19 de marzo de 2025.-La llamada telefónica del presidente estadounidense Donald Trump con su homólogo ruso, Vladimir Putin, no significó un paso tangible hacia el fin de las hostilidades en Ucrania, y mucho menos hacia la búsqueda de una paz duradera. Más bien, demostró una vez más la capacidad de Putin para ganarle la partida y ser más astuto que Trump, informó LaConversación.com.
Para empezar, Putin envió una señal al hacer esperar a Trump más de una hora para hablar. Putin estaba hablando en una conferencia televisada con empresarios rusos e incluso bromeó sobre el retraso cuando le dijeron que se acercaba la hora de su llamada.
Esto claramente pretendía mostrar su estatus de alfa, tanto ante Trump como ante el público ruso. Según informes, Steve Witkoff, enviado especial de Trump, tuvo que esperar ocho horas a Putin cuando llegó a Moscú la semana pasada para conversar.
Tras la llamada del martes, Putin solo acordó suspender los ataques a la infraestructura energética de Ucrania durante 30 días, en lugar del alto el fuego total propuesto por Trump y acordado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Incluso este acuerdo carecía de claridad. El extenso comunicado del Kremlin sobre la llamada indicaba que la pausa solo se aplicaría a los ataques a la infraestructura energética, mientras que el comunicado más impreciso de la Casa Blanca indicaba que incluía un acuerdo mucho más amplio sobre "energía e infraestructura". Sin duda, el Kremlin se apegará a este concepto limitado.
El comunicado del Kremlin también indicó que Trump propuso esta idea y que Putin reaccionó positivamente. Esto parece improbable, dado que suspender los ataques a la infraestructura energética sería el alto el fuego parcial menos costoso para Rusia.