Caracas, 28 nov (PL) A cinco días de las elecciones, el presidente venezolano, Hugo Chávez, aparece hoy sólidamente ubicado camino a la reelección, mientras permanece la duda sobre la actitud de la oposición ante la probable derrota.
Los sondeos, prohibidos por la ley electoral desde el pasado lunes, y la mayor capacidad movilizadora demostrada, apuntan hacia una victoria de Chávez el próximo 3 de diciembre con alrededor 60 por ciento de los votos, sustentados en las obras realizadas en ocho años.
La principal incertidumbre está dada por la forma en que el principal candidato opositor, Manuel Rosales, ha evadido declarar que aceptará la derrota, de ocurrir y denuncias de preparativos de protestas por un fraude en elecciones antes de realizarse.
Al tiempo que anuncia reconocerá los resultados "si son transparentes", Rosales expresa críticas sobre el sistema democrático venezolano y sus seguidores difunden versiones de supuestos cambios en las mesas de votación y credenciales de los miembros.
A ello se suman denuncias presentadas la víspera sobre la confección de 30 mil a 40 mil camisetas negras con la leyenda "fraude" para ser distribuidas el día de los comicios.
Estas referencias apuntan a la posibilidad de que Rosales -quien propone para Venezuela el regreso al neoliberalismo- pueda apoyar llamados a acciones de protestas hechas por sectores radicales de la oposición.
Esos grupos, en voz de Rafael Poleo, editor del diario El Nuevo País, convocaron a votar el día 3, salir a las calles el 4 y derrocar a Chávez el 5 con apoyo de las fuerzas armadas, esta última posibilidad negada por altos mandos militares.
El hecho de que Rosales no se deslinde de una propuesta violenta y por el contrario convoque a "defender el voto" abre perspectivas que pueda apoyar acciones de grupos radicales desesperados ante la imposibilidad de derrotar en las urnas al jefe de Estado.
Con una política sustentada en la mejor distribución de la riqueza petrolera nacional, sobre todo a millones de pobres marginados tradicionalmente, el presidente venezolano cuenta hoy con un respaldo popular mayoritario.
Para el próximo período 2007-2012, Chávez ofrece profundizar en esa línea y el enfoque socialista, a partir del criterio de que el desarrollo capitalista no podrá solucionar problemas como la pobreza existente pese a las enormes riquezas del país sudamericano.