Denuncia: Trabajadores del carbón quedaron sin representación por culpa del Ministerio del Trabajo

La lucha que están librando diferentes comunidades indígenas, grupos ambientalistas y comunidades, en contra de la explotación del carbón en el Zulia, ha colocado de nuevo sobre el tapete el problema de la representación sindical de los trabajadores de las minas de carbón en el Guasare.

El sindicato Sintracarmiquin fue descabezado en el 2003 por una calificación de despido que avaló la Inspectoría del Trabajo de Maracaibo, por obra del inspector Julio Ascanio. En ese entonces, en medio de la huelga golpista que promovieron los sectores de oposición con el objetivo de derrocar al gobierno bolivariano, la directiva de la empresa Carbones del Guasare introdujo calificación de despido contra el Secretario General de Sintracarmiquin, Arsenio Reverol, y otro directivo del mismo sindicato.

Quien realizó la calificación de despido ante la Inspectoría del Trabajo fue el abogado Luis Fereira,
uno de los principales dirigentes de la Coordinadora Democrática en el Zulia, quien aparecía todos los días en televisión dirigiendo las asambleas de los petroleros en huelga. Sorprendentemente, este señor
era a su vez representante legal de una empresa del Estado venezolano, Carbones del Guasare.

El dirigente sindical bolivariano Arsenio Reverol fue botado por la decisión del inspector Julio Ascanio, a pesar de que gozaba de inamovilidad por su propia condición de sindicalista. Los argumentos de la empresa se limitaban a decir que Reverol había realizado una asamblea en horas de trabajo y había “parado la producción”. Esos argumentos son comunes de parte de la patronal cuando quieren destruir una representación sindical clasista. Ascanio luego de tomar esa medida antiobrera fue premiado al ser trasladado a la Inspectoría de Cabimas. De nada valió que se conversara con los representantes del Ministerio del Trabajo, y con dirigentes del PPT en el Zulia. El compatriota Reverol fue botado, y la excusa vulgar que adujeron era que “creían que era adeco”.

Cualquier abogado laboralista en el Zulia, que se supone comprometido con los intereses de la clase trabajadora, conoce la trayectoria antisindical de las empresas del carbón en el Estado. Igualmente conoce a Luis Fereira, y saben que es un abogado patronal de toda la vida, enemigo a muerte de las tendencias clasistas y revolucionarias de trabajadores. Por tanto, las excusas que los funcionarios del ministerio del trabajo adujeron en ese entonces no son más que una forma de evadir la grave responsabilidad que tienen en el proceso de destrucción de la representación sindical en la industria del carbón en el Zulia.

La representación sindical de los trabajadores del carbón ha sido descabezada numerosas veces en los últimos diez años. La patronal contó en ese entonces con el apoyo del ministerio del trabajo. Lo que no se justifica es que en este proceso bolivariano el Ministerio del Trabajo continúe avalando despidos de directivos sindicales en empresas tan vitales como es la industria del carbón.

Como se sabe, los trabajadores del carbón laboran sin mayores medidas de protección a su salud, y son numerosos los casos de trabajadores afectados de neumoconiosis, enfermedad que afecta a los pulmones y que es originada por la aspiración del polvillo que desprende el carbón. La ausencia de un sindicato clasista ha facilitado todo estos atropellos a los más elementales derechos de los trabajadores del carbón. Y aquí el Ministerio del Trabajo tiene una gran responsabilidad.

En el año 2002, el mismo Inspector Julio Ascanio desconoció un referéndum que los choferes de las gandolas que transportan carbón realizaron para decidir sobre la legalidad de su sindicato o la opción de una cooperativa. Dicho referéndum fue ganado 95 votos a favor de mantener el sindicato, contra 8 votos a favor de la cooperativa. Sin embargo, el Inspector Ascanio desconoció el referéndum alegando algo que esta fuera de la ley, al argumentar que no habían votado la mayoría de los trabajadores. Esta decisión del Ministerio favoreció a las mafias que mediante empresas disfrazadas de cooperativas controlan el transporte del carbón.

Lo significativo de todo esto es que el Inspector Ascanio continúa trabajando en el Ministerio del
Trabajo, con fuerte apoyo de parte de las principales autoridades del Mintra en Caracas. Toda esta
información, y muchas otras más, sobre irregularidades cometidas por el inspector Ascanio en contra de sindicatos y de los trabajadores en general, favoreciendo reiteradamente a la parte patronal
mediante decisiones que se prestan a especulaciones de todo tipo, las conoce desde hace años la Ministra del Trabajo y su entorno, pero nada hacen al respecto.

Exigimos al Ministerio del Trabajo que tome las medidas necesarias para que los derechos laborales de los trabajadores, consagrados en la Constitución y en la Ley del Trabajo, sean cumplidos estrictamente. Ya basta de actuar con dos caras, con un discurso clasista hacia fuera, y una conducta antiobrera en las decisiones que se toman.


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