Mar del Plata, Argentina, 1 nov (PL) El Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, distinguió hoy aquí la vocación solidaria de Cuba y Venezuela de los modelos de dominación que algunos gobiernos pretenden imponer en el continente.
Al inaugurar las deliberaciones de la III Cumbre de los Pueblos, que sesionará en paralelo a la IV Cumbre de las Américas, el reconocido activista subrayó la presencia en Mar del Plata de representaciones de esos dos países.
Pérez Esquivel precisó que la delegación cubana asistente a la reunión de las organizaciones sociales del continente “viene a compartir su solidaridad con los pueblos latinoamericanos, no el camino de las armas y de la destrucción que intentan imponernos”.
Indicó que la comitiva de la isla caribeña, encabezada por el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, la integran médicos, técnicos, educadores, sindicalistas, artistas e intelectuales, entre otros.
En conferencia de prensa en el estadio Polideportivo de este afamado balneario, el destacado defensor de los derechos humanos ratificó, además, la presencia del mandatario venezolano, Hugo Chávez, en algunas actividades de la Cumbre de los Pueblos.
“El presidente Chávez va a estar en la manifestación”, anunció el Premio Nobel, en referencia a la multitudinaria marcha que el venidero viernes estremecerá a Mar del Plata en repudio al gobernante de Estados Unidos, George W. Bush.
Anticipó que a la movilización vendrán incluso contingentes desde la capital argentina para decirle no a Bush y a su política hegemónica.
Pérez Esquivel acusó al actual inquilino de la Casa Blanca de ser responsable de crímenes de lesa humanidad, por invadir a Iraq y Afganistán y masacrar a sus respectivos pueblos.
“Queremos construir los espacios de libertad y autodeterminación de los pueblos frente a esa dominación que se nos quiere imponer”, insistió.
Al respecto sostuvo que la Cumbre de los Pueblos le dirá basta, una vez más, a la proyectada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ideada por Estados Unidos, porque representa “la muerte, la destrucción y recolonización de América Latina”.
Denunció la creciente militarización del hemisferio, a través de las bases instaladas por Washington con los planes Puebla Panamá y Colombia.
En esa línea calificó de inaceptable el reciente ingreso de tropas estadounidenses en Paraguay para controlar el Acuífero Guaraní, considerado una de las reservas de agua potable más grandes del planeta.
Nuestros pueblos no necesitan ejércitos y menos procedentes de Norteamérica, sino recursos para la salud, la educación, “para la vida y no para la muerte”, enfatizó.
Por último puntualizó que la tercera edición de la cita, auspiciada por la Alianza Social Continental, construirá alternativas de resistencia ante la pretensión de imponer un pensamiento único en el continente.
A la Cumbre de los Pueblos asisten cerca de 600 agrupaciones sociales que intervendrán en más de 150 actividades, entre foros, talleres y conferencias.
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