Organizaciones
comunitarias y de base indígenas detuvieron por ilegítimo el evento y
expresaron abiertamente su descontento con la burocracia que ha usurpado la representación
indígena.
La consigna
de los manifestantes era: ¡No al carbón!
Este sábado 26 de marzo a las 10 de la mañana en las instalaciones del
Planetario de Maracaibo, se instaló el congreso regional de pueblos indígenas
del estado Zulia. Este Congreso pretendía renovar la coordinación de la ORPIZ,
Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Estado Zulia. ORPIZ es la
organización formal base de CONIVE en el estado Zulia.
Desde bien temprano diversas organizaciones comunales y de base indígena
wayúu, barí y yukpa, se hicieron presentes en la sede del evento, causando
incomodidad entre los convocantes, ya que la mayoría de éstas no habían sido
invitadas bajo el argumento de no pertenecer a ORPIZ, o haber constituido
posteriormente otras organizaciones de base, con denominación distinta.
También se hicieron presentes diversos medios nacionales, regionales y
alternativos que dieron amplia cobertura al evento.
Sobre la presencia de las comunidades indígenas presentes, un vocero de la actual directiva de la ORPIZ declaró,
que “solo pueden participar quienes están inscritos en la Organización.”
Estas declaraciones causaron revuelo en una evidente mayoría de los
asistentes, entre ellos también algunos directivos de esta Asociación Civil, fundada con el fin de representar ante el estado y las organizaciones
externas el parecer de los pueblos y comunidades indígenas del Zulia.
Los dirigentes indígenas de la juvenil organización ASEINLUZ (Asociación
de estudiantes indígenas de LUZ) declararon que fueron convocados a "votar por
alguien y al ver que aspiramos incluir en la agenda los verdaderos problemas de
nuestros pueblos, somos descalificados como delegados”.
Entre los directivos presentes estaba Rusbel Palmar, actual presidente
de ORPIZ, quien se vio en grandes dificultades para responder a lo
requerimientos y exigencias que le hacían un nutrido grupo de mujeres wayúu,
que le reclamaban el compromiso de su gestión con los intereses de la empresa
en la cual trabaja: Carbozulia, además de lo que al parecer sería una maniobra
para realizar un Congreso a espaldas de la mayor parte de las organizaciones de
base indígenas wayúu, yukpa y barí.
Otro de los interpelados fue el diputado de origen wayúu Arcadio
Montiel, a quien mujeres wayúu lo interpelaron ante los medios de
ser el responsable de las manipulaciones para secuestrar la voluntad de los
pueblos en la organización. El diputado Montiel exigió respeto e intentó
distanciarse del debate alegando su condición de invitado, a lo que las mujeres
le respondieron: “tú no eres invitado, tú eres parte responsable de lo que
pasa, y tu pides respeto, siendo cómplice de la violación de los derechos de
los pueblos por los carboneros y los ganaderos, tú exiges respeto, nosotros
exigimos derechos”.
“Los líderes que habíamos electo se han prestado para atropellar los
derechos de los pueblos poniéndose a favor de los intereses de las empresas que
quieren aumentar la explotación de carbón, silenciando así la verdadera voz de las
comunidades indígenas”, “ORPIZ no es un partido, es una organización de los
pueblos y esta gente ha secuestrado la organización haciendo obsoletos sus
estatutos, violándolos para validar sus intereses y los de sus socios
particulares”.
Los manifestantes descontentos con el intento de los moderadores de aplacar los ánimos desencadenados en el evento sin dar respuesta a las exigencias, tomaron el
control de los micrófonos y dieron paso al debate sobre la pertinencia de
realizar el congreso en esas condiciones. Las mujeres y jóvenes wayúu que
tomaron la palabra por varias organizaciones, se opusieron a la realización del
congreso en esas condiciones en las que las organizaciones de base del pueblo
wayúu no habían sido consultadas ni movilizadas. Alegaron entre otras razones,
que la lucha por los derechos indígenas tiene hoy un contexto distinto que
necesita ser convocado, para relanzar una verdadera organización de los
pueblos.
Varios de los que tomaron la palabra reclamaron la publicación del
comunicado inconsulto en contra de las comunidades indígenas y organizaciones
sociales que manifestaron contra la apertura de nuevas minas en Caracas en
marzo del 2006.
Con la llegada de la delegaciones, yukpa y barí se ratificó el
sentimiento mayoritario de suspensión, ya que estas manifestaron a través de
sus voceros, la oposición a la realización de ese “Congreso”, sin haber
consultado y convocado debidamente a las comunidades, sin preocuparse por las
dificultades de movilización de los delegados de las comunidades indígenas de
la Sierra de Perijá. Excluyendo abiertamente a delegados que pudieran asistir
de comunidades organizadas.
Edinson Molero, pescador y dirigente Añú, y miembro de la directiva de ORPIZ, apoyó a los
manifestantes declarando que "ORPIZ está secuestrada por una minoría que trabaja
para sí misma y en función de intereses distintos a los de los pueblos”.
Verónica, dirigente yukpa del Tokuko, habló por los de su pueblo
diciendo: "vemos que aquí se está haciendo un desorden, pero con motivo, por que
también nosotros estamos desinformados y estamos de acuerdo conque se suspenda
esta actividad, para que en próxima fecha vengamos más organizados y preparados
, ya que no fuimos convocados como pueblo".
Luego de la intervención de estos compañeros el evento quedó anulado y
se dio por suspendido, sin que mediara ningún argumento en su defensa, por
parte de los organizadores. La directiva de ORPIZ quedó con el mandato de
convocar a las comunidades de base y a todas las organizaciones para acordar
las reglas de convocatoria a un nuevo congreso. No se aceptará unas reglas y
convocatoria no acordada por todos.
Una dirigente declaró al retirarse: “no tienen ni la razón de su lado, pero tampoco la mayoría y pretenden llenarse de privilegios en la relación con el Estado usando el espacio nuestro, de nuestros derechos y reivindicaciones, traicionando nuestra lucha, pero hasta este año les dura el negocio…"