Versiones de un sector de la prensa argentina ha comenzado a difundir dudas sobre la anunciada presencia del presidente venezolano en la IV Cumbre de Presidentes en Mar del Plata y en la III Cumbre de los Pueblos, a realizarse en la misma ciudad.

A las 12.59 del mediodía de este soleado miércoles en Mar del Plata, Radio Mitre, emisora del grupo Clarín y la edición digital del diario Clarín, señalan tal posibilidad: " Las razones de seguridad serían el motivo oficial. Algunas versiones que circulan en Mar del Plata afirman que el presidente de Venezuela, a quien se esperaba como una de las grandes estrellas de la Cumbre de los Pueblos, no estará presente en ese evento ." (www. Clarín.com del 01 de noviembre)

En la misma nota periodística, la edición agrega: " La agencia estatal Télam y diferentes radios dieron por confirmado esta mañana que Chávez no asistiría a la cumbre. De todas maneras, Clarín.com dialogó con diferentes fuentes de la diplomacia venezolana en Buenos Aires y nadie quiso confirmar ni desmentir su presencia. Pero desde Caracas voceros de Chávez afirmaron que todavía está en sus planes asistir a la "Contra Cumbre ".
Esto no pasaría de una versión más, tan de costumbre en acontecimientos como este, si no fuera porque desde la semana pasada comenzaron hechos que enrarecieron el ambiente alrededor de la Cumbre.

La extrañeza comenzó por un dato notorio en si mismo, aportado por los medios comerciales televisivos de Argentina. Como si se hubieran convertido repentinamente en simpatizantes de la Cumbre de los Pueblos, decidieron editar profusamente informes regulares en todos los horarios y segmentos informativos, sobre los preparativos de IV la Cumbre. Pero más extraño: divulgaron datos de todo tipo y fuentes que dan cuanta de una realidad cierta en el país: el rechazo popular a la presencia de Bush en Mar del Plata y los peligros que representa su venida. La última encuesta, realizada por la agencia de un hombre de derecha, Zuleta Pucheiro, señala que " el 54 % de los argentinos rechaza la presencia de Bush y el 74% apoya la presencia de Chávez".
El martes ocurrió un suceso llamativo cuando dos formaciones de trenes que cubren rutas del oeste de la ciudad, fueron incendiados. El gobierno acusó al grupo foquista de extrema izquierda llamado "Quebracho. Sin embargo, el Minsitro del Interior mintió ante toda la prensa cuando negó la participación popular en ell siniestro. Dirigentes de movimientos sociales que conocen la capacidad de accionar de Quebracho, dudan mucho de que haya podido realizar una acción, que por su dimensión material, está muy por encima de sus fuerzas.

El miércoles hicieron desalojar un edificio en pleno centro de la ciudad capital por una amenaza de bomba. Al mismo tiempo, dirigentes piqueteros amigos del gobierno hacen circular la versión de dos marchas el viernes, una con Chávez y otra en contra. Y que habrá violencia.

Tanto los mensajes como el metamensaje del registro periodístico de estos medios estaría dirigido a sembrar en la población de clase media de Argentina (eso que llaman "opinión pública") el temor a dos imágenes: violencia social y riesgo terrorista.

El remate de tal operación sería disuadir al gobierno venezolano de asistir a la Cumbre de los Pueblos, y hablar en el acto masivo a celebrarse en el Estadio de Mar del Plata, con el objetivo de impedir fricciones en las relaciones de estados y los jugosos negocios en marcha. Para ello, este mensaje viene a cuaje: " también influiría su necesidad de no romper la buena sintonía con el presidente Néstor Kirchner. En un marco en el que el argentino intenta mostrar la buena organización de la Cumbre en Mar del Plata, Chávez preferiría no aparecer como la cabeza visible de una protesta."