Diciembre 17 de 2012.-Tunecinos aprovecharon aniversario de la Revolución para manifestar descontento por la crisis económica y social que atraviesa el país, principalmente el desempleo. Sin embargo, Moncef Marzouki dijo que no dispone de una “varita mágica” para resolver la situación creada durante “50 años de dictadura”
Moncef Marzouki pidió paciencia a los tunecinos para resolver los problemas del país
El presidente de Túnez, Moncef Marzouki, y el máximo representante de la Asamblea Nacional Constituyente, Mustapha Ben Jaafar, fueron apedreados este lunes durante la conmemoración del segundo aniversario de la Revolución, que dio inicio a la llamada Primavera Árabe. Los manifestantes han asegurado que el Gobierno tunecino “no ha cambiado nada” de lo que “prometió” hace un año.
Abucheado durante su discurso, Marzouki pidió paciencia a los tunecinos, a quienes recordó que el Gobierno no dispone de una “varita mágica” para resolver los problemas creados durante “50 años de dictadura”.
Tras las acciones violentas, las fuerzas de seguridad evacuaron rápidamente a los políticos a la sede del Gobierno regional de Sidi Bouzid (centro – oeste). Sin embargo, la Policía no intervino.
“Caída del Gobierno” y “lárgate, lárgate” fueron parte de las consignas de los manifestantes presentes en el acto realizado en la plaza de Sidi Bouzid, donde se autoinmoló el vendedor ambulante Mohamed Bouazizi el 17 de diciembre de 2010.
Un manifestante expresó que Marzouki “estuvo aquí hace un año y prometió que las cosas cambiarían en seis meses, pero no ha cambiado nada (…) No le queremos aquí”.
“El problema endémico del desempleo”, gritó otro de los manifestantes después de que hablara el presidente.
Las reivindicaciones económicas y sociales, que centraron la revuelta tunecina, siguen vigentes. “Nos han dado algunos trabajos provisionales que no resuelven el problema endémico del desempleo”, manifestó Fader Khlifi, de 27 años de edad.
Según el Ministerio tunecino de Industria, las inversiones cayeron un 36 por ciento en la región y las ofertas de empleo un 24,3 por ciento en los 11 primeros meses con relación al mismo periodo del año anterior.
A nivel nacional, el desempleo se sitúa en torno al 18 por ciento, lo que alimenta las manifestaciones en la nación africana.
A finales de noviembre, 300 personas resultaron heridas en cinco días de enfrentamientos con la Policía tras una huelga que terminó en violencia en Siliana, en el suroeste de Túnez.
Además de las dificultades económicas, el país es víctima habitual de la violencia orquestada por grupúsculos islamistas.
Túnez también se encuentra inmersa en un impasse político, ante la ausencia de compromiso sobre la futura Constitución, 14 meses después de la elección de una constituyente.
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