Bolivia
Evo subvenciona la privatización del Mutún
Por: ECONOTICIASBOLIVIA
Bolivia otorga a Jindal una subvención anual de 93 millones de dólares en el suministro del gas y 45 días para que la transnacional tenga existencia jurídica en Bolivia, otorgue garantías reales por la concesión y acepte pagar impuestos y no transferirlos al Estado.
Tras la nacionalización sin indemnización de la metalúrgica de Vinto, el gobierno boliviano se desplazó hacia el otro extremo de su política minera para intentar viabilizar la privatización del mayor yacimiento de hierro del mundo, negocio multimillonario que estaba a punto de fracasar por las desmedidas exigencias de la transnacional india Jindal Steel and Power.
Bajo la fuerte presión de las organizaciones cívicas, empresariales y sociales del oriente del país, que han tomado abierto partido por la transnacional, el Gobierno logró a último momento un segundo acuerdo que, sin embargo, debe ser completado en 45 días para dar paso a la firma formal del contrato de explotación del Mutún durante los próximos 40 años.
Hasta el jueves en la noche, la Jindal se resistía a cumplir con los requisitos definidos en la licitación pública internacional, que ganó el 1 de junio de 2006, para explotar y exportar la mayor parte del 50 por ciento del mega yacimiento de hierro como materia prima y sólo una pequeña fracción como industrialización en acero (5 por ciento de toda la materia prima). Según el ministro de Minería, Guillermo Dalence, la Jindal es, hasta ahora, una empresa que no tiene existencia legal en Bolivia, que intentaba eludir el pago de impuestos transfiriendo esta obligación al Estado boliviano, que no ofrecía garantías reales para acceder a la concesión minera (la boleta de garantía que ofrecía no era ejecutable) y que quería obtener un precio rebajado del gas que significaba una subvención estatal de más 80 millones de dólares al año.
Compromisos
El acuerdo-compromiso suscrito entre los ministros de Minería y Hacienda, Guillermo Dalence y Luis Arce, con Vikrant Grijal, vicepresidente de Jindal, y Armin Chandal, representante de Jindal en Bolivia, establece lo siguiente:
'1. Precio del gas . Para el uso del gas en el proceso de reducción directa del hierro, se acuerda un precio de 3,91 dólares por millón de BTU resultante del promedio ponderado de los precios de exportación de gas en boca de pozo en los actuales contratos que mantiene la República de Bolivia. Para el uso de gas en la generación de termoelectricidad, se acuerda un precio de 1,955 por millón de BTU, es decir, el 50 por ciento del precio anterior. El promedio ponderado de los anteriores precios, por el volumen utilizado en cada uno de estos procesos, 70 por ciento y 30 por ciento respectivamente, da como resultado un precio de 3,32 dólares por millón de BTU.
Ambos precios fluctuarán de acuerdo a los precios internacionales de los contratos de exportación de gas de Bolivia, para ello las partes definirán una metodología que será acordada por ambas partes.
El Gobierno nacional coadyuvará a la empresa Jindal en las negociaciones que ésta emprenda para el transporte del gas hasta El Mutún.
2. Régimen de garantías . a) Para la garantía de cumplimiento de inversión, se acepta boleta de garantía bancaria en los dos primeros años, para los siguientes años se aceptará una póliza de seguros. b) Para la garantía de cumplimiento de contrato se admite la póliza de seguro.
3. Régimen Tributario . El Gobierno nacional ratifica que la tributación minera es universal. El proyecto de Ley que el Poder Ejecutivo remitirá al Congreso Nacional contemplará alícuotas razonables que garanticen la rentabilidad del proyecto y la inversión privada.
4. Documentación . La empresa Jindal se compromete a entregar dentro de los 45 días siguientes toda documentación necesaria que la acredita como persona jurídica en Bolivia'.
Utilidades, inversiones y subvención
Este segundo preacuerdo se rubricó siete meses después de un primer documento firmado en agosto del 2006, en el cual se adelantaba los porcentajes de ganancia que corresponderán al Estado y a la empresa y un precio tentativo para el gas que se suministrará al complejo, entre otros.
Inicialmente, el Gobierno solicitaba a la Jindal el pago de 5 dólares por el millón de BTU para el uso del gas como carburante y 2,50 dólares para la generación de energía eléctrica. En promedio, el precio promedio ponderado que exigía el Estado era de 4,25 dólares y el finalmente pactado de 3,32, por lo que la subvención acordada este jueves es de 93 millones de dólares al año.
'Por cada centavo que rebajamos en el precio del gas, Bolivia pierde un millón de dólares', graficó el ministro de Hacienda, quien calculó que el Estado obtendrá, en promedio anual, 200 millones de dólares por este acuerdo, firmado en presencia del presidente Evo Morales.
'Es un hecho histórico, porque estamos hablando de la industrialización de un recurso natural como El Mutún, pero no sólo será el hierro sino serán todos nuestros recursos mineralógicos', dijo el Presidente, que destacó los mayores beneficios que obtiene el país.
La anterior licitación, anulada por Morales, establecía que el Estado sólo obtendría un ingreso de 18 millones de dólares anuales, provocaba la deforestación del bosque seco chiquitano, el uso de carbón vegetal en vez de gas y no incluía la industrialización del hierro.
Con la nueva licitación, la empresa india invertirá en el proyecto siderúrgico 2.300 millones de dólares, creará más de 6.000 empleos y se adjudicará por 40 años la mitad de la montaña de 60 kilómetros que tiene una reserva que alcanza a 40 mil millones de toneladas de hierro y 10 mil millones de manganeso. Jindal tendrá el derecho a explotar casi 20 mil millones de toneladas de hierro. Cada tonelada se cotiza en el mercado internacional en cerca de 40 dólares (GTS).