desfavorecidos.

La clave de todo está en que necesitamos un profesorado magnífico, muy bien formado; una de las pocas cosas con que estoy de acuerdo de la OCDE, es que tenemos que traer a los mejores profesionales al sistema educativo. Lo que hace Finlandia, sólo los mejores estudiantes pueden entrar a la facultad de educación, no como pasa en mi país muchas veces, que son los que ya no tienen otra opción. Los profesores tienen que tener una gran formación científica y cultural; si tú no eres apasionado de esa cultura, si no sabes eso, ¿cómo vas a transmitir la pasión por ese conocimiento? No quiere decir que no tengas lagunas, pero lo importante es que tengas estrategias para convencer al estudiante de que tú no eres Dios y, por lo tanto, que hay cosas que no sabes pero lo que sí sabes es cómo construir una solución porque debe tener una gran formación psicopedagógica, filosófica y sociológica y democrática.

Tenemos que enseñar a respetar a alumnado; saber que no todos son iguales, conocer los problemas de cada uno, los problemas de su barrio, hay que saber relacionarse con sus familias porque estamos en un mundo multicultural, donde en todas las aulas de España tiene a población musulmana, y el profesor no sabe nada -bueno, ojalá no supiera nada- de lo que son los musulmanes, al revés, están llenos de prejuicios; porque si no supieran nada, se ponen las pilas dicen “bueno, voy a ver si me entero qué cultura tienen, cómo es, cómo puedo relacionarme con ellos, etc.. no sabemos ni entrevistar a sus familias, porque entrevistar es muy difícil; puedes estar hiriendo a una persona sin ser consciente.

En el programa de formación del profesorado en España no existe una asignatura para entrevistar y todos tienen que entrevistar a las familias; en los genes no está. Saber trabajar con otros agentes de la sociedad; estamos hablando de ciudades educadoras que tienen que ponerse al servicio de esa socialización, y hay experiencia muy interesantes sobre eso: trabajar en equipo y trabajar interdisciplinarmente; es decir, hay que atreverse a innovar, pero hacerlo rigurosamente, no “a ver qué pasa”; no, estamos con seres humanos que estamos condicionando.

Eso significa que el profesorado debe estar muy comprometido éticamente con principios éticos integridad sin parcialidad intelectual. En una institución donde reina la libertad de cátedra -no la libertad del catedrático- hay pluralidad de pensamiento; tenemos que aprender a convivir y trabajar ahí con esa pluralidad, porque el día de mañana en ese mismo edificio donde vas a convivir, hay personas que piensan diferente. Tenemos que aprender el respeto, la humildad, la tolerancia, la confianza, la responsabilidad, la justicia, la sinceridad y la solidaridad.

En resumen, la educación -diría Brunner-, tiene tres grandes finalidades, construir las tres “p”, y por eso el sistema educativo nos enseña nuestro pasado, pero no es la historia del mundo, sino aquellos fenómenos del pasado que son significativos y relevantes para comprender el presente, y por eso decimos “esto que hoy sucede es debido a que en el pasado sucedió este fenómeno histórico, hubo esta línea de investigación, hubo este tipo de instituciones”, etc. Y ese es el currículo visible de la institución escolar; enseñarnos el pasado y el presente, y con eso, a título más privado, cada uno de nosotros y, por lo tanto, colectivamente, construimos la tercera “p”, la de las posibilidades, es la que dice “ah, esto es posibles” o “no, esto es imposible”; y eso que consideramos posible o imposible, es fruto de dos tipos de currículo: un currículo pesimista y un currículo optimista.

Piensen ustedes en todos los que son optimistas, y enhorabuena; fueron ustedes objetos de un currículo como debe ser, que genera optimismo; piensen en todos los que son pesimistas y lo lamento; les mintieron y les engañaron mucho. No hay nadie aquí hoy que no sea crea que en algún momento el cáncer va a ser curado, que podrán ir de excursión a marte; claro, en el mundo de la ciencia y de la tecnología, somos tan optimista que hasta la investigación científica está discutiendo sobre la posibilidad del ser humano inmortal, y y son artículos de Nat Geo, no piensen que son cuentos de ciencia ficción. Lógicamente, entre las células madres y no sé qué tantas tecnología que hay, ya podemos plantearnos si es posible evitar la muerte.

Ahora, ¿ustedes creen que es posible un mundo sin pobres? La Biblia dice “a los pobres los tendréis siempre con vosotros”. ¿Se imaginan un mundo justo donde todos puedan vivir dignamente?, entonces dicen, “no, hombre, en el mundo siempre hubo ricos y pobres, unos que tuvieron suerte y otros que les toca sufrir”. Son las consecuencia de ser objeto de un currículo pesimista.

Por ejemplo, un sistema educativo que trabajara bien tres temas: primero, la historia de la esclavitud, que explicaran cómo la ciencia y los sabios legitimaban la esclavitud, que unos habían nacido para ser esclavos; con qué argumentos se justificaban y que se hizo para que de repente la esclavitud se penalizara en todos los espacios del planeta tierra; otro tema es el nazismo, que es un tema riquísimo porque es la primera vez donde todo el conocimiento científico, todas las áreas del conocimiento se manipulan para hacer posible esa ideología y esa política. Hay un libro maravilloso que se llama Atenea negra, un libro de Martin Bernal, y ese libro demuestra cómo se manipuló la construcción del griego como la lengua más perfecta del mundo; era una lengua europea, por lo tanto borrando los rasgos de todas las influencias de todas las lenguas que no eran europeas, porque si levantas a Asia y a África, te encuentras con la negritud. Se manipuló la lingüística.

Una sociedad que diga que un señor que se llama Hitler llegó democráticamente al poder y dicen “bueno, la culpa no es de Hitler. Alguien convenció al pueblo más culto del mundo en ese momento para que sucediese eso”, y vieran que era normal la esterilización y la eliminación de determinadas poblaciones. La ciencia estuvo coincidiendo en eso. Ya nos pone ante una ciencia que tenemos que vigilar porque puede tener efectos muy perversos.

Y el tercer fenómeno histórico como materia del sistema educativo, la lucha de las mujeres, un colectivo que en menos de un siglo, pasamos a dudar de si eran seres racionales a que sea un delito tan sólo pensar eso. Cuando yo digo narrar la historia de las mujeres, significa qué hizo la sociedad para conseguir esos logros, qué batallas dio y cómo las dio, que frentes abrió.

Es decir, las instituciones públicas tienen que existir para que todas las personas, independientemente de su clase social, de su sexo, de su sexualidad, de su creencia religios, etc., deben compartir un mismo espacio, aprendiendo a vivir juntos, de lo contrario eso no es una escuela, es un club, es decir, un sitio donde las personas comparten afición por algo, y eso no es una institución escolar. Una institución comprometida con la formación científica, crítica, política, ideológica y comprometida con sus intereses públicos. Sólo las personas optimistas están convencidas de que hay solución a los problemas que tenemos. Las escuelas y las universidades tienen razón solamente como generadoras de sueños y no de sueño. Gracias.


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