La presente es una entrevista que realizara a José Bodas, secretario general de Fedepetrol-Anzoátegui, el equipo de redacción del periódico Conciencia Clasista de la organización político-sindical del sector petrolero en Puerto La Cruz, Opción Clasista de los Trabajadores. Los compañeros nos la hicieron llegar, y por su actualidad e importancia para los intereses de los trabajadores petroleros venezolanos, la ofrecemos a nuestros lectores.
CC: ¿Para ti, cuál es el significado del anuncio hecho por el presidente Chávez que iguala las condiciones de laborales de los trabajadores y trabajadoras de las asociaciones estratégicas con los y las de PDVSA?
JB: Esto lo consideramos un triunfo legítimo e histórico de todos los trabajadores y trabajadoras de la llamada “apertura petrolera”, que han venido movilizándose y luchando tenazmente por sus derechos. Esta lucha costó sacrificios y atropellos de parte de las transnacionales, e incluso de la Guardia Nacional, como los recibidos por las trabajadoras de Sincor y una demostración de que en Opcion Clasista de los Trabajadores no estábamos equivocados, cuando durante la campaña electoral por la cual nos pusimos al frente de Fedepetrol, proponíamos la absorción de los contratados o “prefijos”, así como una serie de beneficios para los trabajadores petroleros de las asociaciones estratégicas.
Recordemos que en la campaña electoral en Fedepetrol del año pasado, la vieja y la nueva burocracia sindical decía que nuestra consigna de “Contrato Único Petrolero” era demagógica porque eso nunca se iba a lograr y que lo que planteábamos era para ganar adeptos entre los trabajadores. Esta burocracia se jactaba de “controlar” a los trabajadores de las contratistas que operan en el Complejo Petroquímico de Jose, al extremo de llegar a decir que esa consigna era una artimaña para confundirlos y no sólo eso, argumentaban que lo mejor era que las negociaciones se siguieran haciendo por separado, porque supuestamente los trabajadores alcanzaban más conquistas.
Mientras la burocracia trataba de aferrarse al pasado, a nosotros nos irritaba que se produjera tamaña injusticia y discriminación contra los trabajadores de las asociaciones estratégicas y de las contratistas que le prestan sus servicios a éstas. Partíamos del precepto de que: “a trabajo igual, salario igual y beneficios iguales”, por eso nuestra campaña hacía mucho énfasis en la necesidad del Contrato Único Petrolero que amparara, sin distingos ni diferenciaciones odiosas, propias de la IV República, a todos los que trabajamos en la industria petrolera.
Con esta conquista se ha podido demostrar que no hacíamos demagogia. Es más, debemos decir que la carta que mencionó el presidente Chávez que le entregaron los trabajadores de las asociaciones estratégicas, fue redactada y entregada por uno de nuestros camaradas de Opción Clasista de los Trabajadores, hecho que nos llena de orgullo, porque con ello probamos que somos consecuentes con el programa que presentamos a consideración de todos los trabajadores en las elecciones sindicales.
CC: ¿Desde tu punto de vista, cuál es el significado de la discusión de una convención colectiva única para las asociaciones estratégicas?
JB: Tiene un gran significado. Primero porque tenemos que lograr un contrato que se ponga al día con los trabajadores de esas empresas. Esta convención se viene peleando desde hace más de un año y es necesario que a los trabajadores se les cancele en forma retroactiva todos los beneficios que han dejado de percibir, eso por una parte. Y por la otra, queremos alcanzar beneficios que superen lo que está estipulado en la convención suscrita con PDVSA. Si lo logramos, la negociación del nuevo contrato petrolero con PDVSA -que ya estamos en mora de iniciar-, arrancaría de una base alta, que es la lograda en esta negociación.
Esto es lo que le duele a la burocracia en Puerto La Cruz, que anda diciendo que no hay negociación y que sólo estamos discutiendo formalidades. Debemos ser honestos con los trabajadores y decirles que los burócratas que han conocido desde siempre también tienen sus días contados y correrán la misma suerte de los “dráculas de las transnacionales”, por eso andan resollando por la herida, y han desatado contra nosotros una feroz campaña de mentiras y calumnias. Desde el punto de vista político y sindical, esos mismos que entregaron nuestras conquistas a los patronos saben que nuestra propuesta de la absorción, y nivelar los beneficios de los trabajadores de la “apertura” con los de PDVSA, será un sueño que haremos realidad, duélale a quien le duela. Para conocimiento de los lectores, ya llegamos a casi 20 cláusulas aprobada y todas ellas superan lo acordado en el contrato de PDVSA, y cuando lleguemos a la parte económica que será la semana entrante, vamos a lograr incrementos sustanciales.
CC: ¿La próxima semana comienza la discusión de las cláusulas económicas, que siempre son las más sensibles, cómo se preparan para esto?
JB: Efectivamente, esta semana que viene es crucial, y debemos estar “mosca”, y mantenernos unidos y dispuestos a dar la pelea para lograr imponer nuestras propuestas salariales
CC: ¿Qué cláusulas se aprobaron la semana pasada?
JB: Son 5 las cláusulas que discutimos la semana pasada: Cláusula N° 13: examen médico, preempleo y otras condiciones. Exámenes periódicos para soldadores. Cláusula N° 14: accidentes de tránsito considerados accidentes ocupacionales. Cláusula N° 15: suministro y uso de equipos de seguridad y herramienta. Cláusula N° 16: higiene, seguridad, condiciones en el medio ambiente de trabajo. Cláusula N° 21: estabilidad. Cláusula N° 22: descanso semanal, condiciones y pago.
Sólo estoy enunciando las cláusulas, próximamente a través de un comunicado de Fedepetrol las vamos a entregar por escrito en las áreas a todos los trabajadores y trabajadoras, como lo hemos venido haciendo en las ultimas semanas.
CC: ¿Las transnacionales dicen que con la nacionalización de las asociaciones estratégicas corre peligro la producción petrolera en el país, qué piensas al respecto?
JB: Como lo hemos venido diciendo desde 1997, las asociaciones estratégicas son una forma velada de privatización de la industria petrolera, y en consecuencia, la imposición de una política de flexibilización laboral que no es otra cosa que salarios y condiciones de trabajo miserables.
Los “dráculas” trasnacionales, que viven de “chupar” petróleo y energía de los trabajadores, ganan millardos de dólares y no quieren que a los trabajadores se nos reconozca el enorme esfuerzo y sacrificio que hacemos; situación, aunque es triste decirlo, también se presenta en PDVSA.
Es tan bueno el negocio petrolero que otras multinacionales que antes no tenían presencia en el país, hacen cola para invertir.
Por otra parte, si revisamos la composición del capital de las empresas rusas, chinas, iraníes que se están vinculando al proceso, podremos comprobar que son empresas donde la mayoría de las acciones son de las grandes multinacionales norteamericanas, alemanas y francesas. Es decir, que los grandes capitales petroleros gringos y del imperialismo europeo, se nos siguen infiltrando bajo cuerda, a través de las multinacionales de esos países.
Las transnacionales no quieren entregar nada gratis, forcejean, hacen campaña internacional, y mienten descaradamente a través de Globovisión, Televen, RCTV, El Universal, El Nacional, Últimas Noticias y demás medios de comunicación de los grandes capitalistas venezolanos, para meter miedo tratar de engañar al pueblo y a los trabajadores. Pero no se irán por sus propios medios, eso lo podemos asegurar... por eso tenemos que echarlas.
CC: ¿Y qué plantean en términos más generales sobre la nacionalización completa de la industria petrolera?
JB: Desde Opción Clasista de los Trabajadores estamos comprometidos con la nacionalización 100% de la industria, y que ésta pase a ser operada y controlada directamente por los trabajadores, así como lo hicimos durante los 63 días que duró el paro sabotaje patronal. Allí demostramos que los trabajadores somos la fuerza vital de la industria, que tenemos la suficiente capacidad para gestionarla, y que estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en su defensa, que es la defensa de nuestra soberanía.
Estamos planteando la nacionalización sin indemnización, que a su vez debe traducirse en contrato único petrolero, todo lo cual crearía mejores condiciones para seguir luchando por nuestros derechos.
El país no necesita multinacionales. Tampoco hay por qué pagarles y mucho menos indemnizarles nada. Ellos han ganado miles de millardos de dólares durante más de 100 años de usurpación de nuestros recursos. No los necesitamos, el petróleo es nuestro y nosotros mismos debemos explotarlo racionalmente y distribuir entre todos los venezolanos los beneficios.
Por otra parte, las ganancias de las multinacionales se utilizan para hacer la contrarrevolución, para atentar contra el gobierno y el proceso revolucionario, así como para masacrar a pueblos hermanos, como sucede en Irak, Afganistán, Haití, Somalia, Palestina, o seguir aplicando el criminal bloqueo a nuestros hermanos cubanos. Cerrar los ojos ante esta realidad es hacerle un mal inmenso al proceso revolucionario.
Nosotros creemos, en todo caso, que lo más importante a destacar es que se acaba con la discriminación existente. Si todos trabajamos en la misma industria, debemos tener iguales salarios y beneficios.
CC: ¿Y en el plano sindical y de la organización de los trabajadores y las trabajadoras?
JB: El otro elemento positivo, es que se potencia la necesidad de estar organizados en un sólo sindicato a nivel nacional. Estamos en un momento extraordinario donde podemos construir la Unión Nacional de Trabajadores del Petróleo y el Gas, herramienta fundamental para la defensa de los derechos de los trabajadores y para el logro de nuevas conquistas tan extraordinarias como la unificación de los beneficios.