Hasta ahora, la Policía logró evitar que miles de manifestantes ocupen la plaza principal para cerrar el Congreso. Pero el martes, los manifestantes estuvieron ya a punto de romper los cordones policiales
Un grupo de jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas propugnan un gobierno cívico-militar en Bolivia, de corte populista, que recupere todos los recursos naturales del país y promueva cambios fundamentales mediante una Asamblea Constituyente.
El Alto Mando de las Fuerzas Armadas está analizando el pronunciamiento de los tenientes coroneles Julio Herrera y Julio César Galindo, que aparecen como los dirigentes del llamado Movimiento Generacional Militar, que pide el derrocamiento del gobierno de Carlos Mesa y la instauración de uno cívico-militar.
El grupo castrense está conformado por oficiales de las tres fuerzas, con grados de teniente coronel para abajo y, en consecuencia, con mando directo de tropa, dijeron los dos dirigentes.
"Lo que pretendemos es un gobierno con representantes de todos los sectores, en cuya estructura no habría más de dos militares y el resto gente selecta, patriota, que vele por los intereses del pueblo y no de las trasnacionales que quieren dividir al país y desmembrarla", declaró hoy el teniente coronel Julio Herrera.
"Queremos la renuncia del Presidente, porque en nuestro país se da algo insólito, tenemos presidente pero no tenemos gobierno. Todos hacen aquí lo que les viene en gana", añadió.
"No pretendemos interrumpir la democracia. Pretendemos salvarla, convocando de inmediato a una Asamblea Constituyente que disponga las reformas que necesita Bolivia y que son tan profundas que deben llegar incluso a las fuerzas armadas", explicó.
Herrera y el teniente coronel Julio César Galindo dieron a conocer un documento en el que piden la nacionalización de los hidrocarburos y rechazan la implantación de un régimen autonómico.
Herrera descartó que su pretensión sea instalar un régimen cívico-militar de ideología y programas similares al de Hugo Chávez, en Venezuela.
"No podemos imitar. Somos un movimiento nacionalista. Conocemos las diferencias que existen y que son muy grandes", dijo.
El oficial pidió a sus camaradas que se abstengan de salir a las calles "a disparar contra el pueblo, a derramar sangre boliviana" en caso de que las movilizaciones populares pudieran desbordar a la Policía en su intento de tomar el Palacio y el Congreso.
"No pedimos a las fuerzas armadas que salgan a disparar. En el pasado, hemos sido utilizados como escalera. Este gobierno ya no tiene credibilidad", dijo Herrera.
Su aparición coincide con las movilizaciones sociales que comenzaron el lunes en La Paz, con fuertes protestas, exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una Constituyente, o la renuncia del Presidente Carlos Mesa y el cierre del Congreso.