Caracas.- Los más diversos clientes políticos, asiduos de la televisión en Venezuela, se rasgaron las vestiduras ante el anunció hecho por el presidente Chávez, de que el próximo año se cumplen las concesiones por parte del estado a los canales de televisión, y se escudaron en la libertad de prensa y de expresión, de la cual hacen uso hasta la saciedad, para acusar al gobierno de querer silenciar a los canales.
Se cuidaron mucho Teodoro Petkoff, Julio Borges, William Ojeda y los empresarios, ex vicepresidente de Fedecámaras, Vicente Brito, Marcel Granier y Alberto Federico Ravell de mencionar, que es la oportunidad para que la televisión venezolana, deje de promocionar el crimen, la violencia, la pornografía y la destrucción de valores familiares y nacionales, por seguir modelos de explotación televisiva ajenos al interés de la sociedad venezolana.
Veamos cómo pontifican estos consentidos de todos los canales privados: Petkoff, dijo en la XXXVI Asamblea de Consecomercio: "me parece gravísimo, es una concretísima amenaza contra la libertad de expresión".
Julio Borges: "es tapar la realidad de un pueblo que quiere un cambio, el interés de cerrar el único espacio donde los venezolanos podemos expresarnos"
Estas y otras sandeces vociferan los aguerridos defensores de las televisoras privadas, que hasta ahora han hecho lo que les ha dado la gana, utilizando un espacio que es propiedad de todos los venezolanos.
